La selecci¨®n obligatoria

?C¨®mo se construye la identidad en el f¨²tbol? ?Ser¨ªa posible hablar de un sentimiento de identidad futbol¨ªstica que no tenga ninguna relaci¨®n con los nacionalismos y las identidades nacionales? ?Tendr¨¢n alg¨²n equipo preferido los millones de aficionados que no est¨¢n representados por una selecci¨®n nacional en el Mundial de Brasil 2014? ?A qui¨¦n apoyan los paraguayos, los b¨²lgaros, los israel¨ªes y los sudafricanos? Si la pol¨ªtica, la geograf¨ªa y la sociolog¨ªa fueran suficientes para dilucidar las enrevesadas pasiones del f¨²tbol, entonces los bolivianos deber¨ªan ser hinchas de Chile, los turcos tendr¨ªan que hacer la ola por Grecia, los marroqu¨ªes estar¨ªan a muerte con Argelia y los serbios desear¨ªan que Bosnia-Herzegovina ganara la Copa del Mundo. No obstante, en aras de la buena vecindad sugerir¨ªa no hacer ninguna encuesta al respecto, no creo que Ucrania quiera que Rusia sea campeona del mundo.

Por otro lado, algunos pa¨ªses han organizado mundiales conscientes de no haber tenido ninguna posibilidad de ganarlos como Espa?a en 1982, M¨¦xico en 1986, Estados Unidos en 1994, Jap¨®n y Corea en 2002 o Sud¨¢frica en 2010. Sin embargo, gracias a la FIFA se aseguraron la oportunidad de jugarlos sin tener que clasificarse, como aquellos compa?eros que jugaban en todos los recreos porque eran los due?os de la pelota. Como se puede apreciar, el 100% de la posesi¨®n del bal¨®n no garantiza nada y por ello algunas hinchadas son como esas piedras que en todos los mitos se transforman en guerreros durante las batallas. Es decir, se apuntan sobre seguro.

El tema de la identidad o la simpat¨ªa futbolera es tan complejo que yo mismo experimento una enorme confusi¨®n. ?A qui¨¦n deber¨ªa apoyar en este Mundial de Brasil 2014? ?A Ecuador, que es vecino de mi Per¨² natal? ?A Espa?a, que es el pa¨ªs de mis hijos? ?A Jap¨®n, que es la tierra de mi abuelo paterno? ?A Italia, que es la patria de mi familia materna? La ventaja de haber nacido en un pa¨ªs que futbol¨ªsticamente nunca ganar¨¢ nada ¨Cy que adem¨¢s no tiene la menor intenci¨®n de hacerlo¨C es que me ha permitido ser hincha de Francia en 1986, de Colombia en 1990, de Brasil en 1994, de Croacia en 1998, de Brasil en 2002, de Portugal en 2006 y de Espa?a en 2010. No siempre me he identificado con las selecciones que han sido campeonas del mundo, pero estoy seguro de haber estado a favor de las que han jugado m¨¢s bonito y con arte. Puestos a elegir entre lo nacional y lo art¨ªstico, no tengo m¨¢s remedio que admitir que prefiero lo segundo.

?Cu¨¢ntas selecciones que jam¨¢s ganaron un Mundial reverberan todav¨ªa luminosas en nuestra memoria? Hungr¨ªa 1954, Portugal 1966, Holanda 1974, Brasil 1982, Francia 1986 o Croacia 1990. Ninguna de estas selecciones gan¨® la Copa del Mundo que le toc¨® en suerte, pero fueron infinitamente mejores que los campeones de aquellos mundiales. Rozaron la gloria y mordieron el polvo, porque no siempre Dionisio consigue derrotar a Apolo. Por tanto, categor¨ªas como lo ¡°apol¨ªneo¡± y lo ¡°dionisiaco¡± tambi¨¦n sirven para identificarse con los equipos que juegan los mundiales, pues Italia, Inglaterra, Francia y Alemania ser¨ªan ¡°apol¨ªneos¡±, mientras Croacia, Portugal, Argentina y Brasil ser¨ªan ¡°dionisiacos¡±. Espa?a ¨Cpor ejemplo¨C dej¨® de ser una selecci¨®n ¡°dionisiaca¡± despu¨¦s de ganar el ¨²ltimo Mundial y ahora llega a Brasil transformada en ¡°apol¨ªnea¡±.

Quienes carecemos de selecciones que nos representen en Brasil 2014 nos hemos liberado del compromiso del pa¨ªs obligatorio y somos libres de ¡°torcer¡± por el juego que m¨¢s nos guste, porque el buen f¨²tbol no tiene patria.