Sylvia Whitman: La librer¨ªa como hogar
La heredera de la m¨ªtica librer¨ªa de Par¨ªs lleva las riendas del negocio que sac¨® adelante su padre
S¨®lo un genio como George Whitman pod¨ªa levantar y conservar la librer¨ªa m¨¢s famosa del mundo a tan escasos metros de Notre Dame, en la parte m¨¢s cara e hist¨®rica de Par¨ªs. S¨®lo un loco como George Whitman pod¨ªa ponerle a su hija como nombre de pila Sylvia Beach. Por suerte, ella se ha encargado de corregir el exceso de su padre y el librito que he comprado en Shakespeare and Company est¨¢ firmado por Sylvia Whitman. Han pasado m¨¢s de dos a?os desde la muerte del c¨¦lebre librero y la nueva propietaria parece haberse dedicado con esmero a la correcci¨®n de ciertos detalles de la herencia paterna. El local est¨¢ un poco m¨¢s iluminado y mucho m¨¢s limpio; los libros, mejor dispuestos; la bohemia reluce sin polvo y en orden alfab¨¦tico. Tras 60 a?os de buf¨¦ libre de fotograf¨ªas, ahora est¨¢ prohibido saquear im¨¢genes de su interior. Ya llegar¨¢ el momento en que las ciudades cobren un impuesto para poder reproducir su patrimonio visual.
Si quieres pixelar los rincones donde durmieron, se enamoraron, bebieron, leyeron, escribieron, rieron o se equivocaron Lawrence Durrell, Allen Ginsberg, Lawrence Ferlinghetti o Ana?s Nin, entre otros cientos de escritores, adem¨¢s de hacer tus propias fotos de la fachada, puedes adquirir postales producidas por la propia librer¨ªa. Junto a ellas tambi¨¦n ha aumentado el n¨²mero de cuadernos, bolsas de tela y otros suvenires pintorescos, fetiches para el turista cultural. Desde tu punto de vista, le pregunto, ?cu¨¢les son los cambios m¨¢s importantes que est¨¢s llevando a cabo: ¡°Sobre todo nos estamos adaptando al mundo online y sus ventajas, por ejemplo con una nueva versi¨®n de la p¨¢gina web¡±.
Pero no descuida la memoria en papel: espera terminar a finales de este a?o su anunciado proyecto de un libro de historia de la librer¨ªa, basado en la clasificaci¨®n y el estudio de los materiales del archivo de su padre. Mientras tanto podemos leer Shakespeare and Company: a brief history of a Parisian bookstore, escrito por ella y generosamente ilustrado con documentos in¨¦ditos o muy poco conocidos, como las instant¨¢neas de la fachada de la librer¨ªa original, Mistral (antes de que falleciera Sylvia Beach y Whitman le cambiara el nombre); las fichas de la biblioteca de pr¨¦stamo de clientes habituales como Richard Wright o Peter ?Matthiessen; o una foto promocional de las tres gu¨ªas de Mademoiselle de Paris, una agencia con base en la librer¨ªa que durante los a?os sesenta ofrec¨ªa aprender franc¨¦s y conocer Par¨ªs, por el mismo y m¨®dico precio, en compa?¨ªa de bellas jovencitas biling¨¹es. ?Fue tu padre un buen maestro?: ¡°En realidad mi padre no me ense?¨® nada de un modo expl¨ªcito, esperaba que yo lo siguiera por el local, mirando y aprendiendo: esos momentos son los mejores recuerdos que tengo de ¨¦l¡±. Se convirti¨® en su disc¨ªpula en 2002, cuando se instal¨® en Par¨ªs tras varios a?os de separaci¨®n y George Whitman contaba ya casi 90 a?os de vida libresca. Todav¨ªa le quedaban nueve para asegurar su legado: por poco fue, adem¨¢s del librero m¨¢s famoso de la historia, un lector centenario.
Le pregunto qu¨¦ se siente al dirigir una instituci¨®n como ¨¦sta: ¡°Crec¨ª en esta librer¨ªa y pas¨¦ muchos a?os trabajando aqu¨ª con mi padre, de modo que para m¨ª no es m¨¢s que mi casa¡±. Un envidiable hogar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.