¡°El acceso de la mujer a la ciencia es un problema social¡±

A su vuelta de la Universidad de Berkeley (EEUU), tras doctorarse en Astronom¨ªa, a Silvia Torres (M¨¦xico DF, 1940) le ofrecieron compartir la oficina de su marido, con quien hab¨ªa cursado los mismos m¨¦ritos acad¨¦micos. Ella se neg¨®: ¡°Hay momentos en que dices 'me est¨¢n tratando distinto y no lo voy a aceptar'. Tuve que ser muy decidida. Si me hubiera dejado, qui¨¦n sabe d¨®nde anduviera. Son detallitos peque?os, a veces no se perciben, pero la acumulaci¨®n de estos detallitos tiene su peso¡±, recuerda ahora Torres, a pocos meses de convertirse ¡ªen 2015¡ª en presidenta de la Uni¨®n Astron¨®mica Internacional (UAI), cargo que por primera vez ostentar¨¢ una mujer latinoamericana.

¡°Me fui al ¨²ltimo rinc¨®n, pero quise hacerme mi espacio y demostrar que ten¨ªa mis m¨¦ritos propios por mi trabajo y mi val¨ªa¡±, explica. Mientras prepara c¨®mo reestructurar y adaptar a los nuevos tiempos a la UAI, una sociedad cient¨ªfica con m¨¢s de 10.000 miembros, analiza los obst¨¢culos que frenan el flujo de mujeres a empleos como cient¨ªficas y a puestos de responsabilidad dentro de su campo. ¡°La mujer, por supuesto, tiene las mismas capacidades, talento, intereses e inteligencia que el hombre. No veo ninguna diferencia inherente, las diferencias son sociales, por lo que la gente que nos rodea espera de nosotras. Y es algo muy dif¨ªcil de eliminar o subsanar¡±.

Torres habla de que la expectativa de los dem¨¢s provoca que se vayan perdiendo las mujeres por el camino, en un goteo gradual, hacia el mercado de trabajo. ¡°Es un fen¨®meno a nivel mundial, sobre todo en las ciencias m¨¢s duras y las ingenier¨ªas. Es un problema social. A la familia, al esposo, a la sociedad, le cuesta aceptar el compromiso que la mujer toma con la ciencia, un compromiso que va mucho m¨¢s all¨¢ del horario formal de trabajo¡±, reflexiona la astr¨®noma, cuya pasi¨®n y empe?o se ha concentrado en la composici¨®n qu¨ªmica de las nebulosas ¡ª"un trabajo tranquilo y modesto"¡ª. ¡°Hay muchos peque?os obst¨¢culos que dificultan a la larga alcanzar el mismo resultado que los hombres¡±, resume.

¡°Hay muchos obst¨¢culos que dificultan alcanzar el mismo resultado que los hombres¡±

La cient¨ªfica mexicana, que visit¨® Espa?a durante la reciente reuni¨®n de la Sociedad Espa?ola de Astronom¨ªa, tambi¨¦n se muestra preocupada con el acceso de los j¨®venes a la investigaci¨®n, a los que pretende incorporar a la Uni¨®n respetando la "estabilidad" que garantizan los cient¨ªficos ya consolidados. "Con la crisis, en Espa?a y otros pa¨ªses, se est¨¢n truncando vocaciones cient¨ªficas. Lo m¨¢s grave es que toda la formaci¨®n que han recibido los j¨®venes, si se quedan sin actividad dos o tres a?os, se desgasta, se atrofia o se olvida y es muy costoso reconstruir la preparaci¨®n de una persona: muy costoso para la persona y para el pa¨ªs", asegura. "Es un problema muy serio", remacha.

En M¨¦xico, seg¨²n explica, viven un momento de respiro tras la crisis, "pero no llega a haber un compromiso claro y definitivo" con la ciencia por parte de las autoridades. "El discurso s¨ª es que va a haber m¨¢s apoyo, y esperamos que as¨ª ocurra. Necesitamos ese apoyo y la decisi¨®n de las autoridades mexicanas, porque sin ese compromiso las ciencias, y sobre todo las b¨¢sicas, no salen solas". Torres quiere que ese apoyo se materialice ¡ª"es mi meta personal"¡ª con la construcci¨®n de un nuevo y mayor telescopio en el Observatorio de San Pedro M¨¢rtir, en Baja California.

"Es un momento apasionante para los astr¨®nomos, est¨¢n pasando tantas cosas y tantos resultados en tantos campos distintos: descubrimientos de planetas parecidos a la Tierra, hallazgos sobre el universo temprano... Es incre¨ªble lo que est¨¢ pasando hoy en d¨ªa, ni lo imagin¨¢bamos hace 10 o 15 a?os", asegura Torres sobre el momento actual de la astronom¨ªa gracias a grandes inversiones y el desarrollo de importantes instrumentos y herramientas de investigaci¨®n.

Torres, elegida en 2012, es la segunda mujer que accede a la presidencia de la UAI en su escaso siglo de historia, tras Catherine Cesarsky en 2006, y su nombramiento supone la segunda vez que una persona nacida en Am¨¦rica Latina accede al puesto, tras el argentino Jorge Sahade 1985.