Las diferencias entre un buen y un mal estudiante est¨¢n en los genes
Un estudio con gemelos muestra la elevada 'heredabilidad' de la inteligencia
Las buenas notas de un chaval de 16 a?os dependen de un complejo c¨®ctel de factores gen¨¦ticos y ambientales del que la ciencia a¨²n tardar¨¢ (si es que lo consigue) conocer sus ingredientes. Sin embargo, con la ayuda de miles de gemelos y mellizos, investigadores brit¨¢nicos creen poder explicar el peso de los genes en la inteligencia y otras caracter¨ªsticas que diferencian a los buenos de los malos estudiantes.
En gen¨¦tica de poblaciones, los gemelos monocig¨®ticos (un ¨®vulo fecundado) son de gran ayuda. Pero a¨²n lo son m¨¢s los gemelos dicig¨®ticos o mellizos (dos ¨®vulos fecundados). Mientras los primeros comparten el 100% de los genes, los segundos, estad¨ªsticamente, tienen un parecido gen¨¦tico del 50%. Esta diferencia puede ser clave para determinar el peso del ambiente o los genes en el perfil de los individuos.
Un equipo de expertos liderados por cient¨ªficos del King College de Londres ha usado los datos del?Certificado General de Educaci¨®n Secundaria de 6.653 parejas de gemelos (un tercio del total) y mellizos para comprobar la influencia de los genes en las calificaciones. Este certificado es una especie de selectividad que han de realizar los estudiantes brit¨¢nicos al acabar sus estudios obligatorios, en torno a los 16 a?os.
Los investigadores part¨ªan de una premisa b¨¢sica en este tipo de estudios con gemelos. Se presupone que los dos hermanos comparten el mismo entorno tanto dom¨¦stico como, en este caso, educativo. Sus padres ponen el mismo empe?o en las tareas de los dos, van al mismo colegio y, en muchos caso, la misma clase... Igualados en lo ambiental, las diferencias entre las calificaciones entre monocig¨®ticos y dicig¨®ticos deber¨ªan ser de origen gen¨¦tico.
El estudio se basa en 6.653 parejas de gemelos, un tercio de ellos monocig¨®ticos
Sus resultados, publicados en la revista PNAS, muestran que las calificaciones de los chavales presentan una gran heredabilidad. Este es un concepto de la gen¨¦tica cuantitativa que puede ser confuso. Alta heredabilidad no significa que el sobresaliente de un determinado alumno dependa m¨¢s o menos de sus genes sino que las diferencias en las notas de una poblaci¨®n, como los 13.000 estudiados, tienen un mayor o menos origen gen¨¦tico.
"Otros trabajos ya hab¨ªan demostrado que los logros acad¨¦micos son heredables", dice la investigadora del King College y principal autora del estudio, Eva Krapohl. "Lo que mostramos en nuestro estudio es que la heredabilidad de estos logros van m¨¢s all¨¢ de la inteligencia. Es una combinaci¨®n de otros muchos rasgos, todos heredables en mayor o menos medida", a?ade.
Los cient¨ªficos condensaron casi un centenar de variables en nueve rasgos generales de los alumnos. Adem¨¢s de la inteligencia, tuvieron en cuenta aspectos como la confianza en las propias capacidades, su personalidad, salud general, bienestar, posibles problemas de conducta o c¨®mo se percib¨ªan el entorno dom¨¦stico y el educativo.
Vieron que, al menos el 62% de las diferencias entre las calificaciones es de origen gen¨¦tico. De ese porcentaje, el principal culpable es la inteligencia. Pero no es la ¨²nica. El resto de rasgos considerados, encabezados por la confianza en las propias capacidades, tambi¨¦n tienen su papel.
De hecho, el resto de rasgos combinados supera el peso de la inteligencia en los logros educativos. El resultado es importante porque, como recuerdan los autores de la investigaci¨®n, la inteligencia es muchas veces considerada de origen gen¨¦tico y otros factores como la confianza o la salud m¨¢s ambientales.
"Nuestros resultados sugieren lo contrario: la influencia gen¨¦tica es mayor para los logros [acad¨¦micos] que para la inteligencia y otros rasgos de la personalidad est¨¢n relacionados con los logros acad¨¦micos por razones gen¨¦ticas", escriben en sus conclusiones.
No hay determinismo gen¨¦tico
Para el director del programa programa de Epigen¨¦tica del Instituto de Investigaci¨®n Biom¨¦dica de Bellvitge, Manel Esteller, que no est¨¢ relacionado con este estudio, sus conclusiones son interesantes pero presenta un gran problema. Los hermanos gemelos han crecido en el mismo ambiente y eso dificulta diferenciar entre factores ambientales y gen¨¦tico. "El ambiente habla con nuestro genoma", resume.
Para el investigador catal¨¢n, lo ideal ser¨ªa poder estudiar gemelos pero que vivieran en familias diferentes, fueran a distintas escuelas y crecieran en ambientes diferenciados. As¨ª s¨ª se podr¨ªa zanjar el viejo debate entre genes y ambiente. Pero algo as¨ª parece imposible de hacer, al menos con muestras que fueran representativas.
En Espa?a, el mayor registro de gemelos con fines cient¨ªficos est¨¢ en Murcia y lo gestiona el profesor de la Universidad de Murcia, Juan Ordo?ana. Este psic¨®logo, que tampoco ha intervenido en el estudio con los gemelos brit¨¢nicos, rechaza que sus resultados apoyen la existencia de un determinismo gen¨¦tico en las notas.
"No hay determinismo gen¨¦tico ni ambiental, las calificaciones dependen de una interacci¨®n din¨¢mica entre genes y ambiente", aclara. El trabajo, a?ade, "se ha realizado en un pa¨ªs occidental, con un sistema educativo universal, si fuera en un pa¨ªs con mayor desigualdad, esas diferencias en las calificaciones se deber¨ªan m¨¢s a factores ambientales y la heredabilidad ser¨ªa menor".
Lo que m¨¢s destaca Ordo?ana de este trabajo es su invitaci¨®n a cambiar el modelo educativo. Con el avance hacia una mayor comprensi¨®n de los factores gen¨¦ticos que intervienen en los resultados acad¨¦micos, "estar¨ªamos en mejores condiciones para adaptar la educaci¨®n a cada ni?o".
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