?Pizza o hamburguesa?

Parad¨®jicamente, es posible hacer una llamada y recibir en casa, en 20 minutos, un men¨² de sushi, comida tailandesa, paella para cuatro y hasta un par de tarteras de lentejas caseras¡­ pero no una hamburguesa grasienta de fast food. Muchos lo agradecen. A saber qu¨¦ dir¨ªa la b¨¢scula si un men¨² completo estuviera a golpe de llamada. Pero a los establecimientos de comida r¨¢pida m¨¢s conocidos de nuestro pa¨ªs a¨²n no se les ha ocurrido invertir en una flota de motos que reparta a domicilio. Aparentemente, no lo necesitan. Seg¨²n un estudio publicado por la consultor¨ªa DBK el pasado a?o, la hamburgueser¨ªa es un negocio al alza que en el a?o 2012 aument¨® un 3,1 %. Sin embargo, se han tenido que cerrar pizzer¨ªas porque las ventas descendieron en un 3 %. Un dato m¨¢s: Espa?a est¨¢ a la cola de consumo de la conocida como comida basura. Solo gastamos 21,81 de euros de media al a?o en ella, seg¨²n un estudio realizado por el Strategic Research Center de la EAE Business School.

Aun as¨ª, en mayo de 2013, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) solicit¨® a los pol¨ªticos leyes que frenaran el consumo de comida r¨¢pida en Occidente. El fin es el de revertir la creciente epidemia de sobrepeso, que puede tener consecuencias graves para la salud a largo plazo: de diabetes a problemas card¨ªacos. En un trabajo llevado a cabo por el Departamento de Ciencias de la Salud P¨²blica de la Universidad de California-Davis (Estados Unidos) y realizado en 25 pa¨ªses tomando como comparativas 1999 y 2008, se demostr¨® que el aumento entre el consumo de comida r¨¢pida (que subi¨® de 26,61 % a 32,76 %) era directamente proporcional al ?ndice de Masa Corporal Medio (que pas¨® de un 25,8 a 26,4). No es tarea f¨¢cil, sin embargo, renunciar a la comida r¨¢pida. Sobre todo cuando llegamos al viernes, tras una semana extenuante y con el firme y certero convencimiento de que merecemos una sabrosa recompensa. ?Pizza o hamburguesa?

La nutricionista Vanessa Buitrago, de Medicadiet, rompe una lanza a favor de estos alimentos: ¡°Tanto las pizzas como las hamburguesas pueden ser saludables. El problema aparece cuando las cadenas de comida r¨¢pida las convierten en alimentos de tama?o desorbitado, usan ingredientes con alto contenido en grasa y su consumo se liga a acompa?antes como patatas fritas, aros de cebolla, bebidas gaseosas o nuggets¡±. Vaya, justo lo que queremos. ¡°Una sesi¨®n de fast food incorpora en el organismo m¨¢s de la mitad de las calor¨ªas que se necesitan en todo el d¨ªa¡±, sentencia Buitrago.

Las hamburguesas, junto con la leche, son dos de los alimentos m¨¢s vigilados por la autoridades sanitarias. El ADN de caballo encontrado en dos de las 20 marcas que la OCU analiz¨® y denunci¨® el pasado a?o, las ha colocado en el punto de mira. Pero no hablamos del universo de la comida r¨¢pida, sino de las hamburguesas frescas envasadas que se pueden encontrar en muchos supermercados. Vayamos al burger.

Variedad cl¨¢sica de establecimiento de comida r¨¢pida (Calor¨ªas: 921, Grasas: 57,8 gramos, Hidratos de Carbono. 51,2 gramos). Sus defensores se escudan en la excusa de que suelen llevar verdura. Y es cierto que las hamburguesas vienen acompa?adas por una rodaja de tomate. ¡°Lo malo es que han pasado de ser un alimento a convertirse en un men¨². Las cadenas de fast food las ofrecen con una cantidad excesiva de ingredientes, una raci¨®n grande de patatas fritas y refresco¡±, explica la nutricionista. Haga la suma y descubrir¨¢ que el aporte cal¨®rico puede ascender hasta 1.500.

Buitrago desmenuza uno a uno sus ingredientes:

• Carne picada. La pieza angular de la hamburguesa. Suele ser carne de ternera o de cerdo (o una mezcla de ambas). Cuando son de pollo o pavo aportan menos cantidad de calor¨ªas y de grasa.
• Pan. Es el ingrediente b¨¢sico y, con el tiempo, ha ido aumentando de tama?o. Adem¨¢s, en ocasiones, contiene otros ingredientes como virutas de beicon.
• Queso. Complemento indispensable en las cadenas de comida r¨¢pida. Este tipo de queso laminado tiene un elevado contenido en grasas saturadas.
• Patatas fritas. Es el acompa?ante habitual de las hamburguesas. Su contenido en grasa es muy alto, pudiendo llegar aportar unas 500 calor¨ªas extra a la comida.
• Salsas. Es muy com¨²n que la mayor¨ªa de las cadenas innoven y ofrezcan nuevas salsas, con una alta cantidad de grasas saturadas y az¨²car.
• Sal. Las hamburguesas que se consumen fuera de casa contienen mucha sal.?

Hay ciertos detalles que pueden aligerar notablemente nuestro sentimiento de culpa. La nutricionista recomienda elegir entre la carta las que lleven carnes m¨¢s magras (pollo o pavo preferiblemente) y evitar a toda costa las que van aderezadas por una loncha de beicon. Conviene escoger los tama?os m¨¢s peque?os y rechazar las XXL o los formatos ¡°doble¡± que llevan varios filetes de carne, queso y hasta pan. ¡°Como acompa?amiento no hay que incluir patatas fritas, aros de cebolla o similares. Es mucho mejor apostar por las ensaladas y elegir hamburguesas que no lleven salsas¡±, a?ade Buitrago. ?Para beber? Agua o un refresco light.

Pizza: su queso, fuente de placer (y grasa)

La OCU tambi¨¦n se ha preocupado de analizar 15 marcas de pizzas refrigeradas. ?El veredicto? Exceso de sal, grasas e hidratos de carbono y defecto de rigor en el etiquetado a la hora de expresar los porcentajes de ingredientes, la informaci¨®n nutricional y el tipo de grasas.

Tres porciones grandes de pizza barbacoa (Calor¨ªas: 690; Grasas: 30 gramos; Hidratos de carbono: 75 gramos).? ¡°La base de la pizza tradicional est¨¢ elaborada con harina de trigo, agua, levadura, sal y aceite de oliva. Sin embargo, las pizzas que encontramos en supermercados y cadenas de comida r¨¢pida contienen m¨¢s grasa (no siempre de oliva), az¨²cares y aditivos¡±, se?ala Buitrago. Los ingredientes principales son m¨²ltiples: carnes, pescados, verduras, quesos¡­ Tambi¨¦n es com¨²n que lleven alimentos ricos en grasas saturadas como salchich¨®n, beicon, salami o salchichas. ¡°Estos ingredientes aumentan el aporte cal¨®rico y adem¨¢s hacen m¨¢s pesadas las digestiones¡±, anota. El queso es uno de los elementos estrella de la pizza. Pero hay que saber que se funde tan bien porque contiene una alta cantidad de materia grasa.

Vanessa Buitrago nos da consejos para elegir la opci¨®n m¨¢s saludable tanto fuera de casa como a la hora de comprar. ¡°Hay que leer su etiqueta y decantarse por las que tengan menor cantidad de grasas y aditivos, as¨ª como de masa ligera y sin bordes rellenos. Aconsejar¨ªa evitar ingredientes como las salchichas, el salami, el beicon o las salsas¡±. A la hora de pedir a domicilio es muy importante controlar el tama?o de la raci¨®n. No es lo mismo comerse una porci¨®n que cinco. ?Qu¨¦ tal tres?

La especialista Terika Uriol, con su propio centro de nutrici¨®n en Madrid, compara pues el cl¨¢sico men¨² de bocadillo de hamburguesa vacuna con tomate, pepinillo, cebolla, lechuga, queso y salsas, con las tres porciones de pizza barbacoa, y estas son sus conclusiones.

1. Si est¨¢ a dieta, es preferible la pizza. Tiene menos calor¨ªas y menos grasa. Especialmente si la hamburguesa va con patatas fritas medianas (500 calor¨ªas). ?Porque qui¨¦n es capaz de ir al McDonald's o al Burger King y optar por la ensalada?

2. Si quiere que las razones de salud sean las que pesen en su decisi¨®n, tambi¨¦n deber¨ªa seleccionar la pizza, con menos grasas saturadas que la hamburguesa. En cuanto al valor proteico, ambas opciones lo comparten: la clave est¨¢ en el queso.

3. En caso de querer moderar el consumo de sal o tener problemas de retenci¨®n de l¨ªquidos, ambos alimentos llevan mucho sodio, aunque en la pizza la cifra se reduce a la mitad.

4. Las grasas son m¨¢s o menos las mismas, si a la hamburguesa no se suma una raci¨®n de patatas.

5. ?Y para los ni?os? La pizza es mayor fuente de calcio.

6. Las pizzas de fast food m¨¢s saludables son las de jam¨®n York, vegetal o de la huerta, pues reducen a la mitad su contenido graso. Las de cerdo, carne picada, beicon o doble base de queso son las que salen peor paradas. En el caso de la hamburguesa, optar por una de pollo o pavo ser¨¢ siempre m¨¢s beneficioso para el organismo. ?

Si ayer ya se dio un homenaje de comida r¨¢pida, pero hoy quiere repetir, la nutricionista Vanessa Buitrago le sugiere elaborar en casa estas recetas para ortor¨¦xicos.

Pizza de coliflor (4 personas). Modo de preparaci¨®n: Picar la coliflor hasta obtener granitos y ponerla a calentar en el microondas unos 10 minutos. Dejar enfriar y cubrirla con ayuda de una malla o trapo, que despu¨¦s se escurrir¨¢ para eliminar el agua. Mezclar la coliflor con el huevo y el queso. Aplanar hasta conseguir forma de pizza. Introducirla en el horno unos 10-15 minutos a 180?C. Sacar la masa y a?adir los dem¨¢s ingredientes. Gratinar cinco minutos m¨¢s.

Hamburguesa de at¨²n (1 persona). Modo de preparaci¨®n: Cortar el at¨²n en taquitos muy peque?os. Picar la cebolla y el ajo, a?adir el huevo y mezclarlo bien. A continuaci¨®n, hay que amasar la mezcla con el at¨²n hasta conseguir una masa homog¨¦nea. Una vez que tenga forma de hamburguesa, cocinarla a la plancha. Incorporar finalmente al pan y a?adir la lechuga y el tomate.