Y no volver¨¢n las oscuras golondrinas
Una cuarta parte de las aves m¨¢s comunes en Europa ha desaparecido en tres d¨¦cadas Un estudio cree err¨®neo proteger solo a las especies m¨¢s singulares con ¨¢reas protegidas
Casi una cuarta parte de las aves que surcaban los cielos de Europa hace 30 a?os ha desaparecido. Un estudio con datos de 25 pa¨ªses europeos muestra c¨®mo la poblaci¨®n aviaria salvaje ha pasado de algo m¨¢s de 2.000 millones en 1980 a 1.600 millones en la actualidad. El grueso de los p¨¢jaros desaparecidos pertenece a las especies m¨¢s comunes, esas que no tienen ning¨²n tipo de protecci¨®n.
Investigadores de varias universidades y organizaciones, liderados por bi¨®logos de la Universidad de Exeter (Reino Unido), han recopilado los datos disponibles del n¨²mero de aves en Europa. Su trabajo se inici¨® en 1980 y acab¨®, con las ¨²ltimas cifras disponibles, de 2009. Las estad¨ªsticas son abrumadoras.
La poblaci¨®n aviaria europea ha descendido en m¨¢s de 420 millones de ejemplares en tres d¨¦cadas. Es una estimaci¨®n, pero a¨²n as¨ª la cifra es alarmante. Adem¨¢s, los c¨¢lculos son solo para 144 especies de las m¨¢s de 500 que hay catalogadas en Europa. De seguir a este ritmo, los p¨¢jaros desaparecer¨ªan del viejo continente antes de acabar el siglo.
"No, no vamos a perder a todas las aves", aclara el investigador del Instituto de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la universidad brit¨¢nica y principal autor del estudio, Richard Inger. "El declive se ha ralentizado recientemente y es de esperar que los crecientes esfuerzos de conservaci¨®n aseguren el futuro de la mayor¨ªa de las especies. Pero tenemos que asegurarnos de que gestionamos el medio ambiente con la vida silvestre en mente", a?ade.
Pero el hecho m¨¢s relevante que muestra este trabajo, publicado en Ecology Letters, es que no todas las especies est¨¢n desapareciendo por igual. De hecho, hay muchas de las llamadas singulares, como ¨¢guilas, buitres o cig¨¹e?as, que han visto aumentar sus poblaciones. En realidad, el genocidio est¨¢ afectando a las especies peque?as y m¨¢s comunes.
En todos los ecosistemas hay una especie de ley natural por la que la mayor¨ªa de las especies tiene poblaciones reducidas mientras que unas pocas est¨¢n formadas por cientos de miles o millones de ejemplares. Son ¨¦stas las que est¨¢n desapareciendo. Cerca del 90% de aquellos 420 millones de aves, pertenecen a solo 24 especies de los m¨¢s comunes y peque?os p¨¢jaros.
La poblaci¨®n de aves en Europa ha descendido en m¨¢s de 420 millones desde 1980
En ciudades como Londres o Praga, el gorri¨®n com¨²n pr¨¢cticamente se ha extinguido. Adem¨¢s del gorri¨®n com¨²n, las poblaciones de golondrina com¨²n, vencejo com¨²n, alondras, varias especies de perdiz o las bandadas de estorninos ya no son tan comunes como antes. Con datos de seguimiento de 20.000 puestos repartidos por Espa?a desde hace 18 a?os, la organizaci¨®n SEO/BirdLife, cuyos datos han servido para este estudio, estima que el n¨²mero de golondrinas se ha reducido en un 30%, mientras que el de los gorriones ha ca¨ªdo hasta la mitad. Y eso, en cifras totales, son muchos millones.
"El declive es enorme en determinadas especies y de ¨¦stas hay millones de ejemplares", asegura el coordinador del ¨¢rea de Seguimiento de la Avifauna de SEO/BirdLife, Juan Carlos del Moral, no relacionado con este estudio.
La investigaci¨®n se?ala algunas de las causas de este declive tan acentuado y todas tiene a los humanos detr¨¢s. La expansi¨®n de las ciudades a costa del medio rural es una de ellas. En las zonas costeras, por ejemplo, cada primavera se fumiga en los alrededores de las urbanizaciones tur¨ªsticas. Eso acaba con los molestos mosquitos, pero tambi¨¦n con el sustento de muchas especies de aves que, como las golondrinas y vencejos, est¨¢n en su periodo de cr¨ªa.
La agricultura, culpable
Pero es la moderna agricultura la principal causa del casi exterminio de las aves m¨¢s comunes de Europa. Lo dice el estudio y lo confirma Del Moral: "En la agricultura moderna, el uso de avanzados fitosanitarios est¨¢ acabando con los insectos de los que se alimentan", dice. Y pone de ejemplo a los neonicotinoides, pesticidas de baja toxicidad (para los humanos) que entran en las plantas. Al comer de ellas o libar de sus flores, ataca el sistema nervioso paralizando hasta la muerte a los insectos.
Podr¨ªa parecer que la desaparici¨®n de unos millones de p¨¢jaros vulgares (alguno lleva ese apellido en su denominaci¨®n cient¨ªfica) no es tan grave. Pero de ellos depende la buena salud de sus ecosistemas. Por un lado, son la base de la cadena tr¨®fica. Las grandes aves carn¨ªvoras, cuyas poblaciones se han recuperado, podr¨ªan verse afectadas al disponer de menos presas.
Adem¨¢s, los pajarillos prestan otros servicios menos evidentes pero igual de relevantes. Son un buen agente natural contra las plagas, controlando la poblaci¨®n de insectos. Algunos polinizan diversas especies de plantas y muchos ayudan a dispersar las semillas de varias familias de ¨¢rboles.
En sus conclusiones, los autores del estudio se preguntan si la concentraci¨®n de los esfuerzos de protecci¨®n en las grandes y singulares aves no estar¨ªa siendo un error. Quiz¨¢ el modelo actual de proteger a las especies con la creaci¨®n de santuarios sea insuficiente. "Por muchas reservas que crees, nunca proteger¨¢s a las golondrinas que cr¨ªan en los tejados de nuestras casas", comenta el experto de SEO/BirdLife. Para Del Moral, para proteger a las aves m¨¢s comunes, "habr¨ªa que cambiar la econom¨ªa en bloque, empezando por la poli¨ªtica agroalimentaria europea".
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