Si tira un objeto al d¨ªa, se sentir¨¢ mejor
?Por qu¨¦ lo superfluo ocupa tanto espacio? ?Nuestras posesiones nos poseen y esclavizan? Ellos simplificaron su vida y les sali¨® bien
Pongamos que, por una emergencia, tiene que salir de su casa y decidir r¨¢pidamente qu¨¦ se llevar¨ªa con usted. Solo dispone de unos instantes para pensarlo. ¡°Me llevar¨ªa el ordenador y el m¨®vil. Y, si me dan cinco minutos, incluir¨ªa todo lo que tengo en el armario, porque cabe en la maletita de mano. Son las 33 prendas que uso esta temporada¡±, se?ala la minimalista Valentina Th?rner. Para Th?rner, organizadora personal y experta en productividad, quiz¨¢ resulte f¨¢cil, pero lo que muchos de nosotros tenemos en el armario ocupa m¨¢s maletas que las que permiten en un vuelo transatl¨¢ntico, incluso en primera clase. Por no hablar de todo lo dem¨¢s: libros, discos, utensilios de cocina, las tacitas de t¨¦ de la abuela y un etc¨¦tera tan largo como los a?os que hemos tardado en acumular todos esos objetos.
?Tenemos demasiadas cosas? ?Nos poseen nuestras posesiones? Eso creen Ryan Nicodemus y Joshua Fields, el d¨²o de amigos de Ohio (EE. UU.) que est¨¢ detr¨¢s de The Minimalists. ¡°Lo ten¨ªamos todo. Salarios abultados, casas grandes, coches nuevos. Pero no ¨¦ramos felices¡±, se?ala Nicodemus por tel¨¦fono desde Londres, donde est¨¢ promocionando su ¨²ltimo libro, Everything That Remains, un resumen/diario de su viaje hacia el minimalismo. La aventura, que comenz¨® deshaci¨¦ndose de un objeto al d¨ªa durante un mes, les llev¨® a cambiar de trabajo, coches y casoplones. Ahora viven en una caba?a en Missoula (Montana) con poco m¨¢s que lo puesto. ¡°Como Henry David Thoreau, pero con Wi-Fi¡±, como los defin¨ªa el Boston Globe en un art¨ªculo en el que comparaba a esta pareja de treinta?eros con el c¨¦lebre pensador norteamericano.
Repase peri¨®dicamente su hogar
¡°Todos tenemos demasiadas cosas¡±, apunta Th?rner, alemana residente en Barcelona. ¡°Nuestra cultura est¨¢ orientada hacia el consumo desenfrenado. No solo de cosas, tambi¨¦n de tareas y actividades. ?Y encima tienes que dormir ocho horas cada noche!¡±. Nicodemus, por su parte, se?ala que el minimalismo le ayud¨® a ¡°reducir todo lo superfluo¡± de su vida. ¡°Me centr¨¦ en lo que considero importante. Es un viaje. Cada d¨ªa me cuestiono cosas. No solo c¨®mo deshacerme de lo que no necesito. Tambi¨¦n c¨®mo uso mi tiempo, mis recursos, y si lo hago para traer cosas a mi vida que me procurar¨¢n felicidad o sirven un prop¨®sito¡±. ?ngel Gonz¨¢lez, coautor de El Blog Alternativo y de la serie Simplifica tu vida, con consejos aplicados a las finanzas, la casa o el trabajo, cree que es importante repasar peri¨®dicamente nuestro hogar, sin necesidad de que haya una mudanza de por medio, y dejar las rutinas que ya no aportan nada. Gonz¨¢lez y su pareja dejaron Barcelona y sus trabajos estables para instalarse en un peque?o pueblo de La Rioja y, entre otras cosas, simplificar su vida. Uno de los puntos clave, cree Gonz¨¢lez, es rebajar las expectativas. ¡°Es mejor tener una vida m¨¢s humilde y poder disfrutar de ella¡±.
Una aclaraci¨®n importante: no se trata de ser m¨¢s ordenados. Los Minimalistas creen, de hecho, que la organizaci¨®n puede ser contraproducente, ya que dificulta que nos deshagamos del desorden. ¡°Parece que est¨¢s organizando, pero en realidad est¨¢s ocultando cosas en cajas¡±, dice Nicodemus. En opini¨®n de Th?rner, el problema es que, cuando empieza a organizar sus posesiones, mucha gente olvida para qu¨¦ lo hace. ¡°Si no tienes claro qu¨¦ es lo que quieres conseguir, solo mueves las cosas. Hay gente que hace una superlimpieza, lo desempolva todo y lo vuelve a guardar de forma ordenada. As¨ª, no ha simplificado nada. Al final, las cosas que usas regularmente son las que necesitas¡±.
Deshacerse de objetos con valor sentimental ¡ªesas tacitas de t¨¦ de la abuela¡ª es lo m¨¢s complicado, opina Nicodemus. ¡°He aprendido que los recuerdos no est¨¢n en las cosas, est¨¢n en nosotros. Ten¨ªa un mont¨®n de cartas de mi madre que significaban mucho para m¨ª. Antes de deshacerme de ellas, les hice fotos y las met¨ª en un disco duro. T¨¦cnicamente las tengo, pero no he vuelto a mirarlas desde que las tir¨¦. Lo que confirma que las memorias est¨¢n en nosotros¡±. El truco: reducir el n¨²mero de objetos con valor sentimental, para incrementar as¨ª su significado y que no se pierdan en la jungla de pertenencias.
No eres lo que tienes
El minimalismo va m¨¢s all¨¢ de los objetos y alcanza las aficiones, el trabajo o las relaciones sociales. ¡°Es f¨¢cil decir ¡®desde ahora no me voy a rodear de gente t¨®xica¡¯. Pero ?qu¨¦ pasa si esa gente t¨®xica es tu suegra?¡±, se pregunta Th?rner. Por esta raz¨®n, recomienda emprender los cambios en las relaciones de forma muy paulatina. Nicodemus, por su parte, se desprendi¨® sin grandes traumas de posesiones como su coche o su casa, pero lo que realmente le cost¨® dejar atr¨¢s fue su identidad. ¡°Estaba asociando qui¨¦n soy con las vacaciones que hac¨ªa, el coche que ten¨ªa, los clubes deportivos a los que pertenec¨ªa. Dejar esta identidad fue lo m¨¢s complicado¡±, apunta.
?Es el minimalismo una moda cool, como se?alan algunos? Al fin y al cabo, sostienen los cr¨ªticos, para librarse de cosas es necesario haberlas tenido. Gonz¨¢lez cree que ¡°siempre hay algo que tenemos de m¨¢s, sea material o no¡± y, por lo tanto, la mayor¨ªa de la gente puede beneficiarse de ello. Para Th?rner, lo importante es diferenciar entre minimalismo y lo que ella llama ¡°consumo escondido¡±. ¡°Minimalismo es restringirte a las cosas que necesitas. El consumo escondido es algo as¨ª como ¡®solo tengo 100 cosas, pero cada mes son diferentes porque las he tirado y me he comprado otras nuevas¡¯. Tener poco pero consumir mucho es lo contrario al minimalismo¡±. La organizadora personal no duda de que, en general, a todos nos ir¨ªa bien apuntarnos a este carro, y alude al ejemplo de Leo Babauta, autor de Zen Habits, uno de los blogs pioneros en el campo de la b¨²squeda de la simplicidad que se encuentra entre los 100 m¨¢s le¨ªdos del mundo. Babauta es tambi¨¦n padre de seis hijos, pero ser familia numerosa no impide que siga (y predique) el ultraminimalismo. ¡°La vida puede ser rid¨ªculamente complicada si lo permites. Sugiero que simplifiques¡±, escribe en su blog. Gonz¨¢lez ¡ªde El Blog Alternativo¡ª sigue este consejo, ya que cree que al simplificar te sientes ¡°menos esclavo, con mayor paz mental, una sensaci¨®n de que vives m¨¢s ligero y que te permite saborear m¨¢s conscientemente cada momento¡±. ?Qu¨¦ se llevar¨ªa Gonz¨¢lez de casa, si tuviera que salir con urgencia? ¡°Los buenos recuerdos. Pero esos ya est¨¢n en mi cabeza¡±.
Dos juegos para iniciarse
?Es posible pasar la temporada con solo 33 prendas? Eso es lo que propone Proyecto 333. Las reglas son muy b¨¢sicas:
- Escoja 33 prendas y accesorios para utilizar durante la temporada, incluyendo zapatos (cada par cuenta por uno) y chaquetas.
- Quedan excluidos de la lista el pijama, la ropa interior, la alianza o alguna otra joya de uso diario y la ropa para practicar deporte.
Valentina Th?rner se?ala que el principal obst¨¢culo es enfrentarse a la opini¨®n de los dem¨¢s. "Lo he hecho trabajando de directora de cuentas en Yahoo; como aut¨®noma o como coach, as¨ª que no hay excusas". Cuando se tiene un trabajo estresante lo importante, dice, es reducir el "estr¨¦s de armario", para no a?adir m¨¢s agobio al levantarte por la ma?ana. "Con 33 prendas es muy f¨¢cil ver lo que tienes y decidir qu¨¦ te vas a poner". Y si tras dar el primer paso y revisar los armarios decides que esto no va contigo, "siempre puedes rescatar las 4.000 prendas que dejaste en el altillo e igual as¨ª dejas de comprar cosas solo porque est¨¢n de saldo", dice Th?rner.
Minimalista en 30 d¨ªas. El juego propuesto por The Minimalists consiste en lo siguiente: encuentre a un amigo o familiar que desee librarse de su exceso de posesiones. Durante un mes, cada uno ha de tirar, donar o reciclar algo. El primer d¨ªa, una cosa. El segundo, dos. El tercero, tres, y as¨ª sucesivamente. Desde ropa a aparatos electr¨®nicos, muebles o herramientas. Cuesta poco al principio, pero se complica a partir la segunda semana, cuando hay que deshacerse de una docena de art¨ªculos cada d¨ªa. Quien aguante m¨¢s tiempo, gana.
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