Todo lo que hace su cuerpo (y usted no se da ni cuenta)
Al caer dormidos, el organismo se toma ciertas libertades. Siete cosas sorprendentes que suceden mientras ronca
Tanto si es usted de los que duermen de un tir¨®n, como si pertenece al grupo de los que van enganchando un sue?o con otro a duras penas, le har¨¢ ilusi¨®n saber que durante esas horas de modorra no todo es letargo y desconexi¨®n, porque el sue?o no consiste en entrar en coma. Es en este tiempo cuando se llevan a cabo funciones fisiol¨®gicas imprescindibles para el equilibrio ps¨ªquico y f¨ªsico de nuestro organismo, que aportan grandes beneficios (algunas m¨¢s que otras). Como han sugerido cient¨ªficos de la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, el cerebro podr¨ªa reforzar la memoria de conocimientos ya existentes con solo escuchar ciertos est¨ªmulos sonoros durante el sue?o, aunque no seamos conscientes de ello. Estas son otras siete cosas que suceden mientras ronca (y usted sin enterarse).
1. Se excita sin querer. ¡°Nuestro organismo est¨¢ muy activo mientras dormimos y esa actividad es diferente en funci¨®n del estadio y fase del sue?o en la que nos encontremos. Durante la fase REM, por ejemplo, se observa un aumento de la actividad metab¨®lica del cerebro en determinadas ¨¢reas, con m¨¢s consumo de ox¨ªgeno y glucosa. Es en esta etapa cuando tambi¨¦n ocurren las erecciones nocturnas¡±, dice el doctor Gonzalo Pin, jefe de la Unidad del Sue?o del Hospital Quir¨®n Valencia. Y no solo en ellos, porque en las mujeres aumenta la circulaci¨®n sangu¨ªnea en la zona del cl¨ªtoris y tambi¨¦n la lubricaci¨®n vaginal, por lo que se potencia la sensaci¨®n de excitaci¨®n sexual. Involuntaria, eso s¨ª.
2. Quema lo que come. ¡°Se consumen muchas calor¨ªas al dormir¡±, afirma el doctor Pin. ¡°Aproximadamente, y dependiendo de la edad y constituci¨®n, entre tres y cuatro calor¨ªas y media, por kilo y hora de sue?o. Ya hemos dicho que el sue?o es un proceso muy activo, por eso, como nuestro organismo contin¨²a trabajando mientras dormimos, necesita tirar de las reservas de energ¨ªa para ello¡±, a?ade el experto. No es un gasto suficiente como para caer en el adelgazamiento, pero restarle horas al sue?o s¨ª favorecer¨¢ que incremente de peso (adem¨¢s, menos de 6 horas de descanso nocturno aumentar¨¢n su apetito, seg¨²n un estudio publicado en American Journal of Human Biology).
Reci¨¦n levantados somos un poquito m¨¢s altos que a ¨²ltima hora del d¨ªa¡±, declara el doctor Gonzalo Pin
3. Crece unos cent¨ªmetros. No es un truco de magia, y tampoco son cent¨ªmetros que se vayan acumulando a lo largo de los a?os, pero lo cierto es que durante la noche, estando tumbados durante horas, la columna vertebral se libera de la presi¨®n a la que la sometemos a diario y eso nos permite dar un peque?o estir¨®n. ¡°A lo largo del d¨ªa, los discos que hay entre las v¨¦rtebras, que son esponjosos, se comprimen (entre otras cosas por la gravedad) y durante el descanso en posici¨®n horizontal se vuelven a expandir. Reci¨¦n levantados somos un poquito m¨¢s altos que a ¨²ltima hora del d¨ªa¡±, declara el doctor Pin.
4. Baja la temperatura corporal. Al igual que ocurre con la producci¨®n de melatonina, que aumenta o disminuye seg¨²n el momento en el que nos encontremos del ciclo circadiano (ritmos biol¨®gicos que nos imponen rutinas), la temperatura del cuerpo sigue un patr¨®n similar. ¡°La que denominamos central disminuye como una se?al de tendencia al sue?o¡±, explica el doctor. En esos instantes, a ¨²ltima hora de la noche y antes de acostarnos, el cerebro interpreta que una temperatura corporal inferior a la habitual significa que es hora de dormir (queremos mantita), y la producci¨®n de melatonina aumenta provocando en el organismo la llamada al sopor. Seg¨²n la Fundaci¨®n Nacional del Sue?o de Estados Unidos, cuatro horas despu¨¦s de caer en los brazos de Morfeo, nuestra temperatura alcanza su m¨ªnimo. De todas formas, no es necesario que para remediarlo aumente demasiado los grados de la habitaci¨®n. Los expertos recomiendan una temperatura ambiente de entre 15 y 20 grados. La American Academy of Sleep Medicine advierte de que para mejorar la calidad del sue?o, el dormitorio deber¨ªa simular una cueva (fr¨ªo, tranquilo y oscuro).
5. El coraz¨®n se toma un respiro. La presi¨®n sangu¨ªnea y el ritmo cardiaco, como otras funciones del cuerpo, tienen tambi¨¦n un ciclo circadiano que ocasiona una disminuci¨®n de la actividad de ambos durante el sue?o. Se trata de un mecanismo de defensa, puesto que, como aclara el doctor, ¡°esta disminuci¨®n de la tensi¨®n arterial nocturna nos protege a todos, es como ¡®dejar descansar un poco¡¯ las arterias, que son las autov¨ªas de nuestro organismo, descongestionando la intensidad de tr¨¢fico¡±. Esto permite que todo el sistema circulatorio pueda relajarse y reponerse de los esfuerzos a los que ha estado expuesto durante el d¨ªa. Por eso, es importante que las horas de sue?o sean de calidad, sin interrupciones y con un despertar agradable que aporte vitalidad y vigor, seg¨²n definen los estudios de la investigadora Allison G Harvey, del departamento de Psicolog¨ªa de la Universidad de Berkeley, en California. Para conseguirlo, hay que marcarse una disciplina en los horarios e irse a dormir, siempre, a la misma hora; no beber ni tomar por la noche productos estimulantes; evitar los ambientes demasiado luminosos y chillones a partir del atardecer; no tener aparatos electr¨®nicos en el dormitorio ni ver la tele desde la cama.
6. Los m¨²sculos se relajan y tambi¨¦n se paralizan. ¡°Durante la fase REM se produce una disminuci¨®n fisiol¨®gica del tono muscular que es absolutamente normal¡±, explica el especialista en trastornos del sue?o. Tambi¨¦n es muy habitual experimentar alucinaciones hipnag¨®gicas o hipnop¨®mpicas. ¡°Son ciertas sensaciones (de ca¨ªda o de movimiento brusco¡) que algunas personas perciben al inicio o final del sue?o¡±, a?ade. No tienen ning¨²n significado patol¨®gico, y se calcula que estas sacudidas involuntarias de un m¨²sculo o grupo de ellos cuando empezamos a quedarnos dormidos las sufre el 70% de las personas. Lo que s¨ª puede ocurrir es la llamada par¨¢lisis del sue?o. ¡°En esta situaci¨®n, no muy frecuente, durante unos segundos la persona es incapaz de moverse siendo consciente de ello. Y s¨ª que es un s¨ªntoma que debe ser consultado con el m¨¦dico de cabecera¡±, apunta el doctor.
7. Hay predisposici¨®n a la flatulencia. No es el efecto m¨¢s agradable a dos de nuestros cinco sentidos, pero es evidente que cuando el experto dice que el tono muscular se relaja, quiere decir ¡°en todo el cuerpo¡±, tambi¨¦n m¨²sculos anales. Al despertarse, el intestino estar¨¢ m¨¢s libre de gases, y seguramente la sensaci¨®n de bienestar sea mayor (a pesar de lo que piense su compa?ero de cama).
Los ojos en la fase REM
Sus siglas significan Rapid Eyes Movement (Movimiento R¨¢pido de Ojos), pero vayamos por partes. Desde que usted se acuesta hasta que consigue quedarse profundamente dormido y so?ar, pasa tiempo y ocurren muchas cosas. Desde la primera fase hasta la ¨²ltima transcurren unos 90 minutos, aproximadamente. Y en una noche podemos tener cuatro o cinco ciclos completos de estos 90 minutos. Al primer estadio, cuando cierra los ojos, se le conoce como vigilia, y es un mero estado de transici¨®n. La respiraci¨®n se ralentiza, los m¨²sculos comienzan a relajarse y la frecuencia card¨ªaca disminuye. Luego, de forma progresiva, se suceden tres fases m¨¢s donde el sue?o comienza a ser m¨¢s profundo, aunque permanecemos en cierto estado de alerta, por lo que podemos despertarnos con facilidad. Unos sesenta minutos m¨¢s tarde de quedarnos dormidos es cuando entramos en la famosa fase REM, que se caracteriza por ese movimiento r¨¢pido de los ojos bajo los p¨¢rpados y una intensa actividad del cerebro. So?amos y despertarse parece una misi¨®n casi imposible. Esta fase va disminuyendo hasta volver a las anteriores. Los ojos se tranquilizan (?menos mal que no lo vemos!); y despu¨¦s, vuelta a empezar.
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