Pseudociencia sin carta de ajuste

Estos d¨ªas, cuando en EE UU brota de nuevo el sarampi¨®n por culpa de algunos padres que se niegan a vacunar a sus hijos, surge la pregunta: ?c¨®mo se lleg¨® a un punto en que se anteponen falsas creencias a la salud p¨²blica? Como toda cuesti¨®n compleja, no tiene respuesta sencilla. Y entre todos los factores que influyen en un desastre sanitario como ese tambi¨¦n aparece la responsabilidad de los medios. Los expertos denuncian que algunos dieron voz a los falsos expertos, y otros puede que no lograran ser impermeables a los mensajes confusos o no supieron presentar batalla ante un fen¨®meno que pod¨ªa provocar que resurgiera esta enfermedad.

Se nos olvida que todav¨ªa hay mucha gente que se cree lo que ve en televisi¨®n", ironiza Jos¨¦ Antonio P¨¦rez

En Espa?a, estos d¨ªas las quejas se centran en el espacio Saber vivir de La 1 ¡ªincluida la de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial (OMC)¡ªpor deslizar mensajes carentes de rigor cient¨ªfico en un espacio matinal dedicado a la salud que ven cientos de miles de espectadores. En uno de los ejemplos m¨¢s claros, esta secci¨®n se empe?a en recomendar una y otra vez el uso de homeopat¨ªa, un sistema de medicina alternativa desacreditado por la falta de evidencia cient¨ªfica que sostenga sus afirmaciones. Anteriormente, tambi¨¦n en la cadena p¨²blica, se colaron espacios en los que se alarmaba a la poblaci¨®n con falsos peligros sobre las radiaciones de las redes WiFi, se aseguraba que hay dietas que curan el c¨¢ncer y se daba voz a una tertulia de curanderos. Todo esto ha motivado una protesta dirigida a la direcci¨®n del ente p¨²blico por "promocionar la seudociencia".

"Se nos olvida que todav¨ªa hay mucha gente que se cree lo que ve en televisi¨®n", ironiza Jos¨¦ Antonio P¨¦rez, director del ¨²ltimo programa de ciencia que ha estrenado La 2, ?rbita Laika. "Eso tiene mucho peligro, porque llega a los m¨¢s vulnerables. Estoy seguro de que cuando aparecen estos mensajes en programas y magacines no se hace con mala intenci¨®n, pero se debe corregir", asegura. Para P¨¦rez, que tambi¨¦n dirigi¨® en la cadena p¨²blica vasca un programa para combatir las seudociencias, el problema es que dependa de la sensibilidad del director o el productor de turno: "Yo no llevar¨ªa a mis hijos al home¨®pata y no les saco en mis programas; a lo mejor el director de otro programa s¨ª cree en estas cosas y s¨ª lo incluye".

Desde su punto de vista, el problema es la falta de controles y de filtros, m¨¢s en un medio que tiene como principal objetivo el servicio p¨²blico. "La tele es un monstruo al que alimentar permanentemente; se hace una pieza de un minuto sobre esto y sobre lo otro y a otra cosa. Cuando se mete la pata, no invalida el trabajo anterior, pero hay que asumir que es un error y pedir disculpas", reclama, "para no confundir a la gente".

El Telediario y el 'New York Times' han recibido cr¨ªticas por informar sobre el brote de sarampi¨®n con equidistancia

En el ¨²ltimo episodio de protestas contra Saber vivir, la respuesta del programa y del Defensor del Espectador ha sido no dar respuesta, provocando la frustraci¨®n y la indignaci¨®n de estos televidentes. Este peri¨®dico trat¨® de obtener alguna explicaci¨®n del Defensor pero el director de relaciones con los medios de RTVE, Carlos Garrido, lo zanj¨® con un "no se va a hacer ninguna respuesta m¨¢s al respecto". En la actualidad, el Defensor es ?ngel Nodal pero la reacci¨®n ante estas cr¨ªticas fue la misma con sus predecesores: dejar que el programa se defienda en los mismos t¨¦rminos en los que se cometi¨® el error.

El martes 10 de febrero, en la segunda edici¨®n del Telediario, una informaci¨®n (45:00) sobre el brote de sarampi¨®n en EE UU daba voz a un apologeta del colectivo antivacunas y a una madre que hab¨ªa decidido no vacunar a su hijo, que explicaban sus razones, en contraposici¨®n a un m¨¦dico y a una madre que s¨ª vacunaba. Este ejemplo de "falsa equidistancia" entre detractores y partidarios?¡ªque no se suele dar en informaciones sobre temas como el yihadismo o la drogadicci¨®n¡ª provoc¨® de nuevo la indignaci¨®n de los activistas que hab¨ªan promovido la queja contra RTVE. En Espa?a hubo 300.000 casos de sarampi¨®n en 1983 y unos 150 en 2014 gracias a las vacunas; si no hay debate, no cabe equidistancia.

Los espacios de promoci¨®n de la ciencia suelen estar en cadenas p¨²blicas y financiadas con apoyo p¨²blico"

Precisamente, la defensora del lector del New York Times, Margaret Sullivan, tuvo que responder a las cr¨ªticas a su diario por presentar ese falso equilibrio en sus informaciones sobre el brote de sarampi¨®n y las mentiras de los grupos antivacunas: "Dejar clara la verdad establecida ¡ªaunque parezca repetitivo o innecesario¡ª es una necesidad, especialmente en temas tan importantes como la salud p¨²blica. Es una de las mejores maneras de evitar ese periodismo de '¨¦l dijo, ella dijo' que los lectores comprensiblemente aborrecen", reconoci¨® Sullivan.

"El Defensor deber¨ªa ser un filtro, de los pocos que hay. Pero ya hemos visto que en Espa?a no funciona", critica Sergi Corti?as, profesor de la Universidad Pompeu Fabra que estudia la presencia de los reclamos seudocient¨ªficos en los medios de comunicaci¨®n. Corti?as alude a las cr¨ªticas que recibi¨® el Defensor de los Lectores de La Vanguardia, Josep Rovirosa, despu¨¦s de recibir una queja formal de la Asociaci¨®n Espa?ola de Comunicaci¨®n Cient¨ªfica por la secci¨®n La Contra, en la que habitualmente se cuelan charlatanes de todo tipo. Su respuesta, que los lectores saben discernir entre el conocimiento cient¨ªfico y las "opiniones de personajes".

"Hay distintos tipos de gravedad de las seudociencias: hay juegos, como la astrolog¨ªa, con peligro moderado; y hay temas m¨¦dicos, en los que es m¨¢s grave porque se est¨¢ poniendo en riesgo la salud p¨²blica", razona. En sus estudios ha comprobado que el ¨²nico freno de estos mensajes es el periodista en la trinchera, que muchas veces siente impotencia porque sus jefes desconocen este problema y convierten los medios en "coladeros". "Muchos jefes responden ante esto diciendo que es un mal menor, que las opiniones son libres, que aportan pluralidad, o que el espectador ya sabe diferenciar. Nada m¨¢s lejos de la realidad", denuncia Corti?as.

La OMC reclama que los facultativos no ofrezcan remedios "carentes de base cient¨ªfica y que prometen a los enfermos la curaci¨®n"

Pablo Francescutti ha realizado varios estudios sobre c¨®mo tratan la ciencia y la salud los medios espa?oles y tambi¨¦n coincide en que la formaci¨®n de los periodistas, incluso los no especializados, es la clave para evitar problemas: "Es el mejor modo de tener a las redacciones en alerta". En su trabajo ha comprobado que las terapias alternativas no suelen pasar el filtro en los informativos, pero se ceban en espacios de salud y magacines de "infoentretenimiento", como el programa que engloba Saber vivir. "El porcentaje de seudociencia en las noticias es ¨ªnfimo, no cuela. La noticia m¨¦dica es, por fortuna, de medicina cient¨ªfica", afirma Francescutti. En su estudio sobre informaci¨®n sanitaria se concluye por tanto que "la poblaci¨®n acude a las medicinas alternativas en una medida mucho mayor a la sugerida por los informativos".

En este sentido, Jos¨¦ Antonio P¨¦rez lamenta que programas con mayor impacto que el suyo no cuenten con expertos para asesorar convenientemente a los periodistas que lo realizan. Sin embargo, en Saber vivir los contenidos los escoge un periodista especializado en salud con 30 a?os de experiencia, seg¨²n RTVE, y cuentan con la colaboraci¨®n de numerosos m¨¦dicos especialistas y farmac¨¦uticos. El problema estar¨ªa, por tanto, en el criterio que lleva a elegir expertos titulados que coquetean (o no combaten) determinados productos ajenos a la ciencia que salva vidas.

De ese equipo form¨® parte el actual director general de Atenci¨®n al Paciente de la Comunidad de Madrid, Julio Zarco, que no ha querido responder a las preguntas de este diario y que se remite a lo que dej¨® escrito en su blog: "Algunos compa?eros de la profesi¨®n critican que [en Saber vivir] se brinda mucho espacio a medicinas alternativas, como la homeopat¨ªa y la fitoterapia. Puedo asegurar que no hay inter¨¦s econ¨®mico por medio, o al menos yo no lo he evidenciado, y s¨ª el intento de dar respuesta a un inter¨¦s cada d¨ªa m¨¢s creciente sobre la medicina no alop¨¢tica o no convencional". Del mismo modo, la farmac¨¦utica del programa se defend¨ªa diciendo que son productos que est¨¢n "en la calle". Hace apenas un a?o, la OMC reclamaba que los facultativos no ofrezcan remedios "carentes de base cient¨ªfica y que prometen a los enfermos la curaci¨®n".

Hay distintos tipos de gravedad: hay juegos, como la astrolog¨ªa, y temas m¨¦dicos que son m¨¢s graves porque se pone en riesgo la salud p¨²blica", advierte Corti?as

Es dif¨ªcil saber si la presencia de las seudociencias en los medios de comunicaci¨®n ha crecido, porque no es un fen¨®meno f¨¢cil de estudiar: cada vez hay m¨¢s medios y cada vez se emiten y publican m¨¢s cosas, buenas y malas. P¨¦rez considera que los medios "jam¨¢s han sido tan rigurosos y cada vez lo son m¨¢s", algo que avalan los datos de Francescutti sobre informativos, aunque este experto asegura que es casi imposible saber cu¨¢l es la tendencia. La noci¨®n de Corti?as, a partir de sus entrevistas con periodistas cient¨ªficos es que, si no crece, cuando menos se mantiene la cantidad de seudociencia con espacio en televisiones, radios, revistas y diarios.

Lo cierto es que fue en la televisi¨®n p¨²blica donde se hizo famoso Fernando Jim¨¦nez del Oso y su heredero cat¨®dico, Iker Jim¨¦nez, tiene su programa en la televisi¨®n privada. Y precisamente compitiendo en franja horaria con ?rbita Laika en La 2, un programa impulsado por la Fundaci¨®n Espa?ola para la Ciencia y la Tecnolog¨ªa (Fecyt), del Ministerio de Econom¨ªa. "Los espacios de promoci¨®n de la ciencia suelen estar en cadenas p¨²blicas y financiadas con apoyo p¨²blico, como la Fecyt", resume Francescutti. Lo que no impide que, como sucedi¨® en Telemadrid, una cadena p¨²blica pagara en fechas recientes programas de esoterismos como Rastreadores de misterios.

?Qu¨¦ filtros deber¨ªan usar?¡ªal menos¡ª los medios p¨²blicos para evitar estos problemas? Formaci¨®n de los periodistas, defensores que escruten el rigor de las informaciones y c¨®digos deontol¨®gicos que establezcan unas l¨ªneas claras que exijan informar sobre salud con rigor cient¨ªfico, dicen los expertos. Y sensibilidad para escuchar a los espectadores, cuando organizan una protesta a trav¨¦s de internet. "Cuando te equivocas, hay una fuerte reacci¨®n en las redes. Antes la gente no ten¨ªa voz, ahora tienes que atender a esas cr¨ªticas", zanja Jos¨¦ Antonio P¨¦rez.