El datador de ¨¢rboles
El portugu¨¦s Jos¨¦ Luis Lousada patenta una f¨®rmula para garantizar la edad de olivos y casta?os milenarios
En Santa Iria da Az¨®ia ya crec¨ªa este olivo 800 a?os antes de Cristo. Es el ejemplar m¨¢s viejo de Portugal, seg¨²n lo garantiza Jos¨¦ Luis Lousada, datador de ¨¢rboles. Lousada pertenece al Centro de Investigaci¨®n y Tecnolog¨ªa Agro Biol¨®gica de la Universidad de Tr¨¤s os Montes y Alto Duero. Desde hace unos a?os certifica la edad de viejos olivos con un margen de error del 2%, ¡°una insignificancia cuando hablamos de miles de a?os¡±, explica.
Un d¨ªa, Andr¨¦ Soares dos Reis, propietario de Oliveiras Milenares, pens¨® que a?adir un certificado de nasciturus aportar¨ªa valor a sus ejemplares. ¡°Le dijimos que era imposible¡±, recuerda Lousada. ¡°Los dos m¨¦todos cl¨¢sicos no sirven para ¨¢rboles huecos. El de recuento de anillos vale en especies con madera original; en el caso del carbono 14 se necesitan las c¨¦lulas m¨¢s viejas, y esas ya murieron. A partir de los 150 a?os, olivos y casta?os pierden su primera materia¡±.
El empresario no acept¨® la negativa y, ante la insistencia ¡ªy la promesa de sufragar los gastos¡ª, Lousada y dos compa?eros comenzaron a investigar. Fueron cinco a?os midiendo anillos de cientos de troncos. ¡°Tuvimos la suerte de coincidir con la ¨¦poca de construcci¨®n de embalses y autopistas. Lo que sobraban eran ¨¢rboles cortados¡±, recuerda.
El m¨¦todo ¡ªpatentado a medias entre su universidad y Soares do Reis¡ª es una f¨®rmula matem¨¢tica obtenida tras incluir cientos de variables, fundamentalmente los patrones de crecimiento. ¡°Necesit¨¢bamos calcular el tiempo que una especie tarda en alcanzar una dimensi¨®n teniendo en cuenta el clima, la tierra, la latitud, la regi¨®n, la especie...¡±. Muchos par¨¢metros que las computadoras engullen y adaptan.
Obtenida la f¨®rmula, sus resultados se compararon con pruebas de carbono 14 realizadas sobre los mismos olivos j¨®venes. Coincid¨ªan. Al extrapolarla, en ¨¢rboles de menos de 600 a?os el margen de error es del 1%; en los milenarios es de apenas 20 a?os.
El olivo portugu¨¦s certificado como m¨¢s longevo tiene una base de 9,21 metros de per¨ªmetro, y un pecho de 5,79; en medio hay un hueco que puede dar una falsa impresi¨®n. La madera muri¨®, pero la salud del olivo, que Lousada fija en 2.854 a?os, es envidiable. Las ramas est¨¢n cargadas de aceitunas y el exterior del tronco sigue creciendo, aunque poco.
El datador sigue diagnosticando al milenario ser. ¡°No es un esqueje. Se trata de un olivo salvaje, brav¨ªo. Son los m¨¢s resistentes¡±. Basta mirar el de Santa Iria, rodeado de asfalto y cemento. ¡°No necesita cuidado alguno; su capacidad de adaptaci¨®n es infinita, incluso a un trasplante. La mayor amenaza es la motosierra¡±. Efectivamente, la placa institucional colocada junto al olivo no recuerda que estuvo a punto de morir por una epidemia humana sin vacuna, la rotondafagia. La alarma de la Asociaci¨®n de Defensa del Patrimonio Ambiental consigui¨® salvarlo y a la autoridad local se debe el pago de los 1.000 euros que cost¨® su certificado de nacimiento. ¡°El precio incluye la placa y un papel emitido por la F¨¢brica de Moneda y Timbre para evitar falsificaciones¡±, explica Soares do Reis. ¡°La dataci¨®n apenas cuesta el 1,5% del valor de mercado de estos ejemplares milenarios¡±.
El datador tiene localizados ¨¢rboles de m¨¢s de 3.000 a?os. Hoteles, bodegas, campos de golf y fundaciones son los m¨¢s interesados por poseer olivos milenarios y certificados. La fundaci¨®n cient¨ªfica Champalimaud ha datado los olivos de su sede en Lisboa; en Porto, la fundaci¨®n cultural Serralves muestra una escultura genial obra de la naturaleza (1.491 a?os).
Ya son 47 los ¨¢rboles certificados con este m¨¦todo. Algunos est¨¢n en Alemania, Francia o Qatar, porque, a diferencia de Italia o Espa?a, Portugal no proh¨ªbe la venta y exportaci¨®n de estos dinosaurios vegetales. Lousada filosofa ante el viejo olivo de Santa Iria. ¡°Es impresionante pensar que este ¨¢rbol ten¨ªa m¨¢s de 1.000 a?os y a¨²n no hab¨ªan nacido Vasco de Gama ni Col¨®n. Ellos han muerto, nosotros moriremos y el olivo seguir¨¢ cumpliendo a?os¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.