Lecciones de la crisis econ¨®mica
?Hemos aprendido algo del terremoto financiero? No est¨¢ de m¨¢s aprovechar este cambio de ¨¦poca para evolucionar tanto de forma individual como socialmente
Aunque llevaba d¨¦cadas gest¨¢ndose, de un d¨ªa para otro los medios de comunicaci¨®n anunciaron que el mundo hab¨ªa entrado en crisis. Algunos expertos profetizaron que este hecho iba a tener consecuencias apocal¨ªpticas para la mayor¨ªa de los ciudadanos. Y lo cierto es que as¨ª ha sido. Curiosamente, la palabra ¡°apocalipsis¡± viene del griego apok¨¢lypsis, que significa ¡°revelaci¨®n¡± y tambi¨¦n ¡°quitarse el velo de los ojos¡±. Es decir, el momento de afrontar la verdad sobre lo que est¨¢ sucediendo.
Por su parte, la palabra ¡°crisis¡± comparte la misma ra¨ªz etimol¨®gica que ¡°cris¨¢lida¡±, la cual alude a la ¡°metamorfosis¡± y a la ¡°transformaci¨®n¡±. Y eso es precisamente lo que le est¨¢ sucediendo al sistema econ¨®mico: est¨¢ inmerso en un gigantesco proceso de metamorfosis. De hecho, nos encontramos ante un momento hist¨®rico extraordinario. Somos testigos de excepci¨®n de un cambio de ¨¦poca.
En este contexto, el cambio y la reinvenci¨®n han dejado de ser una opci¨®n; se han convertido en una necesidad para poder adaptarnos y prosperar en la nueva realidad personal, social, pol¨ªtica, laboral y econ¨®mica emergente. Lo que est¨¢ en juego es nuestra capacidad de evolucionar como individuos y como sociedad. Para lograrlo, es fundamental tomar nota de las lecciones psicol¨®gicas que esta crisis ha venido a ense?arnos.
- Aceptar lo ef¨ªmero de las cosas. No hay nada que dure para siempre. Todos los sistemas sociales, pol¨ªticos, financieros y energ¨¦ticos que hemos ido ?creando han tenido un origen, un punto de m¨¢xima expansi¨®n, un proceso de decadencia y su consiguiente transformaci¨®n. No es que hayan desaparecido ni se hayan destruido, sino que han ido mutando por ?medio de las denominadas ¡°crisis sist¨¦micas¡±. Es decir, las que remodelan los fundamentos psicol¨®gicos, filos¨®ficos, econ¨®micos y ecol¨®gicos del sistema. Y como cualquier otro cambio brusco, suele venir acompa?ado de cierto grado de inestabilidad, conflicto y violencia.
Para entender la debacle financiera
Documental
Inside Job
Charles Ferguson
En este documental se muestra a los responsables de la crisis financiera, cuya codicia y avaricia generaron un efecto domin¨® devastador sobre las econom¨ªas de todo el mundo. La pel¨ªcula ofrece una visi¨®n de c¨®mo los individuos pueden tomar las riendas y no depender tanto del Estado, de la banca y de las corporaciones.
- Abrirse a lo nuevo. Es una ley tan inmutable como eterna: tarde o temprano, lo viejo muere, dando paso a lo nuevo. Si bien es cierto que est¨¢n desapareciendo sectores, compa?¨ªas y trabajos industriales, en paralelo est¨¢n emergiendo otros nuevos, relacionados con la creatividad y la innovaci¨®n. Adem¨¢s, gracias al imparable avance de las nuevas tecnolog¨ªas, poco a poco se va transformando radicalmente c¨®mo hacemos lo que hacemos, facilitando que logremos hacer cosas que no sab¨ªamos que pod¨ªamos hacer. As¨ª es como los sectores, empresas y profesiones de ¨¦xito pasado se ven superados por nuevas propuestas m¨¢s eficientes y de mayor calidad que las destruyen. A este fen¨®meno se le denomina ¡°destrucci¨®n creativa¡±, un t¨¦rmino popularizado en el siglo XX por Joseph Schumpeter.
- Vencer el miedo al cambio. El mayor freno para cambiar es el temor a soltar lo que creemos que tenemos. En eso consiste precisamente salir de nuestra zona de comodidad. Algunos lo llaman ¡°dar un salto al vac¨ªo¡±. Y otros, ¡°la traves¨ªa por el desierto¡±. Sentir dicha incomodidad nos confronta con todos nuestros miedos inconscientes. Tememos salirnos de la corriente y seguir nuestro propio camino. Tememos equivocarnos, fracasar y hacer el rid¨ªculo. Y tememos lo que la gente de nuestro entorno pueda pensar de nosotros.
- Cuestionar la forma de pensar. El actual escenario de crisis sist¨¦mica nos est¨¢ diciendo alto y bien claro que est¨¢ todo por hacer. Todo por reinventarse. Por eso es fundamental que este proceso de destrucci¨®n creativa suceda a nivel individual, en nuestra propia mentalidad. Es hora de que mueran nuestras viejas creencias para permitir que nazcan las nuevas que est¨¢n por venir. De ah¨ª la importancia de cuestionarnos a nosotros mismos, cuestionando un sistema de creencias que d¨¢bamos por inamovible y completamente cierto. Si no rompemos con la inercia ahora, cuando concluya el periodo de crisis puede que sea demasiado tarde.
- Analizar detenidamente la situaci¨®n. M¨¢s all¨¢ de la connotaci¨®n tan negativa que suele asociarse a la ¡°crisis¡±, su etimolog¨ªa muestra su aut¨¦ntico significado. El ideograma chino que ilustra esta palabra ¨C¡°crisis¡±¨C est¨¢ compuesto por dos figuras: una significa ¡°peligro¡±, y la otra, ¡°oportunidad¡±. A su vez, procede del vocablo griego krisis, que deriva del verbo krinein, que quiere decir ¡°juzgar¡± y ¡°decidir¡±. Este verbo tambi¨¦n ha dado lugar a sustantivos como ¡°cr¨ªtica¡± y ¡°criterio¡±. As¨ª, la crisis podr¨ªa definirse como un momento decisivo dentro de cualquier proceso individual o colectivo, tanto psicol¨®gico como econ¨®mico. En el fondo, es una invitaci¨®n para hacer una pausa y reflexionar acerca del rumbo que est¨¢ tomando nuestra existencia. Y a poder ser, decidir sabiamente el siguiente paso que hemos de dar para seguir evolucionando como especie y prosperando como civilizaci¨®n.
- Aprender de los errores. Toda crisis requiere que la afrontemos con honestidad y humildad. Por m¨¢s que le duela al ego, hemos de mirarnos en el espejo y ser autocr¨ªticos. ?Cu¨¢l es nuestra parte de responsabilidad? ?En qu¨¦ nos hemos equivocado? ?Qu¨¦ podemos aprender al respecto? Hemos de asumir las decisiones que tomamos en el pasado, pues son muy c¨®mplices del tipo de circunstancias que estamos cosechando en el presente. Si no aprendemos de nuestros errores, tarde o temprano volveremos a cometerlos. La crisis seguir¨¢ latente en nosotros. Y la vida seguir¨¢ d¨¢ndonos las bofetadas que necesitamos para que espabilemos de una vez, aprendiendo lo que ha venido a ense?arnos.
- Crecer como seres humanos. No podemos resolver un problema desde el mismo nivel de comprensi¨®n desde el que lo creamos. Los verdaderos obst¨¢culos est¨¢n en nuestra mente, no en la realidad. Ah¨ª afuera solo encontraremos el reflejo de nuestras limitaciones mentales. Frente a la crisis, no sirve de nada la queja, el victimismo y la culpa. Todo el tiempo y la energ¨ªa que dedicamos a cambiar aquello que no podemos transformar (la realidad externa) lo estamos malgastando para transformar aquello que s¨ª podemos cambiar: la realidad interna, esto es, nuestra visi¨®n del mundo y nuestra actitud frente a nuestras circunstancias. Aunque en un primer momento no lo parezca, siempre hay otras v¨ªas y sendas por explorar.
Para poder llevar estos aprendizajes a la pr¨¢ctica, hemos de empezar por invertir en nosotros mismos, en nuestra educaci¨®n. Cuanto mayor sea la calidad de nuestro conocimiento, mejores ser¨¢n las decisiones que tomemos y tambi¨¦n los resultados que obtengamos. La buena noticia es que hoy d¨ªa la informaci¨®n es libre, abundante y gratuita. Gracias a las nuevas tecnolog¨ªas, est¨¢ a golpe de clic. Saqu¨¦mosle el polvo a nuestra curiosidad. Podemos empezar yendo a una conferencia, asistiendo a un curso o leyendo un libro. Hemos de formarnos para poder adoptar una actitud vital mucho m¨¢s responsable, proactiva y emprendedora. En este marco de adversidad, caos e incertidumbre hay muchos individuos que est¨¢n agudizando su ingenio para detectar las oportunidades existentes; oportunidades que la mayor¨ªa ¨Ccegada por el miedo y la ignorancia¨C no es capaz de ver.
Por m¨¢s que nos lo intenten hacer creer legislaci¨®n tras legislaci¨®n, no son los pol¨ªticos los que cambian nuestra vida. Somos nosotros, los ciudadanos. Y no con nuestro voto, sino con nuestras decisiones y acciones. La crisis actual es una oportunidad para hacernos cargo de nosotros mismos. El cambio de mentalidad individual es lo que de verdad transforma la sociedad y el sistema. Asumamos de una vez que la seguridad externa no existe. Y que hoy d¨ªa no nos queda m¨¢s remedio que elegir entre dos incertidumbres: la de esperar que otros resuelvan nuestros problemas o la de comprometernos con aprender a resolverlos por nosotros mismos.
elpaissemanal@elpais.es
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