?Una erecci¨®n natural de 4 horas? No es una leyenda urbana

Cada d¨ªa nos levantamos y al pasar al cuarto de ba?o nos miramos en el espejo. Reconocemos cada una de las partes de nuestro rostro y por ello es f¨¢cil detectar cualquier anomal¨ªa que pueda surgir en ¨¦l. Sin embargo, no prestamos la misma atenci¨®n a todas las partes de nuestro cuerpo. Por ejemplo, a nuestros genitales. Si bien los hombres, simplemente al orinar, tienen un contacto m¨¢s directo con su pene, muchas mujeres sienten a¨²n verg¨¹enza por mirarse en un espejo la vulva o palpar con sus dedos la vagina, para estar familiarizadas con ella.?

Por eso, muchas veces cuesta reconocer una patolog¨ªa o una malformaci¨®n de origen genital. Tambi¨¦n porque, y pese a los tiempos que corren, nos sigue dando reparo consultar al m¨¦dico por este motivo. Si esto ocurre en casos tan corrientes como una fimosis (cuando el orificio del prepucio es demasiado estrecho como para dejar salir al glande, generando problemas para orinar o en las relaciones sexuales) o en una vaginitis (una inflamaci¨®n de la vagina causada generalmente por una infecci¨®n bacteriana), la cosa se complica cuando se presentan patolog¨ªas que son mucho m¨¢s desconocidas para la poblaci¨®n general.?

Es por ello por lo que hemos preguntado a los expertos por algunas de las anomal¨ªas menos conocidas relacionadas tanto con el pene como con la vagina, para conocer c¨®mo detectarlas y, sobre todo, c¨®mo tratarlas.

En la enfermedad de Peyronie se produce una dureza (fibrosis) en la t¨²nica o capa que rodea a los cuerpos cavernosos, dando lugar, dependiendo de la zona que afecte, a una curvatura del pene

Enfermedad de Peyronie: penes curvados

Hay penes que se curvan, as¨ª, literalmente. Puede ser una patolog¨ªa cong¨¦nita o puede deberse a la llamada enfermedad de Peyronie. Seg¨²n el German Center for Urology Phalloplasty Surgery, la incidencia de la llamada enfermedad de Peyronie es del 5% en la poblaci¨®n masculina, afectando en la mayor¨ªa de los casos a hombres de mediana edad (entre los 40 y 60 a?os), aunque, no obstante, puede aparecer tambi¨¦n en la juventud. Tal y como explica Jos¨¦ M? Pomerol, cofundador del Instituto de Androlog¨ªa y Medicina Sexual Iandroms,?lo que ocurre en estos casos es que ¡°se produce una dureza (fibrosis) en la t¨²nica o capa que rodea a los cuerpos cavernosos, dando lugar, dependiendo de la zona que afecte, a una curvatura del pene que puede ser lateral o dorsal¡±. En el caso de que esto suceda, debemos tener en cuenta que la curvatura puede llegar a ser tan llamativa como para alcanzar los m¨¢s de 90 grados, retorcerse en forma de S o producirse un estrechamiento del pene como si fuera un reloj de arena. El especialista en androlog¨ªa y urolog¨ªa nos tranquiliza, explicando lo siguiente: ¡°Cuando comporta problemas para poder mantener una actividad sexual normal, puede realizarse una cirug¨ªa para enderezarlo¡±.?

Priapismo: erecciones eternas

Lo hemos visto en alguna serie de televisi¨®n o alguien ha contado esa t¨ªpica leyenda urbana de lo vi en urgencias: hombres que padecen de una erecci¨®n que parece no acabarse nunca. Pero no es ni mucho menos ficci¨®n, se trata de un caso de priapismo o, como explica el andr¨®logo, ¡°una erecci¨®n involuntaria que persiste un periodo largo de tiempo y puede ser debido a diferentes causas¡±. Lo m¨¢s importante en esta situaci¨®n es acudir lo antes posible a urgencias, "ya que se pueden producir da?os importantes que afecten al tejido de la erecci¨®n, pudiendo derivar en una disfunci¨®n er¨¦ctil¡±. Consultando el estudio Priapismo: concepciones cl¨ªnicas, diagn¨®sticas y de tratamiento, de la Gaceta M¨¦dica de Bilbao, esta erecci¨®n involuntaria suele durar durante un tiempo igual o superior a cuatro horas, en ausencia de est¨ªmulo sexual o despu¨¦s de que este haya terminado, y se estima una incidencia de 1,5 casos nuevos por cada 100.000 habitantes al a?o. Las causas a¨²n se desconocen, aunque las investigaciones apuntan a un determinado tipo de anemia, consumo de antidepresivos o incluso traumatismos en el ¨¢rea genital.? En cuanto al procedimiento a seguir, el doctor Pomerol especifica que se basa en una serie de medidas que van "desde la aspiraci¨®n de sangre del pene e irrigaci¨®n de determinados f¨¢rmacos, hasta la necesidad de recurrir a cirug¨ªa¡±.

Hipospadias y epispadias, algo no est¨¢ en su sitio

?Se imagina c¨®mo debe ser ir al ba?o y no poder expulsar la orina por su sitio? En el caso de las hipospadias y las epispadias, un tipo de anomal¨ªas cong¨¦nitas (de nacimiento), que suceden porque la apertura de la uretra no se encuentra en la punta del pene, como es habitual. As¨ª, como explica Jos¨¦ Mar¨ªa Pomerol, ¡°existen casos en los que el meato de la uretra tiene una desembocadura an¨®mala en la parte superior (epispadias) o inferior (hipospadias) del glande. El meato an¨®malo puede hallarse en el propio glande, a cualquier nivel del pene o incluso en la zona del perin¨¦ (¨¢rea entre la bolsa de los test¨ªculos y el ano)¡±. Suelen ser casos que se detectan a temprana edad y en los que de nuevo se debe realizar una cirug¨ªa. Seg¨²n la Universidad de Medicina de Chicago, esta anomal¨ªa se produce en uno de cada 150 a 300 reci¨¦n nacidos varones.

S¨ªndrome de Rokitansky o nacer sin vagina

Precisamente retomando la idea de lo poco que conocemos nuestro cuerpo, hay que tener en cuenta que la vagina es una parte que no solemos inspeccionar hasta que no tenemos cierta edad. La sorpresa puede ser may¨²scula si descubrimos que carecemos de ella. De hecho, el llamado s¨ªndrome de Rokitansky es una de las anomal¨ªas m¨¢s grave del tracto reproductivo femenino que consiste en la ausencia cong¨¦nita de vagina y ¨²tero ausente o rudimentario. Generalmente, un momento clave para darse cuenta de este hecho es en la adolescencia, buscando los motivos de la ausencia de menstruaci¨®n. As¨ª, Laura C¨¢mara, enfermera y matrona en Cl¨ªnica Ginecol¨®gica Forum de Granada, asevera: "Hay casos en los que esta malformaci¨®n puede ser vista desde el exterior, por lo que es detectada desde el nacimiento, y otros, la mayor¨ªa, en los que pasa desapercibida hasta que impide la salida de la menstruaci¨®n o imposibilita las relaciones sexuales¡±. En cuanto a su incidencia, seg¨²n el estudio S¨ªndrome de Rokitansky (agenesia ¨²terovaginal) del?Centro de Investigaciones Endocrinol¨®gicas de Argentina, es de 1 de cada 5.000 mujeres. Si bien en ocasiones el primer tratamiento es el uso de dilatadores vaginales, en la gran mayor¨ªa de los casos las pacientes deben pasar por una cirug¨ªa, tras la cual, lo habitual es que lleguen a tener hijos y a gozar de una sana vida sexual.?

Muchas mujeres sienten a¨²n verg¨¹enza por mirarse en un espejo la vulva o palpar con sus dedos la vagina, para estar familiarizadas con ella

Tabiques vaginales: la aparici¨®n de dobles vaginas?

Hay quien nace sin vagina, y quien nace con una vagina doble. No se trata de una duplicaci¨®n de este ¨®rgano, sino de la aparici¨®n de los llamados tabiques vaginales que la dividen en dos. Si bien suele ser m¨¢s com¨²n que aparezcan tabiques sagitales, es decir, de forma vertical, la cosa se complica en el caso de los tabiques transversales, aunque son casos menos habituales. Desde la Revista chilena de obstetricia y ginecolog¨ªa?explican que esta es una de las anomal¨ªas m¨¢s raras del tracto reproductivo y que, si bien la incidencia exacta se desconoce, se estima una frecuencia aproximada de 1 entre 70.000 pacientes ginecol¨®gicas. Por su parte, Laura C¨¢mara, aclara: ¡°Si este tabique [de tejido conjuntivo con fibras musculares, vasos sangu¨ªneos, nervios, y epitelio por ambos lados, seg¨²n la publicaci¨®n chilena] es completo y llega hasta la entrada de la vagina, es f¨¢cilmente reconocible, con lo que puede que se detecte a una edad temprana. Pero muchas de estas malformaciones que afectan a un nivel m¨¢s profundo y menos evidente, puede que sean diagnosticadas por la sintomatolog¨ªa que ocasionan en la pubertad o en el inicio de las relaciones sexuales¡±. En estos casos, los s¨ªntomas principales a los que hay que prestar atenci¨®n son dolor abdominal, amenorrea primaria (ausencia de menstruaci¨®n) o dispareunia (dolor en la penetraci¨®n), "de manera que es obligatorio realizar una exploraci¨®n ginecol¨®gica y, en caso de ser detectados, un tratamiento quir¨²rgico¡±.?

Himen imperforado, vaginas taponadas

La falta de perforaci¨®n del extremo inferior de la placa vaginal causa un himen imperforado o, tal y como lo explica m¨¢s coloquialmente Laura C¨¢mara, ¡°una malformaci¨®n por la cual la vagina queda taponada, impidiendo la salida de flujos como la menstruaci¨®n o la entrada del pene cuando se desean relaciones sexuales¡±, al carecer de la apertura habitual. A veces, puede verse a simple vista incluso en las reci¨¦n nacidas, pero de no ser as¨ª, la experta vuelve a detallar s¨ªntomas como ¡°dolor genital y abdominal por acumulaci¨®n de fluidos¡±. El tratamiento es quir¨²rgico y, seg¨²n el caso, no suele ser muy complicado: generalmente, una incisi¨®n. Para conocer c¨®mo se llega a su diagn¨®stico, desde un reciente estudio del Servicio de Obstetricia y Ginecolog¨ªa del Hospital Ciudad de Ja¨¦n?se explica que el procedimiento es relativamente simple y est¨¢ basado en una adecuada y cuidadosa exploraci¨®n f¨ªsica, y pruebas de imagen como una ecograf¨ªa.