Las tchindas de Mindelo
Pablo Garc¨ªa con Tchinda en una calle de Mindelo. / TCHINDAS.COM
Cada tarde, Tchinda Andrade sale a las calles de Mindelo, en la isla caboverdiana de S?o Vicente, para vender los populares bu?uelos brasile?os llamados coxinhas que ella misma prepara. Ya por la noche, el peque?o bar que regenta en su propia casa se convierte en un lugar m¨¢gico, un espacio de encuentro en el que no dejan de pasar ni gente ni cosas. Sin embargo, los preparativos del Carnaval lo cambian todo y la isla entera se transforma en un ir y venir de telas, costura, ensayos, lentejuelas y nervios, muchos nervios. El documental Tchindas es un retrato de este instante, del empe?o y la imaginaci¨®n de un pueblo por organizar su fiesta m¨¢s importante; pero tambi¨¦n es una inmersi¨®n en la vida de Tchinda, que en 1998 decidi¨® salir del armario mediante una entrevista en un semanario local, y de sus amigas trans Elvis y Edinha, a las que de forma cari?osa tambi¨¦n se las conoce como tchindas en la isla. Un para¨ªso de respeto en una ?frica casi siempre hostil.
A veces hay decisiones que se toman en un segundo y que cambian el devenir de las cosas. Esto le ocurri¨® a Marc Serena en diciembre de 2011, cuando se encontraba en Mindelo investigando sobre la homosexualidad en ?frica para la elaboraci¨®n de su libro ?Esto no es africano! ¡°La casa de Ces¨¢ria ?vora siempre tiene las puertas abiertas¡±, le dijeron. Y este periodista catal¨¢n no tard¨® mucho tiempo en ir a comprobarlo. All¨ª estaba la Diva de los Pies Descalzos, una de las cantantes m¨¢s admiradas y conocidas del continente africano, cercana, amable, hospitalaria. ¡°Estaba ya muy enferma, el m¨¦dico le hab¨ªa dicho que se quedara tranquila en Mindelo y que dejara de fumar. Pero s¨®lo estaba cumpliendo lo primero¡±, recuerda Serena. Durante su encuentro, ?vora le dijo que ten¨ªa que venir a conocer el Carnaval, que no se iba a arrepentir. Treinta y seis horas despu¨¦s, la popular artista caboverdiana mor¨ªa en un hospital cercano y las calles se llenaron de m¨²sica y recuerdos. ¡°Lo viv¨ª como una se?al. As¨ª que volv¨ª¡±.
Ces¨¢ria ?vora canta Carnaval de S?o Vicente en Par¨ªs en 2001.
Tchinda Andrade tiene 37 a?os y es una mujer de car¨¢cter fuerte. En su peque?o bar de dos por tres metros despacha pizza, alcohol o tabaco. La gente se re¨²ne all¨ª para beber, para hablar, para cantar, ¡°el lugar donde pasan m¨¢s cosas de todo S?o Vicente¡±, dice Serena, un local que forma parte de la casa familiar que ella comparte con su madre y sus hermanos. Cuando Marc y Pablo volvieron a Mindelo y le hablaron a Tchinda de su proyecto, ella se neg¨® a ser protagonista. ¡°Es una mujer muy valiente, muy africana en cierto sentido. Tiene una cicatriz en la nariz, ha tenido que ganarse el respeto, el derecho a mostrarse tal como es, el derecho a vivir su g¨¦nero p¨²blicamente. Pero a la vez no quiere ser l¨ªder ni referente de nada. Por eso al final decidimos hacer un retrato coral¡±, explica Serena.
Edinha Pitanga y Sabrina, prepar¨¢ndose para el Carnaval de Mindelo. / TCHINDAS.COM
Elvis y Edinha son sus amigas. El primero es dise?ador y costurero, a veces se viste de hombre y en otras ocasiones se maquilla y se viste de mujer, ¡°se siente c¨®modo en los dos sexos¡±, explica Serena. Adem¨¢s, es el responsable de confeccionar una de las carrozas del Carnaval. Le ayuda su amiga Edinha Pitanga. Ambos desfilan en la fiesta con trajes que elaboran ellos mismos y que llenan de plumas y lentejuelas. ¡°En S?o Vicente, el Carnaval es mucho m¨¢s que una palabra o una simple celebraci¨®n, es un estado de ¨¢nimo, un momento muy especial en el que se producen conexiones de todo tipo, el Carnaval es el alma de la Isla, hecho con poco dinero y mucha purpurina¡±. Adem¨¢s de la cabalgata oficial existe la mandinga, un desfile off en el que los habitantes de Mindelo se ponen cualquier cosa, se pintan de negro y salen a la calle a disfrutar, re¨ªr y bailar.
La experiencia adquirida por Serena en la elaboraci¨®n del libro ?Esto no es africano! le ha permitido tambi¨¦n tener una visi¨®n de conjunto de la homosexualidad en ?frica, donde hay muchos pa¨ªses que castigan con severas penas de c¨¢rcel lo que denominan ¡°actos contra natura¡±, incluso pa¨ªses de reconocida democracia como Senegal. En este sentido, no duda en asegurar que Cabo Verde es una especie de para¨ªso. ¡°Desde luego que quedan muchas cosas que mejorar, pero aqu¨ª no est¨¢ penalizada. De los veinte pa¨ªses del continente que he conocido durante mi investigaci¨®n, aqu¨ª encontr¨¦ la comunidad trans m¨¢s empoderada y creo que esto tiene que ver con que la igualdad de g¨¦nero es grande en este pa¨ªs. De hecho hay cosas que pasan en Cabo Verde que no pasan ni en Espa?a. Tchinda por ejemplo ense?a a los ni?os canciones de carnaval cada tarde y los padres dejan all¨ª a sus hijos durante horas. ?Har¨ªan esto los padres en Espa?a?¡±, se pregunta Marc.
Tolentino entre plumas y lentejuelas. / TCHINDAS.COM
La visibilizaci¨®n de este peque?o grupo supone, adem¨¢s, un hito en la lucha de los colectivos LGTB por sus derechos en ?frica. Hasta ahora muchos de ellos no ten¨ªan una referencia de una comunidad trans integrada y respetada en el continente, sab¨ªan de las kathoeys en Tailandia, las hijras en India o las muxes en M¨¦xico, pero las tchindas de Sao Vicente suponen un aut¨¦ntico descubrimiento. ¡°En este caso hablamos de trans para entendernos, cuando muri¨® Ces¨¢rea ?vora, Tchinda y sus amigas le llevaron una corona de flores que pon¨ªa De parte de todos los gays de Cabo Verde. No utilizan la palabra trans para denominarse a s¨ª mismas, usan la expresi¨®n tchindas y esto incluye a gays, bisexuales, trans, etc. Son conocidas por sus nombres, no por ninguna etiqueta que usamos en Occidente, no la necesitan¡±.
El documental, una producci¨®n de Doble Banda que dura 94 minutos y est¨¢ grabado en criollo caboverdiano, ha sido ya estrenado en julio en Los ?ngeles, donde gan¨® el premio especial del jurado, y en estos d¨ªas ha hecho el tour de festivales, entre otros la Mostra de Sao Paulo, la Seminci de Valladolid, el MiradasDoc de Gu¨ªa de Isora (Tenerife), donde tambi¨¦n gan¨® el premio al mejor documental nacional, el In-Edit de Barcelona y el LesGaiCineMad de Madrid. La idea de sus autores es poder estrenarlo a finales de noviembre en la propia Cabo Verde, donde se ha generado una gran expectaci¨®n, e incluso llevarlo luego a la isla de S?o Vicente, para que sus protagonistas puedan verlo. ¡°Ya conocen el tr¨¢iler, la p¨¢gina web, Tchinda y todos est¨¢n muy emocionados. No han visto a¨²n el documental completo, pero conf¨ªan en nosotros porque nos implicamos mucho con ellas, tuvimos una relaci¨®n muy directa, nos conocen y saben que hemos abordado el tema con mucho respeto¡±, dice Serena.
Tchinda visti¨¦ndose para el Carnaval. / TCHINDAS.COM
El rodaje tuvo sus m¨¢s y sus menos. Por un lado la gente se resist¨ªa a repetir planos o a hacer lo que los directores ordenaban; pero, por otro, les permitieron grabar en todo momento. ¡°Fueron muy generosos, nos dejaron estar en lugares y momentos muy ¨ªntimos. Creo que en cierta forma ellos estaban a lo suyo, centrados en lo importante que era organizar el Carnaval, y pasaban un poco de nosotros. Por eso el resultado final es muy aut¨¦ntico. La pel¨ªcula es un pedazo de vida, un retrato de lo que se hablaba, de lo que ocurr¨ªa a nuestro alrededor¡±, aclara Marc. ¡°Esta es una historia desconocida de ?frica de la que deber¨ªamos estar orgullosos¡±, asegura Pablo Garc¨ªa, ¡°queremos compartirla con el mundo en una pel¨ªcula que es sensible, po¨¦tica y una celebraci¨®n final¡±.
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