Sus 800 discos han vendido lo mismo que uno solo de Pablo Albor¨¢n
La fascinante vida de Paco Loco, el gur¨² del pop independiente espa?ol, que ma?ana puede llevarse un Grammy Latino
¡°Hasta el momento he grabado unos 800 discos. Y he producido yo mismo el 99 % de ellos. Entre todos no han llegado al medio mill¨®n de ejemplares. Si quisiera ganar dinero me dedicar¨ªa al flamenco o a otro tipo de cosas; el indie pop es el g¨¦nero menos rentable de toda la historia de las grabaciones musicales. Mi ambici¨®n no es tanto comercial como hacer cosas que me gusten a m¨ª; he producido discos desde 1.000 euros. Si lo hago bien, tendr¨¦ m¨¢s trabajo con m¨¢s gente. Eso me importa m¨¢s que vender¡±. Y concluye: ¡°Yo creo que cuando uno se enriquece tiene m¨¢s desapego; cuando tienes menos, te aferras un poco m¨¢s a los amigos, a la gente¡±. El que habla es Francisco Mart¨ªnez (52 a?os), aunque todo el mundo le conoce como Paco Loco, seguramente el productor m¨¢s legendario del pop indie espa?ol. En la madrugada del jueves 19 al viernes 20 de noviembre, en Las Vegas (EE UU), podr¨ªa ganar un Grammy Latino por su trabajo de productor en Corazones, de Mikel Erentxun, candidato al Grammy Latino en la categor¨ªa Mejor ?lbum de Rock.
Yo no puedo ir de vacaciones porque me siento en una tumbona y ya estoy pensando en un proyecto. Agobio a los dem¨¢s. Muni [su pareja] dice que soy una persona carente de ocio. Una vez tuve una ¨²lcera"
Pero, un momento. ?Qu¨¦ es un productor musical? M¨¢s o menos esto: el equivalente del entrenador en el f¨²tbol o del director en el cine. No necesariamente es el autor ni el protagonista de la obra, pero es el que la organiza y le da forma. Supervisa y propone ideas para el proceso de grabaci¨®n de una canci¨®n. Y Paco Loco es uno de los buenos.
Se presenta a nuestra cita de la mano con Muni Cam¨®n, su mujer, su socia y, en definitiva, su bast¨®n. Ambos gestionan su estudio de grabaci¨®n en El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz), en el que Paco tambi¨¦n vive y atesora valiosa tecnolog¨ªa de ¨¦poca. All¨ª se celebra, en el momento de este encuentro, la feria Monkey Week, cumbre de la m¨²sica alternativa en Espa?a, de la que ¨¦l mismo es padrino y promotor.
Dice que no ir¨¢ a la ceremonia de los Grammy en Las Vegas: "Pero si hubiese ido, nada de esmoquin; llevar¨ªa camiseta y zapatillas Converse¡±
Las cifras son tozudas: el ¨¢lbum m¨¢s exitoso producido por Paco Loco es El tiempo de las cerezas (2006), de Bunbury y Nacho Vegas, que despach¨® ¡°unos 35.000 ejemplares¡±. Los 800 discos grabados por Paco han vendido lo mismo que uno solo de Pablo Albor¨¢n: Tanto (2012) ha despachado alrededor de 500.000 unidades. A ¨¦l le hace gracia: ¡°No jugamos en distintas ligas; es que son juegos diferentes, como f¨²tbol y golf. Yo ni siquiera reconozco ese mundo¡±.
Paco naci¨® en M¨¦xico, hijo de la emigraci¨®n asturiana, con el nombre de Francisco Mart¨ªnez. Todav¨ªa llevaba chupete cuando la familia se estableci¨® de regreso en Gij¨®n, ciudad en la que formar¨ªa el grupo que le brind¨® su apodo: Los Locos. Ya entonces, en los primeros a?os 80, Paco se mov¨ªa por el escenario como un lun¨¢tico. Desde aquel momento arrastra fama de m¨²sico extravagante y obsesivo, con tendencia a desnudarse en un recital, a destrozar una guitarra, a saltar hasta perder sus gafas. Sin embargo, jam¨¢s ha probado las drogas y s¨®lo ha bebido alcohol tres veces en su vida. ¡°Tuve una borrachera un poco destroyer a mis 21 a?os. Sufr¨ª eso que la gente llama resaca. Me sent¨ª tan mal que pens¨¦ que no merec¨ªa la pena. Despu¨¦s de emborracharse, todo el mundo dice: 'Menuda resaca, qu¨¦ mareo, no vuelvo a beber'. Pues eso es lo que yo dije, tambi¨¦n. Y no volv¨ª a hacerlo¡±.
Sin m¨¢s. Paco Loco, el menos loco de los m¨²sicos, odia el lema ¡°sexo, drogas y rock and roll¡±: ¡°Me parece una estupidez y no me interesa. No s¨¦ si es una postura rompedora. La realidad es que yo disfruto la m¨²sica y no necesito nada m¨¢s. Voy a un ritmo fren¨¦tico. La gente normal se pone a mi nivel cuando bebe, se droga o se excita de alg¨²n modo. Cuando van serenos, no aguantan mi ritmo. Yo no puedo ir de vacaciones porque me siento en una tumbona y ya estoy pensando en un proyecto. Agobio a los dem¨¢s. Muni dice que soy una persona carente de ocio. Una vez tuve una ¨²lcera. Yo creo que soy tranquilo, pero Muni dice que deber¨ªan ponerme un interruptor. Vamos a llamar a Muni, ver¨¢s¡±.
La mujer de Paco Loco se acerca y le preguntamos si es ¨¦l un hombre tranquilo o si necesita un interruptor. Ella confirma que la m¨²sica lo altera absolutamente y que, en efecto, un interruptor le vendr¨ªa bien. Muni tambi¨¦n dice que Paco tiene el ¡°s¨ªndrome de Audi¨®genes¡±: colecciona, cambia, compra y vende tecnolog¨ªa retro; con esos mismos aparatos trabaja en su estudio. Hace poco se deshizo de la mesa de sonido con la que se grabaron, hace cuatro d¨¦cadas, los discos m¨¢s significativos de Supertramp. Era demasiado grande para ¨¦l y termin¨® haciendo negocio con un suizo. ¡°Utilizo todo anal¨®gico y micros antiguos¡±, explica ¨¦l. ¡°Me gusta grabar como se hac¨ªa antes, soy un rom¨¢ntico. Estoy pensando en comprarme un grabador de los a?os 40, que registra el sonido en cable. Es caro y nadie te garantiza que vaya a sonar mejor, pero es m¨¢s chulo. A m¨ª me gusta que venga un grupo y se sienta especial, que se encuentre con una historia, que no vea el mismo ordenador que puede tener en su casa¡±.
Bunbury tiene una casa cerca de su estudio y organiz¨¢bamos las 'boogie nights: ¡°Nos propuso cenar todos los jueves en su casa. ?bamos con el grupo que estuviese grabando conmigo. Enrique preparaba la cena y luego habl¨¢bamos de m¨²sica"
Al d¨ªa siguiente nos vemos otra vez. Tras un intento fallido en el restaurante Aponiente, del televisivo ?ngel Le¨®n, para en el bar Nuevo ?chate Pay¨¢ y come tortillas de camar¨®n, chicharrones de at¨²n y ensalada. Pide tambi¨¦n dos aguas con gas para ¨¦l solo. Trae sed. Acaba de probar sonido con el neoyorquino Steve Wynn, viejo amigo del grupo Dream Syndicate a quien esa noche acompa?ar¨¢ en un concierto. Todo aquel que conoce a Paco Loco termina am¨¢ndolo. ¡°Mis padres eran distintos a los dem¨¢s de su ¨¦poca¡±, recuerda. ¡°Mi padre era constructor. Ten¨ªa una buena posici¨®n social que fue perdiendo por elecci¨®n propia: prefiri¨® renunciar a m¨¢s ingresos y ganar calidad de vida. De ni?os desayun¨¢bamos huevos fritos con beans. Mi madre hac¨ªa pancakes y comida mexicana con mucho picante. ?bamos comiendo por la calle; pens¨¢bamos que era normal, pero la gente nos miraba raro. Hoy en d¨ªa ya no ocurrir¨ªa¡±.
Paco busca con su mirada extraviada a su mujer, que se ha ido a la barra. Muni Cam¨®n era integrante de Maddening Flames, un grupo musical gaditano de los a?os 90. A pesar de la reticencia de ella, terminaron grabando un disco con Paco Loco. ¡°Muni pensaba que yo era un imb¨¦cil¡±, dice ¨¦l, ¡°pero hicimos buenas migas. M¨¢s adelante la vi en un concierto en Sevilla; all¨ª pas¨® algo entre nosotros y, a los dos o tres meses, est¨¢bamos casados. Nos entr¨® una necesidad irremediable de casarnos el uno con el otro, lo decidimos en julio y lo hicimos en agosto, en Gibraltar. M¨¢s que como John Lennon y Yoko Ono, yo prefiero decir que como V¨ªctor Manuel y Ana Bel¨¦n¡±.
Todo el mundo quiere a Paco Loco, pero nadie tanto como Muni. Y es rec¨ªproco. La pareja no tiene hijos y s¨ª muchas guitarras. Tras los esponsales, Paco decidi¨® trasladar sus b¨¢rtulos de Gij¨®n a El Puerto de Santa Mar¨ªa, donde ella viv¨ªa. ¡°Durante seis a?os¡±, recuerda, ¡°pas¨¦ seis meses en Asturias y otros seis en el sur. En ese per¨ªodo, cuando estaba en Gij¨®n, dorm¨ªa en mi estudio de grabaci¨®n, hac¨ªa mi vida en una habitaci¨®n de cuatro metros cuadrados y tuve que apuntarme a un gimnasio para ducharme y asearme y todo eso¡±.
Ha grabado discos a una lista interminable: Bunbury, Nacho Vegas, Lori Meyers, Doctor Explosion, Mishima, Steve Wynn, Neuman, Bigott...
Pasado aquello y asentado ¨¦l definitivamente en El Puerto, cientos de m¨²sicos empezaron a peregrinar al sur, como aves, buscando a Paco Loco, el productor que mejor pudiese entenderlos. Ha grabado discos a una lista interminable: Bunbury, Nacho Vegas, Australian Blonde, Lori Meyers, Doctor Explosion, Mishima, Steve Wynn, Neuman, Bigott...? ¡°En mi estudio les proh¨ªbo follar. Es un espacio libre de sexo. Es mi casa y me gusta tener intimidad. Si alguien quiere estar con otra persona, se va a otra parte. No quiero a gente ajena¡±. Muni, que habla un ingl¨¦s perfecto, hace de asistente: trabaja fuera media jornada; llega por las tardes y se ocupa de la agenda, la log¨ªstica y la cocina para los grupos.
Algunos de los m¨²sicos que han pasado por el estudio de Paco terminaron por comprarse casas all¨ª mismo. Por ejemplo, Gary Louris, del prestigioso grupo estadounidense The Jayhawks, o Enrique Bunbury. ¡°Con Enrique hac¨ªamos las boogie nights¡±, dice. ¡°Nos propuso cenar todos los jueves en su casa. ?bamos con el grupo que estuviese grabando conmigo. Mercromina, por ejemplo. Enrique preparaba la cena y luego nos preguntaba siempre qu¨¦ est¨¢bamos escuchando. Cuando ven¨ªa a mi casa me ped¨ªa discos, se los llevaba, los estudiaba con toda su atenci¨®n. Ahora vive en EE UU, ya no viene tanto por la ciudad. Una de las cosas que m¨¢s aprecio en gente como Bunbury o Mikel Erentxun es que no est¨¢n anclados en el pasado. Podr¨ªan presumir de lo que hac¨ªan ya a sus 20 a?os, pero siguen interes¨¢ndose por la nueva m¨²sica, con humildad¡±.
El vasco Mikel Erentxun, que toc¨® la gloria del pop espa?ol como cantante y mitad del d¨²o Duncan Dhu, es una de las ¨²ltimas incorporaciones al curr¨ªculo de Paco Loco. Con ¨¦l grab¨® su disco Corazones (2015), candidato al Grammy Latino en la categor¨ªa Mejor ?lbum de Rock. Paco le quita importancia: ¡°Mikel vivi¨® un esplendor brutal. Con Duncan Dhu fue nominado a un Grammy hace 25 a?os. Y ahora han vuelto a llamarlo con el primer disco que hace con un productor espa?ol y en Espa?a. A m¨ª me da lo mismo el premio. No va a aportarme nada. Doy miedo a las multinacionales, no s¨¦ por qu¨¦. Hay una barrera. Pero me gusta que al artista se le reconozca su trabajo¡±.
Paco no ir¨¢ a la ceremonia de los Grammy Latino en Las Vegas. ¡°Si hubiese ido, nada de esmoquin; me hubiera puesto camiseta y zapatillas Converse¡±, dice. A la salida del restaurante, Paco encuentra a un conocido y le pide que arregle sus cosas con un tercero. ¡°Siempre est¨¢ conciliando¡±, dice Muni; ¡°le gusta que la gente se lleve bien¡±. Todo el mundo ama a Paco Loco.
Al tercer d¨ªa, dentro de la programaci¨®n de Monkey Week, Paco lidera su propio grupo: Los Jaguares de la Bah¨ªa. Ah¨ª tenemos a Paco Loco, subido a los altavoces con su guitarra, asalvajado, verti¨¦ndose un botell¨ªn de agua mineral en la bragueta. ¡°De vez en cuando me desnudo en el escenario. Es una manera inocente de escandalizar, ?no? Pero la gente sigue ruboriz¨¢ndose un poco¡±, afirma. Al terminar la canci¨®n, Paco retoma el micro y habla a un p¨²blico que le jalea. Y es que la gente adora a Paco Loco, uno de los productores discogr¨¢ficos m¨¢s prol¨ªficos y menos vendedores de Espa?a. Y de los locos, tal vez, el m¨¢s cuerdo.
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