El hombre no es solo m¨¢s quejica que la mujer, tambi¨¦n tiene una salud m¨¢s d¨¦bil
En la enfermedad, ellos se desenvuelven peor. Una educaci¨®n sexista y la propia biolog¨ªa tienen la culpa
?Qui¨¦n no ha o¨ªdo nunca aquello de que los hombres son unos quejicas? Es probable que usted haya atribuido este ep¨ªteto a alg¨²n var¨®n de su c¨ªrculo de amigos y familiares o tal vez haya sido usted mismo el objeto de tal afirmaci¨®n y, lo que es peor, en su fuero interno reconoce que algo de raz¨®n puede tener el dedo acusador. En cualquier caso, no se trata de otro argumento de la eterna guerra entre sexos. La realidad es conciliadora: todas las partes tienen raz¨®n.
¡°El dolor tiene un componente emocional y est¨¢ relacionado con los procesos de socializaci¨®n y aqu¨ª est¨¢ la diferencia entre hombres y mujeres, en la valoraci¨®n del dolor¡±, aclara la psic¨®loga Julia Vidal, directora de ?rea Humana Psicolog¨ªa. ¡°Los hombres est¨¢n socializados para asumir riesgos y enfrentarse a los desaf¨ªos; es decir, para ser los fuertes. Cuando tienen una enfermedad se les activa una se?al de peligro, la consideran una amenaza para su papel de ser el fuerte y la forma de abordar esa situaci¨®n es peor que la de las mujeres¡±, a?ade.
Aunque los varones se vayan liberando del estereotipo de hombre duro, todav¨ªa arrastran la herencia de que la debilidad es una condici¨®n que no se pueden permitir. "Estar enfermos es de ser d¨¦biles y es un calificativo que no sienten que les corresponde: no lloran, son fuertes. Es lo que siempre les han contado y lo han interiorizado¡±, prosigue Vidal: ¡°Cuando enferman, se sienten vulnerables y dependientes y est¨¢n muy inc¨®modos en esa situaci¨®n¡±.
Los virus (y sus s¨ªntomas) se ceban con ellos
Aparte de los condicionantes culturales, existen diferencias biol¨®gicas que llevan a que, efectivamente, ellos enfermen m¨¢s que las f¨¦minas. Un estudio de la Universidad de Stanford recuerda que los hombres son m¨¢s susceptibles a las bacterias, virus, hongos e infecciones parasitarias y que su respuesta a las vacunas (por ejemplo frente a la gripe) es m¨¢s d¨¦bil que la de las mujeres. Los autores de este trabajo, despu¨¦s de analizar muestras de sangre de los dos sexos, apuntan directamente a altos niveles testosterona (hormona sexual masculina) como los responsables de una inmunidad m¨¢s reducida. Concretamente, debido a que ¡°la testosterona regula diversos genes implicados en la respuesta inmunitaria, inhibiendo su acci¨®n¡±, a?ade la catedr¨¢tica ?frica Gonz¨¢lez-Fern¨¢ndez, presidenta electa de la Sociedad Espa?ola de Inmunolog¨ªa (SEI) y directora del Centro de Investigaciones Biom¨¦dicas de la Universidad de Vigo.
En la b¨²squeda de explicaciones a las diferencias inmunitarias entre sexos, las hormonas han sido el foco de atenci¨®n de numerosas investigaciones. Jes¨²s Gil, doctor miembro y community manager de la SEI, resume: ¡°La mayor¨ªa de los trabajos han demostrado que las hormonas masculinas (testosterona) tendr¨ªan un papel supresor de la respuesta inmunol¨®gica, mientras que las femeninas (estradiol), la activan¡±. El precio que tienen que pagar ellas por esa fortaleza es el de ser m¨¢s propensas a padecer enfermedades autoinmunes (por ejemplo, artritis reumatoide o problemas de tiroides), aunque en este campo, los hombres tambi¨¦n est¨¢n en desventaja, "porque los s¨ªntomas de las mismas enfermedades resultan en ellos mucho m¨¢s fuertes". Nuevamente, las hormonas femeninas se al¨ªan con sus propietarias, porque ¡°el estradiol protege, de alguna forma, a los ¨®rganos¡±.
No solo son las infecciones las que se ceban con los varones, tambi¨¦n el c¨¢ncer les afecta m¨¢s (¡°tienen entre una y cinco veces m¨¢s posibilidades de padecerlo¡±, seg¨²n Gil, que se apoya en datos del Ministerio de Sanidad y Consumo), y el asma extr¨ªnseco (por al¨¦rgenos, como polen o ¨¢caros). El inmun¨®logo David Escors, de Navarrabiomed, a?ade: "Hay muchas teor¨ªas, pero lo que s¨ª es cierto es que las mujeres, al tener dos copias del cromosoma X y los hombres solo una, producen m¨¢s prote¨ªnas del sistema inmunol¨®gico¡±. En definitiva, ellas est¨¢n m¨¢s protegidas, aunque no todo son ventajas: ¡°Adem¨¢s de m¨¢s enfermedades autoinmunes, tienen mayores problemas de inflamaci¨®n¡±, apunta la doctora Gonz¨¢lez-Fern¨¢ndez. Por tanto, la ciencia demuestra que los hombres no son m¨¢s quejicas que las mujeres, lo que sucede es que est¨¢n m¨¢s desprotegidos frente a muchas enfermedades.
En el plano social, Julia Vidal rechaza calificar de ¡°machista¡± la actitud de los hombres frente al dolor y la enfermedad, e insiste en que responde al ¡°proceso de educaci¨®n¡±. Sexista, claro est¨¢. "Si se pararan a reflexionar y tomaran conciencia de que el dolor no es una debilidad, aprender¨ªan a abordarlo m¨¢s f¨¢cilmente y lo pasar¨ªan menos mal. Tienen recursos para hacerlo¡±, concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.