Los vagabundos del wifi

Vancouver es una ciudad id¨ªlica, tiene pistas de esqu¨ª para el invierno, playas para el verano, una econom¨ªa robusta, bajos ¨ªndices de criminalidad, una naturaleza salvaje al alcance de cualquier urbanita, y una vida vibrante, repleta de gente joven. En 2014 la revista Monocle la coron¨® como la urbe norteamericana m¨¢s apetecible para vivir. Pero hay otra cara que nunca saldr¨¢ en los reportajes de viajes y los folletos tur¨ªsticos: Vancouver es la meca de las personas sin hogar, con una poblaci¨®n errante de en torno a 1.750 personas, seg¨²n un reciente recuento municipal. ¡°Es la ciudad que acumula m¨¢s sin techo de toda Canad¨¢¡±, se?ala por correo electr¨®nico Lubo? Bole?ek, el director de Wifi 4 Life, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro ubicada en Praga.

A principios de 2014, Bole?ek cursaba estudios en Vancouver y un d¨ªa se perdi¨® mientras caminaba por la calle Hastings, que conduce a hermosos barrios hist¨®ricos, y en la que abundan los vagabundos. Bole?ek se qued¨® sin bater¨ªa en el m¨®vil, sin datos ni mapas. ¡°No pod¨ªa encontrar el camino, mir¨¦ a mi alrededor y me fij¨¦ en unos cuantos sin techo¡±. Se puso a pensar. De vivir en la calle, ¨¦l gastar¨ªa sus ¨²ltimas monedas en un router para m¨®viles para tratar de ayudar a los dem¨¢s y as¨ª recuperar su vida. De esa idea naci¨® el motor de Wifi 4 Life. Bole?ek decidi¨® poner en marcha el proyecto a su regreso a Praga, donde se calcula que el censo de vagabundos asciende a 6.000. En todo el pa¨ªs, la cifra engorda hasta los 30.000. Imagin¨® qu¨¦ ocurrir¨ªa si llevaran antenas port¨¢tiles para ofrecer gratuitamente cobertura wifi de 20 metros, y la recarga de los tel¨¦fonos y tabletas a los transe¨²ntes desconectados y a los millones de turistas que visitan a?o tras a?o la capital checa.

¡°Queremos darles un empleo temporal. La intenci¨®n no es que trabajen para nosotros para siempre¡±, aclara V¨¢clav Hovorka, coordinador de Wifi 4 Life. ¡°Con el tiempo, los ayudaremos a que encuentren un trabajo legal y normal¡±. El horario de estas antenas humanas ser¨ªa el siguiente: a las ocho de la ma?ana se desplazar¨ªan por transporte p¨²blico al centro de la ciudad, y media hora despu¨¦s recibir¨ªan un desayuno gratis, una camiseta distintiva, un router m¨®vil cargado, que tiene el tama?o de un smartphone, y un cargador de bater¨ªas. A las nueve se les asignar¨ªa una zona para ofrecer wifi, y a las doce, un cup¨®n para almorzar. El trabajo acabar¨ªa a las cinco de la tarde, con un cup¨®n para cenar y la paga diaria. Todo eso, explica la organizaci¨®n en su web, supone una gran compensaci¨®n para el sin techo y es, adem¨¢s, una eficaz disuasi¨®n ante los robos: si decidieran vender el router, sacar¨ªan poco m¨¢s de 10 euros.

¡°Incluso la caridad necesita innovaciones¡±, reza el lema de Wifi 4 Life. Ese es tambi¨¦n el principal argumento que repiten cuando tienen que hacer frente a las cr¨ªticas de quienes han tachado la propuesta de Bole?ek de indignante, complicada o incluso dist¨®pica. Con todo, el proyecto sigue adelante: a¨²n est¨¢ en fase piloto y busca financiaci¨®n en el crowdfunding y en las Administraciones p¨²blicas. El Ayuntamiento de Praga se ha mostrado interesado en la iniciativa.

La ONG, explica Hovorka, ya trabaja con una persona, un vendedor de flores callejero que vive en un centro de acogida y es muy conocido en la ciudad. ?l, se?alan, dispone tanto de los dispositivos como del entusiasmo necesario para acrecentar el inter¨¦s. El siguiente paso de Wifi 4 Life, que ahora cumple cuatro meses de vida, ser¨¢ ampliar el programa a seis personas sin hogar. Superado este paso, ¡°llegar¨¢ la hora de la multiplicaci¨®n¡±.