Una soluci¨®n f¨¢cil y barata para el bloqueo sexual de la que nadie habla
Ni pastillas ni juguetes ni psic¨®logos. Con un par de pulmones es suficiente para afrontar muchos trastornos de cama. Ojo: hay l¨ªneas rojas
No se considera oportuno manifestarlo, y seguramente no lo reconozcamos, pero hay quien al escuchar las respiraciones de una clase de preparaci¨®n al parto se acuerda de otro tipo de jadeos. ?Y si fuera eso? ?Y si de repente se hubiera colado en una clase donde las mujeres aprenden a absorber y expeler aire hasta llegar al orgasmo? Si en los talleres de preparaci¨®n al parto se nos ense?a a controlar el dolor a trav¨¦s de la respiraci¨®n y en los de relajaci¨®n a manejar la ansiedad con la misma t¨¦cnica, ?tiene sentido que la respiraci¨®n desempe?e un papel fundamental en nuestro camino hacia el placer? Por supuesto. En Estados Unidos, incluso existen cursos que muestran a sus alumnos c¨®mo llegar al cl¨ªmax solo con la inhalaci¨®n.
M¨¢s que una cuesti¨®n meramente fisiol¨®gica, la clave, seg¨²n la sex¨®loga Lara de Castro, de Placer con Sentido, reside en que ¡°la respiraci¨®n est¨¢ estrechamente vinculada a las emociones y a los sentimientos¡±, por lo que aprender a controlarla tambi¨¦n nos permite ¡°integrarlos y alcanzar un mayor bienestar¡±.
Partiendo de que la sexualidad y las emociones van de la mano, la sex¨®loga plantea lo siguiente: ¡°En problemas con las relaciones ¨ªntimas cuyo origen es psicol¨®gico, los distintos ejercicios de respiraci¨®n permiten rebajar la ansiedad generada por el miedo a no hacerlo bien o a que la respuesta sexual no sea la que nos gustar¨ªa (poca lubricaci¨®n, una erecci¨®n d¨¦bil¡); y nos ayuda a no bloquear todo lo que sentimos durante el encuentro er¨®tico¡±.
?Y c¨®mo deber¨ªamos respirar durante nuestras relaciones sexuales para evitar los dichosos bloqueos? Seg¨²n Lara Castro no hay una f¨®rmula m¨¢gica, "ya que depende de cada persona, del momento y sobre todo de lo que se busque experimentar¡±. Por eso, su recomendaci¨®n pasa por acompasar nuestra respiraci¨®n al objetivo que queramos alcanzar. ¡°Por ejemplo, una respiraci¨®n lenta y profunda ayuda a rebajar la ansiedad y a relajarse. En cambio, cuando la respiraci¨®n sigue siendo honda, pero m¨¢s r¨¢pida y continuada, nos permitir¨¢ estar m¨¢s presentes en aquello que estamos sintiendo. Se trata de ir experimentando y dej¨¢ndose llevar por el cuerpo¡±.
Desde una perspectiva m¨¢s f¨ªsica, el fisioterapeuta Pablo de la Serna explica que a la hora de tener sexo es muy importante practicar una respiraci¨®n diafragm¨¢tica. "Consiste en que cuando cojamos aire, dejemos que la musculatura del vientre se distienda; y al expulsarlo, ayudemos a su salida con el propio vientre, contray¨¦ndolo¡±. El objetivo es controlar conscientemente la respiraci¨®n, algo que nos har¨¢ sentir con m¨¢s fuerza cada sensaci¨®n. "Cuanto m¨¢s lenta y profunda, alargaremos el placer. Una respiraci¨®n m¨¢s r¨¢pida acelerar¨¢ el orgasmo¡±, matiza.
Un asunto oriental
¡°Una respiraci¨®n lenta y profunda ayuda a rebajar la ansiedad y a relajarse. En cambio, cuando la respiraci¨®n sigue siendo honda, pero m¨¢s r¨¢pida y continuada, nos permitir¨¢ estar m¨¢s presentes en aquello que estamos sintiendo"
Si estas son algunas l¨ªneas generales, aquellos que se han iniciado en el mundo del tantra (tradici¨®n oriental que ense?a a usar el deseo sexual para el crecimiento personal) sabr¨¢n que en este tipo de sexo la respiraci¨®n es un factor clave. Concretamente, seg¨²n algunos de los textos del maestro Swami Shivapremananda, la idea pasa por que ¡°la respiraci¨®n se alterne entre los orificios derecho e izquierdo de la nariz, transformando e influenciando los estados mentales¡±. As¨ª, mediante diversos ejercicios pr¨¢cticos, lo que intenta conseguir es ¡°armonizar las dos respiraciones para lograr un equilibrio f¨ªsico y ps¨ªquico¡±.
Tal y como vuelven a explicar desde Placer con sentido, ¡°la respiraci¨®n tiene un gran papel dentro del tantra, puesto que es un acto de recepci¨®n y entrega (inspirar y exhalar)¡±.
Aficiones peligrosas
Otro de los grandes temas de inter¨¦s en torno a la respiraci¨®n y al sexo es la llamada hipoxia er¨®tica, es decir, privar de la respiraci¨®n para intensificar el momento del orgasmo, una pr¨¢ctica conocida en los medios de comunicaci¨®n, sobre todo por los casos que han acabado en tragedia. La idea en la que se basa esta destreza es que durante su ejercicio se elevan los niveles de CO2 en el cerebro, por lo que las venas y las arterias se dilatan y la corteza cerebral responde de manera m¨¢s activa, lo que multiplica las percepciones y las sensaciones. Para entender un poco mejor qu¨¦ hay de verdad en torno a ello, el neur¨®logo V¨ªctor Fern¨¢ndez Armayor, miembro de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa (SEN) y gerente de la Unidad de Ciencias Neurol¨®gicas, cuenta: ¡°La hipoxia es la disminuci¨®n del ox¨ªgeno que llega a los tejidos. Esta provoca cambios en el metabolismo neuronal, que conducen a la depresi¨®n del funcionamiento de las neuronas, y, por lo tanto, a la aparici¨®n de m¨¢s efectos perniciosos que beneficiosos para la salud¡±.
El cerebro ya vive su propio maremagno durante el orgasmo como para privarlo voluntariamente del ox¨ªgeno que necesita. "Durante el cl¨ªmax, el patr¨®n respiratorio se modifica, produci¨¦ndose una hiperventilaci¨®n que favorece la eliminaci¨®n de ¨¢cido carb¨®nico (CO2) y que provoca cambios en el medio de la sangre, que se hace alcalino¡±, ilustra el doctor.
Por eso, a menudo durante el orgasmo sufrimos sensaciones como el hormigueo de manos o piernas o incluso alg¨²n mareo, que son de car¨¢cter benigno. ¡°Es un estado transitorio. Una vez que cesa la actividad, el patr¨®n respiratorio vuelve a la normalidad y el medio sangu¨ªneo se torna menos alcalino¡±, prosigue el neur¨®logo. El problema de interrumpir este proceso, sobre todo cuando no se hace de forma vigilada o controlada (algo dif¨ªcil en un momento de excitaci¨®n), "es que una hipoxia mantenida, como sucede en los ictus cuando una arteria se ha obstruido, termina por pasar factura si se mantiene m¨¢s all¨¢ de un llamado ¡®per¨ªodo ventana¡¯, que oscila de dos a cuatro horas, provocando despu¨¦s de ese tiempo la muerte neuronal y la necrosis del tejido, en este caso de un ¨®rgano vital: el cerebro¡±.
La sex¨®loga Lara Castro hace hincapi¨¦ en que si bien existen distintas v¨ªas de obtenci¨®n de placer a trav¨¦s de la asfixia er¨®tica, "nunca hay que olvidar que se trata de una pr¨¢ctica muy peligrosa si no se toman ciertas medidas de seguridad, como la liberaci¨®n r¨¢pida". El mayor riesgo se corre al ejecutarla durante la masturbaci¨®n, "pues al estar a solas, si se produce un desmayo, existe el riesgo de no poder liberarse del material con el que se estuviera produciendo el ahogo¡±. Todos los expertos coinciden: jugar con la respiraci¨®n es una puerta al gozo, siempre que se conozcan los l¨ªmites y se haga con el salvavidas de la educaci¨®n sexual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.