Chelsea e Ivanka, amistad congelada
Est¨¢n en el mismo c¨ªrculo de millonarios de Manhatthan, pero Clinton y Trump han aparcado su relaci¨®n por la campa?a de sus padres
El 30 de abril publicamos un reportaje sobre c¨®mo las elecciones a la presidencia de EE UU hab¨ªan afectado a la relaci¨®n de amistad entre Chelsea Clinton e Ivanka Trump. En v¨ªsperas del proceso electoral recuperamos este reportaje
Viven en el Manhattan de los millonarios. Tienen en com¨²n poseer un apellido famoso y una infancia-adolescencia manchada por los morbosos esc¨¢ndalos sexuales de sus padres. Han lucido barriga de embarazadas casi al un¨ªsono durante los ¨²ltimos meses. Cuando crecieron, en algunos casos pareciendo tener m¨¢s madurez que sus progenitores, apostaron por ser mujeres fuertes decididas a compaginar la creaci¨®n de una familia con trabajar a jornada completa. Se llaman Chelsea Clinton, 36 a?os, e Ivanka Trump, 34, y todo apunta a que han puesto su relaci¨®n de amistad a enfriar mientras los electores deciden qui¨¦n ocupar¨¢ la Casa Blanca.
No es que fueran amigas de las que se guasapean cada detalle de su vida. Su relaci¨®n era m¨¢s de verse para cenar cada cierto tiempo, desde que sus actuales maridos, Marc Mezvinsky y Jared Kushner, las presentaron. Socializaban en el reducido c¨ªrculo del todo-aquel-que-importa en Nueva York. Acud¨ªan a las galas, se entregaban a la filantrop¨ªa y se prestaban a las fotos sonriendo desenfadadas ante las c¨¢maras. Eran los d¨ªas dorados de su relaci¨®n. Aquellos en los que Ivanka Trump donaba dinero a la campa?a de Hillary Clinton all¨¢ por 2008. Era lo normal. Al fin y al cabo, los Clinton eran amigos del magnate que hoy se postula como aspirante republicano a la Casa Blanca. Y como todo era normal, los Clinton fueron invitados en el enlace Donald-Melania que se celebr¨® en 2005.
Mientras tanto, una desagradable campa?a electoral se ha cruzado en su camino, como confirm¨® la revista Politico. Hillary Clinton se qued¨® un d¨ªa sin adjetivos descalificativos para definir a Donald Trump. ¡°Elijan ustedes¡±, dijo tras llamarle racista, entre otros apelativos nada favorecedores.
Trump no se qued¨® callado. Para el empresario reconvertido en pol¨ªtico por el poder que otorga el dinero, Clinton ha sido ¡°la peor secretaria de Estado¡± que jam¨¢s ha tenido el pa¨ªs. Como, adem¨¢s, Hillary carga el bagaje que aporta un matrimonio ¡ªcon Bill Clinton y el tri¨¢ngulo Lewinsky¡ª, Trump decidi¨® ventilar los esc¨¢ndalos sexuales del pasado del presidente para da?ar a su mujer. ¡°Hillary tiene en casa a uno de los mayores abusadores de mujeres de todas las ¨¦pocas, sentado, esperando a que ella llegue para cenar¡±. Trat¨¢ndose de Trump siempre hay un grado m¨¢s. Ya sea de misoginia o vulgaridad. Por lo que el magnate us¨® un lenguaje de lo m¨¢s grosero relacionado con la pr¨¢ctica sexual para decir que Barack Obama hab¨ªa hecho lo antes mencionado con Hillary Clinton al arrebatarle la nominaci¨®n dem¨®crata.
Good morning New Hampshire! Great to see so many people already at the polls! #603forHRC #ImWithHer pic.twitter.com/BloAaNgwVF
— Chelsea Clinton (@ChelseaClinton) February 9, 2016
Las hijas forman en mayor o menor medida parte de la campa?a de sus progenitores. Chelsea Clinton ha participado en m¨¢s de 60 actos en lo que va de a?o. Ivanka Trump estuvo en Iowa y New Hampshire y siempre al quite intentando servir de ant¨ªdoto a los comentarios machistas de su padre. ¡°Yo no ser¨ªa quien soy hoy, yo no ser¨ªa una ejecutiva de alto nivel en su compa?¨ªa si ¨¦l pensara esas cosas de las mujeres¡±, dijo Ivanka Trump a CNN.
Que entre ellas hay adem¨¢s de amistad mucho respeto es un hecho probado con unas declaraciones de la joven Clinton a la revista Vogue el a?o pasado. Chelsea compar¨® a Ivanka con su padre, el 42? presidente de la naci¨®n. ¡°Ella [Ivanka] siempre est¨¢ atenta a todo el que est¨¢ a su alrededor y se asegura de que todo el mundo disfrute. Es una cualidad que en cierto sentido me recuerda a la que tiene mi padre, su habilidad para que una habitaci¨®n rebose de alegr¨ªa¡±. Lo anterior merece cuando menos un signo de exclamaci¨®n. No todos los d¨ªas se compara a un ciudadano con uno de los mandatarios m¨¢s populares de la historia de EE UU. Chelsea Clinton concluy¨® su descripci¨®n de Ivanka Trump asegurando que es una persona que no tiene ni un gramo de superficialidad, a pesar de que alguien ¡°tan hermosa como ella¡± podr¨ªa haber ca¨ªdo en esa debilidad muy f¨¢cilmente.
Todo indica que lo peor est¨¢ por llegar. Seg¨²n avancen los d¨ªas hasta llegar a la convenci¨®n para la nominaci¨®n de cada partido y se entre en la recta final para conquistar la Casa Blanca, los ataques ser¨¢n m¨¢s feroces. Lo prometi¨® Trump cuando amenaz¨® con que ¡°todav¨ªa¡± no hab¨ªa empezado de verdad a atacar a Hillary. Cuando el despacho m¨¢s famoso del mundo tenga nuevo inquilino en enero de 2017, se sabr¨¢ si la amistad de Chelsea e Ivanka era lo suficientemente personal para sobrevivir a la tormenta de desprestigio que se avecina entre sus padres. O el par¨¦ntesis se convierte en punto y final.
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