Monos y humanos reducen su c¨ªrculo social al envejecer
Un estudio se?ala que esa similitud es evolutiva y no se debe a la cercan¨ªa de la muerte
A medida que envejecemos, los humanos somos cada vez m¨¢s selectivos con nuestras amistades. Durante mucho tiempo, se ha considerado que las personas mayores concentran sus recursos en menos personas porque sienten que deben aprovechar el tiempo. Pero un estudio que se da a conocer hoy obliga a replantear esta idea, seg¨²n sus autores.
Los monos tambi¨¦n experimentan este comportamiento y a medida que envejecen reducen sus relaciones sociales, a pesar de que no son conscientes de que les queda menos tiempo de vida
Los monos tambi¨¦n experimentan este comportamiento y a medida que envejecen reducen sus relaciones sociales, a pesar de que no son conscientes de que les queda menos tiempo de vida. Para este estudio se realizaron varios experimentos con macacos para analizar si hab¨ªa diferencias en su curiosidad general y su inter¨¦s por las relaciones sociales en funci¨®n de su edad. Como en los humanos, la curiosidad ca¨ªa de forma notable tras la adolescencia.
No obstante, el inter¨¦s por el grupo y sus relaciones sociales se manten¨ªa alto a pesar de que los macacos fueran mayores o viejos. Los investigadores lo descubrieron exponiendo a los macacos im¨¢genes y sonidos de otros macacos conocidos y desconocidos, para ver si despertaban su inter¨¦s. Y el de los monos m¨¢s mayores permanec¨ªa intacto: quer¨ªan estar al tanto de las cuestiones sociales de la comunidad.
Sin embargo, su trato f¨ªsico con otros macacos de la comunidad muestra claramente que son mucho m¨¢s selectivos con la edad, reduciendo su contacto a un grupo muy reducido. Para estos animales, pasar tiempo con otros miembros de la comunidad, despioj¨¢ndose y toc¨¢ndose, es un acto social esencial.
La similitud observada en los cambios de comportamiento y de motivaci¨®n asociados con la edad entre monos y humanos sugiere que el conocimiento de que tenemos un tiempo futuro limitado solo explica la mitad de la historia, y que tambi¨¦n influyen otros cambios fisiol¨®gicos", asegura Almeling
"Hemos contribuido a una mejor comprensi¨®n de los cambios de motivaci¨®n con la edad en los seres humanos, arrojando luz sobre los procesos de envejecimiento social y cognitivo en nuestra propia especie", explica la autora principal del estudio, Laura Almeling, del Centro Alem¨¢n de Primates. La investigadora, que publica sus hallazgos en Current Biology, habla de entender como cambia con la edad la motivaci¨®n para asumir riesgos, para conocer nuevos interlocutores sociales o para recopilar informaci¨®n acerca de lo que est¨¢ pasando en su entorno.
"Hay una teor¨ªa importante en psicolog¨ªa que sugiere que los seres humanos se vuelven socialmente m¨¢s selectivos cuando saben que su tiempo es limitado, como por ejemplo en la vejez, y se centran en las interacciones con los amigos y parientes cercanos", explica Almeling. ?Pero esa conducta responde exclusivamente a la conciencia de que nuestro tiempo se acaba? "Suponemos que los monos no saben que su propio tiempo se acaba. La similitud observada en los cambios de comportamiento y de motivaci¨®n asociados con la edad entre monos y humanos sugiere que el conocimiento de que tenemos un tiempo futuro limitado solo explica la mitad de la historia, y que tambi¨¦n influyen otros cambios fisiol¨®gicos", asegura la primat¨®loga, que aspira a comprender mejor por qu¨¦ los monos viejos se apartan de las interacciones sociales. "Tal vez que consideren que es demasiado arriesgado, y por lo tanto restringen sus interacciones a un n¨²mero m¨¢s peque?o de los monos que les resulte m¨¢s previsible", propone.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.