El racismo es el padre de la raza (no el hijo)
Si el concepto 'raza' fue creado por algo tan nefasto como el racismo, ?no deber¨ªamos ningunearlo?
Seg¨²n el art¨ªculo Hillary y la desigualdad social, de Paul Krugman, las pr¨®ximas elecciones presidenciales en Estados Unidos estar¨¢n centradas en el tema racial: En efecto, el texto del Premio Nobel de econom¨ªa parte de la definici¨®n de "desigualdad horizontal" (desigualdad medida entre grupos racialmente diferenciados y no entre individuos en general) y explica, entre otras cosas, que si Clinton se impuso en las primarias dem¨®cratas a Sanders fue porque ¨¦ste ultimo bas¨® su estrategia en las diferencias poblacionales a nivel individual mientras que Clinton lo hizo a nivel racial.
En 2015 el premio literario estadounidense National Book Award recay¨® en la novela Between the World and Me (Entre el mundo y yo) con la que su autor, Ta-Nehisi Coates, explora las relaciones raciales en Estados Unidos. El libro, convertido en un ¨¦xito de ventas y en uno de los an¨¢lisis del racismo en el pa¨ªs m¨¢s comentados, se desarrolla en un momento de repetidos episodios de violencia policial contra afro-descendientes en Norteam¨¦rica.
No deja de sorprenderme la importancia acordada al tema de la raza. Seg¨²n J. Craig Venter (director de Celera Genomics Corporation en Rockville, Maryland), la raza es un concepto social y no cient¨ªfico: "Los investigadores afirman que aunque pueda parecer f¨¢cil decir a simple vista si una persona es cauc¨¢sica, africana o asi¨¢tica, la facilidad desaparece cuando se comprueban caracter¨ªsticas internas y se rastrea el genoma del ADN en busca de signos relacionados con la raza" (Natalie Angier, New York Times). As¨ª, los investigadores consultados son contundentes al respecto: "Solo hay una raza: La raza humana".
En el libro comentado anteriormente, Ta-Nehisi Coates sosten¨ªa que el racismo "es el padre de la raza y no el hijo". Yo me pregunto entonces: Si el concepto "raza" fue creado por algo tan nefasto como el "racismo", ?no deber¨ªamos ningunearlo? ?por qu¨¦ insistir en otorgarle importancia?
Echemos un vistazo a las cifras sobre desigualdad racial en EEUU para hacernos una idea de la envergadura de la problem¨¢tica. En su art¨ªculo "Cinco cifras para entender la desigualdad racial de EE UU", la BBC Mundo denuncia c¨®mo "los negros en Estados Unidos tienen menos riqueza y menos ingresos que los blancos, m¨¢s probabilidad de ser encarcelados y menos probabilidad de completar un grado universitario".
Durante la ¨²ltima crisis econ¨®mica la riqueza de las familias negras cay¨® en 31%, mientras la de los blancos se vio afectada solo en 11%.
La BBC explica en varios puntos esta realidad: Primero, en lo que se refiere a la repartici¨®n de riqueza, se evidencia que, por cada seis d¨®lares que tienen los blancos, los negros tienen uno (adem¨¢s, la proporci¨®n crece con relaci¨®n al promedio de 1983). Durante la ¨²ltima crisis econ¨®mica la riqueza de las familias negras cay¨® en 31%, mientras la de los blancos se vio afectada solo en 11%. Segundo, en lo que a justicia se refiere, los hombres negros recibieron sentencias 19,5 veces mayores que sus pares blancos en situaciones similares. Los afro-estadounidenses, que son el 12% de la poblaci¨®n, representan el 40% de las personas encarceladas en Estados Unidos. Tercero, en el terreno educacional, los estudiantes negros son suspendidos y expulsados tres veces m¨¢s que sus pares blancos (16% contra el 5%) en los colegios. Cuarto, el 70% de los negros y 37% de los blancos consideran que los afrodescendientes reciben un peor trato de la polic¨ªa en Estados Unidos. Quinto, la poblaci¨®n negra es la que menos tiene una casa propia, por debajo del promedio nacional.
Estas cifras exponen una realidad que es extrapolable en cierta medida al resto de los pa¨ªses occidentales. Adem¨¢s, demuestran lo injusto del racismo y ofrecen pistas de c¨®mo atajar el problema (facilitar el acceso a la compra de vivienda a la poblaci¨®n afrodescendiente¡)
Por todo lo expuesto, parece l¨®gico que nada bueno puede surgir del racismo. Si, como se explic¨® anteriormente, la raza surge del racismo, entonces, tan malo es un concepto como el otro. As¨ª pues, deber¨ªamos tratar de erradicar tambi¨¦n la realidad que la raza constituye.
?C¨®mo llevar a cabo esta supresi¨®n? Hay un gran abanico de posibilidades: Desde dejar de preguntar la raza de las personas en determinados formularios p¨²blicos hasta cambiar en nuestro vocabulario habitual t¨¦rminos referentes a razas por otros que no lo sean.
Miguel Forcat Luque es economista y trabaja para la Comisi¨®n de la Uni¨®n Europea. Este art¨ªculo refleja la opini¨®n del autor y no necesariamente el punto de vista de la instituci¨®n citada. El prop¨®sito de este art¨ªculo no compromete la responsabilidad de esta instituci¨®n.
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