Por qu¨¦ los lobos tambi¨¦n saben mostrar clemencia
Los lobos no comprenden la raz¨®n por la que el estatus y el dominio son tan importantes para ellos y, en la mayor¨ªa de los casos, los humanos tampoco
¡°?Por qu¨¦ Batman no mata al Joker, y ya est¨¢?¡±. Sin mirarme, Rick McIntyre me interroga como si fuera un maestro zen, durante una de las conversaciones m¨¢s extra?as que he tenido jam¨¢s. Intenta conducirme hasta una revelaci¨®n sobre los or¨ªgenes de la clemencia hablando de superh¨¦roes mientras, a temperaturas bajo cero, miramos por los telescopios y contemplamos a unos lobos que devoran un alce a poco m¨¢s de un kil¨®metro de distancia, sobre una ladera helada y cubierta de nieve. Rick, un guarda forestal del Parque Nacional de Yellowstone, dirige toda la conversaci¨®n sin apartar la mirada del visor. Rick sigue a diario a lobos que viven en libertad. Yo nunca hab¨ªa visto lobos de verdad antes, as¨ª que tambi¨¦n tengo el ojo pegado al telescopio.
¡°Si alguna vez ha existido un lobo perfecto, ese era Veintiuno¡±, me explica Rick, refiri¨¦ndose al lobo por el n¨²mero de su collar de localizaci¨®n. ¡°Era como un personaje de ficci¨®n¡±.
¡°Dos veces lo vi enfrentarse a seis lobos de un grupo rival que atacaron... y los hizo huir a todos¡±, rememora Rick. ¡°Yo me dec¨ªa: ¡®Un lobo no puede hacer lo que estoy vi¨¦ndole hacer a este¡¯. Observarlo era como ver a Bruce Lee luchando¡±.
Las luchas territoriales de los lobos se parecen a las guerras tribales humanas. Los lobos suelen atacar a los alfa del grupo rival, aparentemente sabedores de que si logran derrotar o matar a los l¨ªderes con experiencia, la victoria ser¨¢ suya.
Las luchas territoriales de los lobos se parecen a las guerras tribales humanas
Veintiuno destacaba por dos motivos: nunca hab¨ªa perdido un combate y nunca hab¨ªa matado a un rival derrotado. ?Pero por qu¨¦? Parece inexplicable que un lobo deje marchar a los enemigos derrotados. La pregunta de Rick sobre Batman y el Joker es su manera, a modo de par¨¢bola zen, de guiarme hacia una explicaci¨®n m¨¢s general sobre el porqu¨¦. Pero no me entero.
Lo que Rick est¨¢ diciendo es que los l¨ªderes humanos con mayor estatus de la historia no son hombres de hierro despiadados como Hitler, Stalin o Mao. Son Ghandi, King y Mandela. Los guerreros pac¨ªficos alcanzan una condici¨®n superior. Muhammad Ali ¡ªdel que dec¨ªan que era el hombre m¨¢s famoso del mundo¡ª era un boxeador que hac¨ªa del combate todo un ritual, hablaba de paz y se neg¨® a ir a la guerra. Su negativa le cost¨® millones de d¨®lares y su t¨ªtulo de campe¨®n de los pesos pesados, pero, al negarse a matar, su estatus creci¨® hasta un nivel nunca visto.
Para los humanos y muchos otros animales, el estatus es important¨ªsimo. Por ¨¦l arriesgamos muchos tesoros y mucha sangre. Los lobos no comprenden la raz¨®n por la que el estatus y el dominio son tan importantes para ellos y, en la mayor¨ªa de los casos, nosotros tampoco. Tanto en el caso de los lobos como en el de los humanos, el cerebro produce hormonas que nos empujan a luchar por el estatus y a reafirmar nuestro dominio. Sentimos que el dominio es un fin en s¨ª mismo. No hace falta que entendamos la raz¨®n.
Para los humanos y muchos otros animales, el estatus es important¨ªsimo. Por ¨¦l arriesgamos muchos tesoros y mucha sangre
La raz¨®n es esta: el estatus es el sustituto diario de la competici¨®n. Siempre que las parejas o los alimentos escasean, los individuos de m¨¢s estatus tienen acceso preferente a ellos. Lo que est¨¢ en juego es la supervivencia y, en ¨²ltima instancia, la reproducci¨®n (la oportunidad de criar, de dejar huella). Nuestros genes no necesitan permitirnos entender el porqu¨¦; tan solo necesitan que lo deseemos. Dif¨ªcilmente se podr¨ªa esperar que los lobos entendiesen, mejor que nosotros, lo que nos mueve a todos. Pero sigo sin comprender qu¨¦ tiene que ver todo esto con Batman.
¡°Entonces, Rick¡±, pregunto, con el ojo todav¨ªa en el visor, mientra contemplo a varios lobos con cara satisfecha que se echan a dormir en la nieve para reponerse del fest¨ªn que se acaban de dar, ¡°?por qu¨¦ Batman no mata al Joker, y ya est¨¢?¡±.
¡°Cuando admiramos al h¨¦roe que se contiene¡± ¡ªes evidente que Rick ha reflexionado sobre esto¡ª ¡°nos sentimos impresionados por su poder¡±. Rick explica que, en la que dicen que es la pel¨ªcula m¨¢s grande de todos los tiempos, Humphrey Bogart consigue el amor que buscaba. Pero lo organiza todo para que el otro hombre no pierda a su esposa y no resulte herido. ¡°Le admiramos por esa combinaci¨®n de fuerza y contenci¨®n¡±.
Si un ser humano deja marchar a un oponente derrotado, el estatus del perdedor se resiente
?Pero pueden los lobos tener una ¨¦tica similar? Si un ser humano deja marchar a un oponente derrotado, el estatus del perdedor se resiente en cualquier caso, mientras que el vencedor causa m¨¢s impresi¨®n. Uno ya ha ganado y, adem¨¢s, da muestras de una confianza enorme. Si muestra clemencia, su estatus crece a¨²n m¨¢s. ?Pero puede un lobo ser clemente? Tal vez un lobo sea un superanimal, pero no es ning¨²n superh¨¦roe.
En la vida de Veintiuno hab¨ªa un macho en especial, una especie de Casanova errante, que era un fastidio constante. Era incre¨ªblemente hermoso, ten¨ªa una gran personalidad, siempre estaba haciendo algo interesante. ¡°La mejor palabra para definirlo es carisma¡±, dice Rick. ¡°Las lobas se alegraban de aparearse con ¨¦l. La gente lo adoraba. Las mujeres se fijaban en ¨¦l (no quer¨ªan que nadie dijese nada malo sobre ¨¦l). Su irresponsabilidad y su infidelidad... eso daba igual¡±.
Un d¨ªa, Veintiuno descubri¨® a Casanova entre sus hijas. Lo atrap¨® y empez¨® a morderlo. Varios miembros del grupo se lanzaron al ataque y le dieron una paliza. ¡°Casanova era grande¡±, relata Rick, ¡°pero era un mal luchador¡±. En ese momento se ve¨ªa totalmente superado y el grupo iba a matarlo al fin.
¡°De repente, Veintiuno se ech¨® atr¨¢s. Todo se detuvo. Los dem¨¢s miraban a Veintiuno como diciendo: ¡®?Por qu¨¦ se ha quedado quieto pap¨¢?¡± Casanova dio un salto... y escap¨® corriendo.
Casanova sigui¨® caus¨¢ndole problemas a Veintiuno. As¨ª que ?por qu¨¦ Batman no mata al Joker sin m¨¢s, para no tener que seguir enfrent¨¢ndose a ¨¦l? Hasta unos a?os despu¨¦s no cobr¨® sentido.
Despu¨¦s de que Veintiuno muriese de viejo, Casanova se convirti¨® en un modelo de macho alfa responsable. Aunque era reacio a los combates, Casanova muri¨® en una pelea contra un grupo rival. Pero todos los miembros de su propia manada escaparon (incluidos los nietos y bisnietos de Veintiuno).
Los lobos no pueden prever esos giros inesperados m¨¢s de lo que pueden hacerlo las personas. Pero la evoluci¨®n, s¨ª. Todo aquello que haya ayudado a los descendientes a sobrevivir permanecer¨¢ en el acervo gen¨¦tico, como si fuera un destornillador en la caja de herramientas del comportamiento.
As¨ª que, supongamos que uno es un lobo; ?deber¨ªa dejar marchar a un rival derrotado? Creo que la respuesta, tanto en el caso de los lobos como en el de nuestra propia mente tribal, es: s¨ª, si uno puede permit¨ªrselo. En ocasiones, el rival de hoy se convierte, en el futuro, en veh¨ªculo de nuestro legado. Tal vez ese sea el fundamento de la magnanimidad entre los lobos y, en el fondo, de la clemencia en los seres humanos.
Carl Safina es catedr¨¢tico de Naturaleza y Humanidad en la Universidad Stony Brook. Su libro 'Beyond Words; What Animals Think and Feel' ser¨¢ publicado en espa?ol a finales de 2017 o principios de 2018
Traducci¨®n de NewsClips.
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