Cocinas al servicio del desarrollo sostenible

Lo que comemos tiene un impacto directo en nuestra salud, pero tambi¨¦n en el bienestar y la prosperidad de nuestras comunidades y en la salud del planeta en el que vivimos. Esto es algo que comenzamos a aprender de muy peque?os, en el restaurante familiar de nuestros padres, y que ahora tratamos de transmitir desde la cocina de El Celler de Can Roca y en nuestra nueva responsabilidad como embajadores de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Uno estos grandes objetivos es justamente combatir el hambre y la desnutrici¨®n y mejorar el acceso a una alimentaci¨®n saludable de todas las personas. El reto es importante, porque de un lado tenemos la terrible realidad de casi 800 millones de personas con inseguridad alimenatria, o los casi 100 millones de ni?os menores de cinco a?os con bajo peso en pa¨ªses en desarrollo. Y de otro lado, nos encontramos un sistema alimentario mundial que no resulta sostenible, que consume demasiado suelo, demasiada agua, genera demasiados gases invernadero y sobreexplota los recursos marinos. Para completar la ecuaci¨®n, no podemos olvidar que la poblaci¨®n mundial crece ¡ªpara 2050 se estima que seamos casi diez mil millones las personas¡ª aumentando la presi¨®n sobre el planeta y sus recursos limitados.

Es en este complejo escenario donde la cocina sostenible puede contribuir a generar cambios reales muy positivos. Es la cocina basada en la agricultura sostenible, los peque?os productores locales y las t¨¦cnicas tradicionales de producci¨®n y conservaci¨®n. Esto nos permite disponer de alimentos m¨¢s nutritivos y variados, recuperar ingredientes que hoy est¨¢n casi desaparecidos y generar menos desperdicios. Adem¨¢s, este apoyo a los productores locales y granjas familiares es especialmente crucial en las ¨¢reas rurales de muchos pa¨ªses en desarrollo, ya que son las principales contribuidoras de progreso econ¨®mico y oportunidades de empleo para la poblaci¨®n.

Nos embarcamos este verano en el proyecto Food Africa, una iniciativa piloto para impulsar la industria alimentaria y las oportunidades de empleo en Kaduna, Nigeria

A mayor escala, enfrentar estos desaf¨ªos implica, entre otras cosas, promover pr¨¢cticas agr¨ªcolas sostenibles a trav¨¦s del mejoramiento de los medios de vida y las capacidades de los peque?os productores agr¨ªcolas, el acceso igualitario a tierras, tecnolog¨ªa y mercados, y el fomento de la cooperaci¨®n internacional para asegurar la inversi¨®n en la infraestructura y la tecnolog¨ªa necesaria para mejorar la productividad agr¨ªcola.

Con estas ideas nos embarcamos este verano en el proyecto Food Africa, del Fondo de Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se trata de una iniciativa piloto para impulsar la industria alimentaria y las oportunidades de empleo en Kaduna, Nigeria. En el ?frica subsahariana, pese a su gran dependencia de la agricultura y la ganader¨ªa en t¨¦rminos de empleo, la agricultura apenas contribuye al 20% de la riqueza nacional y la malnutrici¨®n en adultos y ni?os es frecuente. Junto con la baja productividad, uno de los mayores problemas son las p¨¦rdidas de las cosechas, que pueden alcanzar el 70% debido a la falta de instalaciones adecuadas para su almacenaje, as¨ª como por que las producciones no encuentran una salida a los mercados internacionales.

Nuestro trabajo en Kaduna consiste en compartir con los peque?os propietarios agr¨ªcolas de la zona buenas pr¨¢cticas sostenibles en la agricultura, centr¨¢ndonos sobre todo en c¨®mo reducir esas p¨¦rdidas de las cosechas desde t¨¦cnicas tradicionales de transporte y conservaci¨®n de los alimentos. Otro de los puntos interesantes es la creaci¨®n de un centro de excelencia donde impartir cursos para emprendedores que quieran iniciar negocios relacionados con la gastronom¨ªa y la alimentaci¨®n, as¨ª como ideas sobre c¨®mo dirigir estas producciones locales a nuevos mercados y consumidores.

Al final del d¨ªa, la sostenibilidad de la industria alimentaria es responsabilidad de todos y nos beneficia a todos. Adoptando criterios responsables con los alimentos que elegimos para el consumo, con el cuidado de nuestro entorno, nuestras tradiciones y preservando la diversidad ambiental, podemos contribuir a garantizar el acceso a la alimentaci¨®n para todas las personas.