?C¨®mo es posible que las aerol¨ªneas bloqueen la ciencia en Espa?a?

Durante la ¨²ltima semana, han saltado las alarmas por un tema muy grave para la investigaci¨®n en nuestro entorno: las compa?¨ªas a¨¦reas que realizaban el transporte de animales de laboratorio entre la pen¨ªnsula y las Islas Canarias han dejado de ofrecer este servicio. Nuestros proyectos de investigaci¨®n est¨¢n, literalmente, parados.

Este hecho aparentemente simple tiene consecuencias catastr¨®ficas sobre m¨¢s de 30 proyectos de investigaci¨®n

Este hecho aparentemente simple (la cancelaci¨®n de un servicio ofrecido por dos l¨ªneas a¨¦reas) tiene consecuencias catastr¨®ficas sobre m¨¢s de 30 proyectos de investigaci¨®n en las islas, llevados a cabo por grupos de investigaci¨®n en las Universidades de La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria, as¨ª como en los Hospitales Universitarios de Tenerife y Gran Canaria. M¨¢s all¨¢ de la incuestionable utilidad social de la investigaci¨®n biom¨¦dica, cuya aplicaci¨®n final en beneficio de los seres humanos depende cr¨ªticamente de la utilizaci¨®n adecuada y legalmente regulada de animales de experimentaci¨®n, se hace patente una realidad innegable: no estamos en igualdad de condiciones con el resto de laboratorios en nuestro mismo pa¨ªs.

Una cosa es "no estar en igualdad de condiciones" y otra distinta es "no ser iguales". En otras palabras: ?es esto una simple pataleta? Los par¨¢metros que miden la calidad de la investigaci¨®n biom¨¦dica est¨¢n claramente establecidos y se pueden representar por el n¨²mero y la calidad de los proyectos de investigaci¨®n (subvenciones) concedidos en las instituciones, as¨ª como el n¨²mero de art¨ªculos cient¨ªficos y/o patentes publicados en una franja temporal reciente. De acuerdo a estos par¨¢metros, estamos a la altura de la mayor¨ªa de las instituciones p¨²blicas de nuestro pa¨ªs que llevan a cabo investigaci¨®n biom¨¦dica. Es m¨¢s, no s¨®lo estamos a la altura, sino que en los ¨²ltimos a?os hemos crecido considerablemente, aumentando la proporci¨®n de subvenciones nacionales y europeas en biomedicina. Hace un a?o, sin ir m¨¢s lejos, dimos un paso importante al conseguir un proyecto del Consejo Europeo de Investigaci¨®n (2,5 millones de euros), en una de las convocatorias m¨¢s competitivas de Europa. Por tanto, podemos decir que llevamos a cabo investigaci¨®n biom¨¦dica competitiva, con gran potencial, apoyada y financiada por el Gobierno espa?ol y la Uni¨®n Europea. Es decir: somos iguales, pero no estamos en igualdad de condiciones con el resto de investigadores del territorio espa?ol.

Las autoridades deben tomar medidas que aseguren el final de esta discriminaci¨®n. Nos enfrentamos al final de la investigaci¨®n biom¨¦dica de calidad en Canarias

La raz¨®n de esta desigualdad es principalmente geogr¨¢fica: no hay alternativa razonable al transporte a¨¦reo para trasladar animales de experimentaci¨®n a Canarias. Esto en principio no deber¨ªa suponer un problema, ya que este medio de transporte es el m¨¢s seguro, r¨¢pido y sobre todo el m¨¢s adecuado para el bienestar animal. En una palabra, el m¨¢s eficiente. Esto queda patente en el hecho de que el transporte a¨¦reo es el medio usado para el fin que nos ocupa en todo el mundo, ya que est¨¢ claramente regulado y es perfectamente compatible con el transporte de pasajeros. ?Cu¨¢l es entonces nuestro problema? ?Qu¨¦ nos impide utilizar el sistema que se est¨¢ usando en todos los laboratorios de Espa?a? Sencillamente, que estas dos compa?¨ªas han suspendido dicho servicio sin ofrecer una explicaci¨®n satisfactoria. Durante meses, se mastica nuestro recurrente lema: "Tiene que haber una soluci¨®n". Pese a todos nuestros intentos, las alarmas saltan definitivamente cuando el env¨ªo m¨¢s reciente de ratones, para el estudio de la artitis reumatoide, se queda parado en Madrid. Ha llegado a Espa?a, pero de ninguna manera pueden llegar a Canarias. Ninguna compa?¨ªa parece "poder" realizar el servicio, y los investigadores canarios, at¨®nitos, no obtenemos ninguna explicaci¨®n. ?C¨®mo es posible que, sin explicaciones, las l¨ªneas a¨¦reas puedan tomar decisiones que afectan de manera crucial a la ciencia financiada por el Gobierno de Espa?a y la Uni¨®n Europea, con dinero p¨²blico? Parece incre¨ªble, surrealista.

La insularidad conlleva un n¨²mero de impedimentos con los que estamos acostumbrados a convivir. Sin embargo, ninguno de ellos ha sido hasta el momento limitante para el desarrollo de nuestra investigaci¨®n, ni nos ha diferenciado de una manera tan evidente con el resto de nuestro pa¨ªs. ?Cu¨¢l es la soluci¨®n a este problema? Este es un asunto pol¨ªtico, ya que sin lugar a dudas se trata de un problema de inter¨¦s p¨²blico. Son ahora las autoridades las que deben tomar medidas que aseguren el final de esta discriminaci¨®n. De otro modo, nos enfrentamos no a un paso atr¨¢s, sino al final de la investigaci¨®n biom¨¦dica de calidad en Canarias. Y cuando digo investigaci¨®n biom¨¦dica de calidad, me refiero a la ¨²nica calidad posible: aquella que beneficia directamente a la sociedad, contribuyendo al conocimiento de la enfermedad y desarrollando mejores cuidados para la salud, incluyendo nuevos tratamientos o procedimientos diagn¨®sticos.

Teresa Gir¨¢ldez es investigadora Ram¨®n y Cajal, directora del grupo de investigaci¨®n MOLCAN/NANOPDICS, en la Universidad de La Laguna.