No dejar a nadie fuera

¡°Les dan una casa y la destrozan¡±; ¡°No quieren integrarse¡±; ¡°Hay gente que prefiere estar en la calle, les ofrecen albergues y no quieren ir¡±

?Qui¨¦n no ha escuchado frases como ¨¦stas? Son clich¨¦s que se repiten una y otra vez, que parece que nos resguardan de profundizar en las causas reales y los contextos globales que dan pie a las situaciones de personas sin vivienda.

La ciudad est¨¢ llena de sombras. Sombras de quienes pisan sin hacer ruido, n¨®madas sin rumbo claro buscando un cobijo lo m¨¢s estable posible. Invisibles para la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n, luchan por sortear las mil y una barreras que encuentran a cada paso. Cuando alguien decide sacar su situaci¨®n a la luz suele ser para se?alarles como incapaces, flojos e incluso culpables de lo que les toca vivir y de otros muchos y variados males de la sociedad.

Sin embargo, nuestra experiencia al lado de personas en situaci¨®n de extrema pobreza nos dice que nadie quiere vivir en la miseria, que nadie quiere sentirse tratado como un perro, que la mayor aspiraci¨®n cuando se est¨¢ en los m¨¢rgenes es el sentirse respetado como persona y conseguir unas seguridades y libertades b¨¢sicas que permitan aportar lo mejor de s¨ª mismo a otras a su alrededor.

Pero cuando est¨¢s sin domicilio fijo, o cuando ¨¦ste es temporal o precario, eso es imposible. Hay familias que se esfuerzan por escolarizar a sus hijos sin saber c¨®mo har¨¢n cuando tengan que mudarse a otro lugar, incluso a otro municipio. O que conviven con el miedo de que los peque?os sean objetos de burla por parte de sus amigos si descubren que viven en una furgoneta o chabola. Hay personas que luchan por poder acceder a unos servicios sanitarios y sociales m¨ªnimos mientras se dan de bruces con todas las barreras que hay para empadronarse cuando uno no tiene una vivienda normalizada. Hay padres y madres que ante el pavor que produce el que les puedan quitar a sus hijos por estar en la calle terminan ocupando pisos vac¨ªos como ¨²ltima opci¨®n. ¡°No es ocupa, es necesidad¡±, nos dec¨ªa una mujer. ¡°Parece que molestamos en todas partes¡±, escuchamos muchas veces: ¡°Sin vivienda no existes para la sociedad¡±

Son realidades invisibles pero m¨¢s numerosas de lo que pensamos. Y, frente a ellas, las respuestas de las instituciones suelen ser de urgencia, parciales y no adaptadas. En vez de una pol¨ªtica de vivienda que garantice el acceso a esta como un derecho, abundan las pol¨ªticas ¡°para pobres¡± que son pobres pol¨ªticas.

As¨ª, las pol¨ªticas de realojamiento de barrios de chabolas se centran en desmantelar los asentamientos en vez de en buscar garant¨ªas a largo plazo de que el realojo funcione, lo que implicar¨ªa buscar alternativas de vivienda adaptadas y con la participaci¨®n de las personas afectadas, en vez de imponer un ¨²nico modelo, el de la vivienda en vertical, acompa?ado por pol¨ªticas de acompa?amiento parcial que suelen reafirmar la marginaci¨®n de estos colectivos.

Eso conocimos por ejemplo en el barrio del Pozo del Huevo, desmantelado hace 15 a?os, y muchas de cuyas familias han sido ya desahuciadas por la propia instituci¨®n que les realoj¨®, dej¨¢ndoles en una situaci¨®n mucho m¨¢s precaria que la que ten¨ªan. Y eso parece que va a volver a ocurrir ahora en el barrio de Las Sabinas, en M¨®stoles, donde 376 familias est¨¢n pendientes del proceso de desmantelamiento del barrio anunciado por la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de M¨®stoles hace dos a?os, y en el que se calcula que solo el 40% de ellas ser¨¢n realojadas.

Es innegable que ha habido avances en c¨®mo se abordan las situaciones de exclusi¨®n residencial grave. Pero mientras no pongamos las condiciones que permitan sumar el conocimiento y la experiencia de quienes se ven afectadas por ella, no conseguiremos encontrar soluciones de verdad eficaces, universales y a largo plazo.

Por eso presentamos nuestra campa?a ¡°Realojando Derechos. Diagn¨®stico y Alternativas desde la Extrema Pobreza en la Lucha por la Vivienda¡±. Un proyecto de investigaci¨®n-acci¨®n para revisar y proponer desde los m¨¢rgenes v¨ªas que permitan generar pol¨ªticas de vivienda que no dejen a nadie fuera. Una campa?a de microfinanciaci¨®n en busca de apoyos como el tuyo. ?Te sumas?