Insomnio, migra?as, irritabilidad: menos mal que las luces de Navidad no duran todo el a?o
La iluminaci¨®n de las ciudades por estas fechas es un espect¨¢culo digno de ver, pero un exceso de contaminaci¨®n lum¨ªnica puede tener consecuencias poco agradables para la salud
El consumo responsable a veces est¨¢ re?ido con los intereses comerciales cl¨¢sicos. Por ello, desprenderse de la excesiva iluminaci¨®n navide?a, que nos deslumbra desde principios de diciembre en las grandes ciudades, no parece una tarea f¨¢cil. Por si las urbes espa?olas no tuvieran suficiente luz durante la noche, su iluminaci¨®n aumenta entre un 30% y un 50% en diciembre, seg¨²n la NASA. Esto afecta de manera directa al calentamiento global, no solo por el despilfarro energ¨¦tico que conlleva (y su consiguiente gasto p¨²blico), sino porque "la noche es un termorregulador, es decir la tierra se recupera del calor provocado por la luz del d¨ªa. Con tanta bombilla las temperaturas bajan menos¡±, recrimina Kilian Vindel, divulgador astron¨®mico de Astrobanyoles (Gerona).
Pero m¨¢s all¨¢ del consumo energ¨¦tico (recordemos que cada marzo se celebra la Hora del Planeta, un solo d¨ªa en el que se promueve el apag¨®n generalizado para concienciar sobre el cambio clim¨¢tico), el impacto medioambiental tiene muchas otras consecuencias. Por ejemplo, un art¨ªculo publicado en Environmental Health Perspectives advierte que las luces nocturnas artificiales pueden desorientar a animales como p¨¢jaros y tortugas.
Cansancio¡ y mucho m¨¢s
Este aturdimiento que provocan las luces no es solo perjudicial para especies migratorias. Algunos estudios, como el de la Universidad de Stanford (EE UU), concluyen que este espect¨¢culo visual, durante las horas de sue?o, altera el ritmo circadiano. Esto se traduce en una menor producci¨®n de melatonina que a su vez provoca, como efectos inmediatos, irritabilidad, falta de concentraci¨®n, fomenta la desmemoria y afea la piel (de ah¨ª las ojeras), como cont¨® a BUENAVIDA el doctor Eduard Estivill, neurofisi¨®logo especialista en Medicina del Sue?o, de la Cl¨ªnica del Sue?o Estivill (Barcelona).
Cuando el descanso deficiente se prolonga en el tiempo, se relaciona con enfermedades como obesidad, cardiopat¨ªas, diabetes, depresi¨®n y trastornos neurol¨®gicos como el p¨¢rkinson, seg¨²n el Centro de Investigaci¨®n Interdisciplinaria en Cronobiolog¨ªa de la Universidad de Haifa (Israel). "Adem¨¢s, la falta de sue?o incrementa el apetito y nuestro cerebro nos motiva a consumir m¨¢s hidratos de carbono, lo que acaba facilitando la obesidad¡±, a?ade Iv¨¢n Eguzquiza, psic¨®logo conductual del Instituto del Sue?o. La Universidad de Reikiavik (Islandia) se?ala que los hombres con problemas de sue?o tienen una posibilidad, hasta dos veces mayor, de desarrollar tumores de pr¨®stata puesto que la melatonina es un protector natural contra el c¨¢ncer, y un informe de la Comisi¨®n Europa lo asocia a un mayor riesgo de c¨¢ncer de mama. Que no cunda el p¨¢nico: las luces navide?as a menudo se hacen eternas, pero en realidad duran poco m¨¢s de un mes.
La luz no nos afecta a todos por igual. ¡°Los ritmos circadianos se han ido formando desde el nacimiento; los beb¨¦s duermen mucho y lo suelen hacer a oscuras. A medida que van madurando saben que la oscuridad es propicia para el suelo. Por eso, si a un ni?o le habituamos a a descansar sin nada de luz, de mayor cualquier interferencia lum¨ªnica por la noche le desvelar¨¢; por el contrario si les dejamos alg¨²n foco de luz, de adulto tolerar¨¢ mejor la claridad¡±, aclara el doctor Francisco Javier L¨®pez, coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa, una adaptaci¨®n que permite la vida en pa¨ªses muy cercanos al polo, donde las horas de luz y las de oscuridad oscilan mucho durante el a?o.
Peligro para conductores y peatones
Por su parte, el Colegio de ?pticos-Optometristas de Galicia se?ala que las luces navide?as podr¨ªan ser una importante causa de accidentes de tr¨¢fico. Los especialistas indican que, en algunos casos, los cambios repentinos de luminosidad presentan ciertos inconvenientes para personas especialmente sensibles a los deslumbramientos, y sobre todo en las afectadas por cataratas. ¡°Al menos el 70% de los conductores sufre deslumbramientos, y en el caso de personas con trastornos de la visi¨®n y mayores de 50 a?os son m¨¢s acusados y pueden ocasionar accidentes¡±, cuentan.?
Tampoco los peatones se libran: para muchos de los que padecen jaquecas, la sensibilidad a la luz est¨¢ ¨ªntimamente relacionada con el dolor. Como cuenta el Servicio Nacional de Salud de Estados Unidos, las bombillas de calles y los escaparates pueden contribuir a desencadenar un ataque de migra?a.
Contaminaci¨®n lum¨ªnica, la pesadilla de la astronom¨ªa
Otro perjudicado de la iluminaci¨®n nocturna es el cielo. Al menos, su observaci¨®n astron¨®mica. El Atlas Mundial del Brillo Artificial del Cielo Nocturno, publicado en Science Advances en junio de 2016, muestra que, durante el a?o, m¨¢s del 80% de la superficie del globo terr¨¢queo y casi el 100% de las poblaciones de Estados Unidos y Europa viven bajo cielos contaminados por la luz, y que para m¨¢s de un tercio de la humanidad, la V¨ªa L¨¢ctea est¨¢ oculta. Imagine cuando en las calles se encienden millones de bombillas. ¡°La luz artificial nos imposibilita ver detalles de las constelaciones que otras civilizaciones hace miles de a?os pod¨ªan ver. En la Tierra cuesta mucho trabajar con telescopios, por eso hay que sacarlos fuera de la atmosfera", cuenta con indignaci¨®n el director del Observatorio Fabra (Barcelona), Jorge N¨²?ez. ¡°La humanidad tiene derecho a observar el cielo, deber¨ªamos poder ver la V¨ªa L¨¢ctea siempre¡±, apostilla.
Con el lema En defensa del Cielo Nocturno y el derecho a observar las estrellas, instituciones la Fundaci¨®n Starlight (Tenerife), respaldada por la UNESCO, la Organizaci¨®n Mundial del Turismo y la Uni¨®n Astron¨®mica Internacional, luchan por controlar dicha contaminaci¨®n y denunciar a quienes incumplan las normas. Otra plataforma, ¡®Cel Fosc¡¯ (Cielo Oscuro), en Catalu?a, redact¨® un informe para regular el tipo de iluminaci¨®n, proteger los lugares oscuros y prohibir que la luz vaya hacia el cielo. El astr¨®nomo N¨²?ez propone una soluci¨®n: ¡°Se podr¨ªan sustituir las luces que contaminan mucho por otras menos agresivas, es caro pero factible¡±.
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