Angelica Cheung, la Anna Wintour que alborota China
La editora impuls¨® la primera generaci¨®n de ¡®tops¡¯ asi¨¢ticas
China, d¨¦cada de 1980. Mao ha muerto y al tim¨®n est¨¢ Deng Xiaoping. De la noche a la ma?ana enriquecerse se ha convertido en algo glorioso, y el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo acaba con su aislamiento para provocar la mayor transformaci¨®n social de la historia. Es hora de guardar el traje Mao en el fondo del armario. Pero, despu¨¦s de 30 a?os del comunismo m¨¢s estricto, resulta dif¨ªcil decidir qu¨¦ ponerse. Irrumpen el color y las formas m¨¢s atrevidas, pero se pierden en un ca¨®tico eclecticismo que refleja tanto la ambici¨®n de prosperar de la poblaci¨®n como su falta de formaci¨®n estil¨ªstica. Poco a poco van llegando las grandes marcas de la moda, atra¨ªdas por la promesa del mayor mercado del mundo, y con ellas tambi¨¦n las primeras publicaciones especializadas. En 1988 Elle es la primera extranjera.
¡°Al principio las ediciones chinas de las revistas internacionales de moda eran el primo pobre de la familia. La producci¨®n local era de p¨¦sima calidad. Se trataba a los lectores chinos como ciudadanos de segunda¡±, recuerda Angelica Cheung, quien decidi¨® tomar el tim¨®n de Vogue China hace 11 a?os. ¡°Mi objetivo fue publicar una revista que estuviese al mismo nivel que las ediciones de Francia, Espa?a, o Estados Unidos¡±. Aceptaron, y Cheung es considerada hoy la mujer china m¨¢s influyente en el mundo de la moda. No obstante, fue dif¨ªcil llegar hasta ah¨ª. ¡°Nadie en la esfera internacional quer¨ªa trabajar en China. Tuvimos que ser pioneros, crear la infraestructura de cero, y profesionalizar diferentes figuras que apenas exist¨ªan: estilistas, fot¨®grafos, modelos y dise?adores¡±. Cheung est¨¢ detr¨¢s de la creaci¨®n de las primeras generaciones de top models chinas como Du Juan o Liu Wen, y de modistos emergentes como Masha Ma o Uma Wang. ¡°Lo m¨¢s interesante de este trabajo es la capacidad para influir en la gente. Nuestras lectoras ¡ª1,3 millones en la edici¨®n impresa, y m¨¢s de seis millones en redes sociales¡ª admiran el prototipo que proyectamos y quieren imitarlo¡±. As¨ª, ahora la mujer china tiene poco que ver con la de hace solo una d¨¦cada.
Pero ya no vale cualquier cosa. ¡°Ahora la mujer china no busca lucir grandes logotipos de las marcas m¨¢s famosas; quiere crear un car¨¢cter propio, diferenciado, que ha abierto el mercado a dise?adores independientes e incluso ha propiciado un cambio en las empresas de lujo de m¨¢s renombre¡±, apunta Cheung. ¡°Ahora, las chinas viajan incluso m¨¢s que las europeas, y cada vez lo hacen de forma m¨¢s independiente. Han aprendido idiomas, tienen poder econ¨®mico, se sienten m¨¢s seguras, y se nutren de esta enriquecedora experiencia internacional con la que permean la sociedad a su regreso¡±, apunta la responsable de Vogue.
El poder de las ¡®influencers¡¯
Las redes sociales han propiciado la irrupci¨®n de las influencers tambi¨¦n en el panorama medi¨¢tico de la moda china. Yang Sen es una de ellas. Solo hace dos a?os que comenz¨® a escribir The Marginalist, pero ya cuenta con m¨¢s de 100.000 seguidores. "Muchas blogueras han logrado una influencia similar a la de los principales medios de comunicaci¨®n. Resultamos m¨¢s cercanas al p¨²blico, interactuamos con ¨¦l, y sobre todo las j¨®venes se fijan m¨¢s en nosotras a la hora de crear estilo, porque muchas no saben c¨®mo combinar la ropa".
Lo mismo piensa Camilla Gleditsch, una noruega de 26 a?os que, despu¨¦s de haber ejercido como bloguera de moda en Europa, hace dos a?os decidi¨® trasladarse a vivir a Shangh¨¢i para abrir una revista online That's It Magazine. "Hay que entender las peculiaridades de un pa¨ªs como China que est¨¢ obsesionado con ser lo que no es. No mostramos el mundo real sino un ideal que quieren alcanzar muchas de nuestras lectoras", sentencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.