As¨ª ser¨¢ el primer cementerio forense de Europa
El Hospital Universitario de ?msterdam estudiar¨¢ cad¨¢veres enterrados a un metro de profundidad para ayudar a la polic¨ªa a resolver casos
El cine y la televisi¨®n han dado visibilidad a la tarea de los forenses. En algunas series, los profesionales de la medicina legal no son meros auxiliares de polic¨ªas y jueces, sino que protagonizan la resoluci¨®n de casos centrados en muertes violentas. El poder de elipsis de la imagen reduce una larga cadena de an¨¢lisis al tr¨ªo formado por el especialista, los agentes y el tribunal. ¡°Pero en la pr¨¢ctica, las conclusiones mostradas al espectador solo pueden tomarse como una haza?a que tal vez se haga realidad dentro de varias d¨¦cadas. Cuando un cad¨¢ver ha sido enterrado, una cosa es la observaci¨®n externa y otra comprobar su descomposici¨®n a escala celular, que puede determinar la causa de la muerte y cu¨¢nto tiempo llevaba bajo tierra. Dos datos esenciales para las pesquisas policiales¡±, se?ala Roelof-Jan Oostra, jefe del departamento de Anatom¨ªa del Hospital Universitario de ?msterdam, que abrir¨¢ este a?o en sus instalaciones el primer cementerio forense de Europa.?
Ubicado en una zona de 500 metros cuadrados del centro m¨¦dico, la necr¨®polis cient¨ªfica estar¨¢ protegida por una valla de tres metros de alto. Tapada para evitar a los curiosos, tendr¨¢ capacidad para varias decenas de cad¨¢veres. En Estados Unidos y Australia ya existen estas "granjas de cuerpos" similares, un t¨¦rmino evitado en Holanda, porque se trata de un estudio respetuoso facilitado por los ciudadanos que donan su cuerpo a la ciencia.?
Y es que si el examen externo de los restos de un asesinado puede despejar muchas dudas sobre la forma en que fue golpeado, apu?alado, tiroteado¡ ¡°A¨²n no sabemos suficiente del proceso de degradaci¨®n del cad¨¢ver desde el punto de vista bioqu¨ªmico y microbiol¨®gico¡±, sigue Oostra. De ah¨ª que vayan a recrear las condiciones "naturales" de un enterramiento delictivo. ¡°Al menos en Holanda, los delincuentes inhuman los cad¨¢veres a un metro de profundidad, y a esa misma distancia de la superficie aplicaremos la telem¨¢tica para ver los efectos del paso de tiempo y traducir luego los datos obtenidos al lenguaje forense¡±.?
Oostra subraya que hay variables imposibles de reproducir, por ejemplo, los casos de envenenamiento, que provocan unas reacciones qu¨ªmicas especiales. Pero como la sepultura del hospital ser¨¢ real. ¡°Cuando la polic¨ªa, que utiliza aparatos infrarrojos para detectar objetos extra?os en la tierra en sus rastreos, desentierre un cuerpo, podremos ayudarle a descifrar aspectos del caso ahora muy dif¨ªciles de comprobar¡±, dice. Los agentes buscan una aguja en un pajar mientras peinan el terreno donde calculan que pudo ser escondido un muerto. ¡°Nosotros intentaremos ampliar el tama?o de la aguja para que la encuentren antes. Y a?adiremos datos sobre el efecto de diferentes terrenos, ya sea la tierra ganada al mar, o uno con m¨¢s vegetaci¨®n. Otra variable que no puede extrapolarse. Cada pa¨ªs tiene sus terrenos¡±, sostiene Oostra. En Holanda, llana y muy poblada, es impensable dejar tirado un cad¨¢ver sin llamar la atenci¨®n. Por el contrario, en Estados Unidos y Australia cuentan con zonas para estudiar la descomposici¨®n al aire libre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.