La curiosa historia de un f¨¢rmaco de derechas
El Enantyum, un medicamento contra el dolor, fue el primer caso en el que Espa?a se convirti¨® en referencia para la aprobaci¨®n de un f¨¢rmaco en la Uni¨®n Europea
El barrio de San Roque, en Badalona, se construy¨® en los a?os sesenta. All¨ª se recogi¨® a los damnificados de las riadas del Vall¨¦s de 1962 y a los habitantes de las barracas de Somorrostro, un poblado chabolista que el mar inundaba con frecuencia y ahora ocupa el paseo mar¨ªtimo de la Barceloneta. Aquel vecindario pobre, construido sin los equipamientos m¨ªnimos, sigue siendo hoy noticia por el tr¨¢fico de droga, los tiroteos o el deterioro de sus espacios p¨²blicos.
Dentro del barrio, se encuentra la sede espa?ola de la farmac¨¦utica italiana Menarini. All¨ª, durante los a?os noventa, cuando en buena parte de San Roque se daban cuenta de que las casas en las que viv¨ªan estaban enfermas de aluminosis, un grupo de investigadores trabajaba en la b¨²squeda de un nuevo f¨¢rmaco, una tarea que comienza muchas veces, pero pocas acaba con ¨¦xito.
Liset Borr¨¤s, responsable de Estudios y T¨¦cnico en Farmacovigilancia de la empresa, recuerda c¨®mo hacia 1993 un equipo liderado por dos qu¨ªmicos comenz¨® a trabajar en el nuevo producto con una t¨¦cnica que estaba de moda entonces. En la naturaleza, hay mol¨¦culas que son id¨¦nticas, est¨¢n compuestas por los mismos ¨¢tomos, pero organizados de manera opuesta, como si una fuese la imagen de la otra reflejada en un espejo. Cuando se aplica a estas mol¨¦culas un haz de luz, una lo refleja hacia la derecha, y por eso se llama dextr¨®gira, y la otra hacia la izquierda, conocida como lev¨®gira. Esa diferencia, aparentemente menor, es fundamental, porque puede determinar si, aplicada como medicamento, la mol¨¦cula cura o no.
El f¨¢rmaco surgi¨® al separar las mol¨¦culas dextr¨®giras (de derechas) de las lev¨®giras (de izquierdas) de un analg¨¦sico anterior
Con esa sospecha, el equipo de Menarini se puso a estudiar el Fastum, un analg¨¦sico de su propiedad basado en una mol¨¦cula conocida como ketoprofeno. ¡°En el ketoprofeno estaban las dos mol¨¦culas, lev¨®giras y dextr¨®giras, y se pensaba que solo una ten¨ªa la capacidad analg¨¦sica¡±, explica Borr¨¤s. Despu¨¦s de un arduo trabajo, separando las mol¨¦culas de derechas a trav¨¦s de una enzima, un tipo de prote¨ªnas que regulan las reacciones qu¨ªmicas, lograron 100 gramos del nuevo producto. Se trataba del dexketoprofeno, un antiinflamatorio tan efectivo como el ketoprofeno, pero con la mitad de medicamento y, por tanto, de toxicidad.
El nuevo producto se aprob¨® en 1996, despu¨¦s de tres a?os de trabajo de un equipo formado por una quincena de personas. El Enantyum, como fue bautizado comercialmente, se convirti¨® en el primer f¨¢rmaco en el que Espa?a serv¨ªa de referencia para la aprobaci¨®n de un f¨¢rmaco. Por dar una idea de la relevancia del logro, desde los laboratorios de San Roque, Menarini no ha logrado volver a producir un f¨¢rmaco original. Lo m¨¢s cerca que han estado, recuerda Borr¨¤s, fue hace dos a?os: ¡°Llegamos a fase 3 [la ¨²ltima fase de ensayos a la que se someten los f¨¢rmacos antes de ser aprobados] con un medicamento para colon irritable¡±.
Hasta 2014, Menarini disfrut¨® de la patente del Enantyum, que se dispensa con receta o en hospitales para todo tipo de dolores, desde los postoperatorios, al c¨®lico nefr¨ªtico o la extracci¨®n de una muela. Ram¨®n Esquerdo, el responsable de la f¨¢brica que produce el Enantyum en Badalona para todo el mundo, recuerda tambi¨¦n como las particularidades culturales de los pa¨ªses favorecen el consumo de distintos formatos de la misma mol¨¦cula, que va desde la cl¨¢sica pastilla al inyectado. ¡°En los pa¨ªses ¨¢rabes, por ejemplo, no les gustan los medicamentos solubles¡±, explica Esquerdo, que produce 62 millones de paquetes de Enantyum al a?o, el 80% dedicado a la exportaci¨®n.
La innovaci¨®n permiti¨® crear un medicamento igual de efectivo pero con la mitad de toxicidad
Ahora, incluso despu¨¦s de haber perdido la patente, siguen vendiendo su producto con la misma denominaci¨®n y en sus laboratorios contin¨²an analizando las aplicaciones de su f¨¢rmaco, tratando de entender tambi¨¦n la naturaleza del mal que combaten: el dolor. ¡°El dolor es la causa m¨¢s frecuente de visita al m¨¦dico y hay una gran variaci¨®n en los umbrales de dolor de cada individuo¡±, explica Remei Artigas, directora m¨¦dica de Menarini Espa?a. ¡°Se sabe, por ejemplo, que hay individuos con personalidades, que se llaman catastr¨®ficas, que van a sentir m¨¢s dolor. Y la ansiedad tambi¨¦n es un buen predictor de si una persona va a sentir m¨¢s dolor durante un postoperatorio¡±, apunta Mart¨ªn Ballar¨ªn, director cient¨ªfico de Grupo Menarini Latinoam¨¦rica. ¡°El dolor deber¨ªa registrarse en la historia m¨¦dica y no se hace¡±, a?ade.
Para tratar de comprender un problema m¨¦dico subjetivo y complejo, han seguido realizando ensayos cl¨ªnicos con sus f¨¢rmacos y as¨ª han llegado a comercializar desde enero una segunda versi¨®n del Enantyum. Adem¨¢s del dexketoprofeno que compone esta mol¨¦cula, tomando como referencia las combinaciones que se realizaban a ojo con otros f¨¢rmacos en los hospitales, introdujeron un opi¨¢ceo, el tramadol, que complementan como analg¨¦sico m¨¢s intenso el efecto antiinflamatorio del Enantyum y que comienza a actuar m¨¢s tarde y es m¨¢s duradero.
Mientras pasea por la f¨¢brica que dirige, Ram¨®n Esquerdo cuenta c¨®mo su sistema de trabajo y su tecnolog¨ªa impide hasta la m¨¢s m¨ªnima contaminaci¨®n de sus productos. Sistemas inform¨¢ticos replicados le permiten asegurar incluso que conf¨ªa en mantener la producci¨®n hasta en las circunstancias m¨¢s extremas. ¡°Si pasa algo tan grave que haga fallar todos estos sistemas, a m¨ª ya no me pillar¨¦is aqu¨ª¡±, bromea. Despu¨¦s de esa visita, cuando se regresa al exterior, se percibe con intensidad el contraste entre lo que hay tras esas puertas y las descuidadas calles de San Roque. Una carretera separa dos mundos que parecen inmiscibles y muestran las contradicciones del progreso humano.
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