Si hacemos caso a estas estad¨ªsticas de salud, Trump no termina su legislatura
Analizamos datos y consultamos a dos nutricionistas, un cardi¨®logo y un preparador f¨ªsico si la salud de alguien con las caracter¨ªsticas del presidente de Estados Unidos puede empeorar de aqu¨ª a cuatro a?os
¡°Comer mal incrementa el riesgo de muchas enfermedades", explica el nutricionista Julio Basulto. "Nueve de cada 10 diabetes tipo 2 se pueden prevenir con una dieta saludable, siete de cada 10 en el caso de las enfermedades cardiovasculares, y siete de cada 10 muertes por c¨¢ncer guardan relaci¨®n clara con el estilo de vida. A Trump le diagnosticar¨ªan un c¨¢ncer m¨¢s precozmente que a cualquier otra persona".
A d¨ªa de hoy, Donald Trump ¡°tiene una salud asombrosamente excelente¡±. Era lo que diagnosticaba, en un informe escrito a vuelapluma, Harold Bornstein, el m¨¦dico personal durante d¨¦cadas del presidente de Estados Unidos, cuando su paciente se postulaba como candidato a las primarias de los republicanos. Y tan asombroso resulta que un hombre de 70 a?os no explote con una dieta calcada a la de Super Size Me, con huevos fritos y beicon para el desayuno, una hamburguesa Big Mac para la cena y un men¨² habitual cargado de bist¨¦s, cubos de pollo frito del KFC, tazones de taco mejicanos, pizzas de Domino¡¯s, Doritos, patatas Lays y dulces como los Vienna Fingers. Todo esto regado con Coca Cola Light. Si el fast food supone un factor de riesgo para la obesidad, la salud cardiovascular, el c¨¢ncer, la diabetes o el colesterol, con semejante men¨², ?podr¨ªa el presidente m¨¢s viejo de la historia de Estados Unidos acabar su mandato? Varios expertos nos ayudan a confeccionarle un pron¨®stico de salud.
Trump goza de tres factores que juegan a favor de su organismo: una buena herencia gen¨¦tica (su madre Mary Anne falleci¨® a los 88 a?os y su padre Fred a los 93, aunque en los ¨²ltimos seis a?os padeci¨® Alzheimer), no fumar y no beber alcohol. Pero, pese a esos buenos datos, alguien adicto a la comida basura, con estr¨¦s de 16 horas diarias de trabajo, que no duerme m¨¢s de cuatro horas y una vida sedentaria a excepci¨®n de ocasionales partidos de golf tiene muchas papeletas de padecer un infarto de miocardio, un ictus o un c¨¢ncer. Para establecer un pron¨®stico sobre lo que la salud puede depararle a Trump, hay que partir tanto de su dieta como de sus niveles actuales.
De su dieta, Trump ha confesado que suele saltarse el desayuno y se mantiene alejado del caf¨¦ y el t¨¦. Cuando desayuna de forma ocasional, suele optar por unos huevos bien fritos y beicon medio cocido o cereales. Si se queda a comer en su despacho, el men¨² lo componen sobre todo los bocadillos, y si va al restaurante suele pedir filetes. Los bist¨¦s, eso s¨ª, siempre muy hechos, como explicara su mayordomo. Para cenar, el presidente estadounidense lo hace cinco d¨ªas a la semana fuera de casa, y casi siempre se refugia en la comida basura: las hamburguesas y patatas fritas o pollo frito, y menos frecuentemente pizzas, aunque de estas suele comer solo la cubierta. En su alimentaci¨®n diaria no figura el pescado, ni la verdura ni la fruta. En cambio, es conocida su afici¨®n a las galletas Oreo (hasta que la firma se trasladara a M¨¦xico) y a las Vienna Fingers de sabor a vainilla.
Los niveles actuales de Trump, analizados por su m¨¦dico, describen que tanto su ritmo cardiaco y sus niveles de colesterol est¨¢n controlados y no tiene probabilidad de sufrir c¨¢ncer de pr¨®stata, pero padece sobrepeso: 190 cm de altura; entre 107 y 121 kilos de peso (var¨ªa entre estas variables dependiendo de la fuente) y un ¨ªndice de masa corporal de 29; 116/70 mmHg de presi¨®n arterial; 169 mg/dl de colesterol total, 63 mg/dl de colesterol bueno (HDL) y 94 mg/dl de colesterol malo (LDL) y 61 de triglic¨¦ridos; 0,15 ng/ml del nivel de ant¨ªgeno prost¨¢tico espec¨ªfico (PSA). ?C¨®mo son posibles estos datos dada su adicci¨®n a la comida basura? Como todo hombre rico y poderoso, a Trump no le falta seguimiento m¨¦dico, con tratamientos farmacol¨®gicos ¡ªtoma estatinas contra el colesterol y los l¨ªpidos, un antibi¨®tico contra la ros¨¢cea y un medicamento relacionado con la pr¨®stata para el crecimiento del cabello-¡ª y chequeos peri¨®dicos.
"Nuestro riesgo de muerte no est¨¢ solo en nuestro c¨®digo gen¨¦tico, sino en nuestro c¨®digo postal. Alguien con tanta influencia y dinero, se hace chequeos constantemente. Si eres un aut¨®nomo que va al m¨¦dico cuando tienes un seguro, con esa misma dieta, las posibilidades de que tengas colesterol alto a 300 durante cinco a?os son muy elevadas, con un alto riesgo de que te d¨¦ un infarto, pero no alguien tan poderoso como este hombre porque est¨¢ m¨¦dicamente controlado¡±, observa el nutricionista Basulto.
Aunque todav¨ªa ning¨²n estudio se ha aventurado a cuantificar cu¨¢nto se engorda por consumir un bist¨¦ al d¨ªa, el m¨¢ximo de carne roja que conviene comer a la semana se sit¨²a en los 300 gramos y el tope de derivados c¨¢rnicos (hamburguesas, salchichas, embutido o fiambre) en los 20 gramos diarios, debido a su relaci¨®n con la obesidad y el desarrollo de c¨¢ncer de col¨®n. La dieta de Trump, seg¨²n sus fotos tuiteras traslucen, suele rebasar a placer las cantidades recomendadas. No se puede cifrar el riesgo ni hacer un pron¨®stico sobre cu¨¢ntos kilos se ganan con semejantes alimentos, pero en cambio, con las bebidas azucaradas es posible hablar de n¨²meros. ¡°Se sabe que Trump ingiere de forma habitual comida basura, por lo que es l¨®gico suponer que toma una bebida azucarada al d¨ªa, que puede hacer engordar hasta 4,5 kilos al a?o¡±, se?ala Basulto.
Sin embargo, eso no significa que alguien como Trump, que est¨¢ habituado a las grasas saturadas, los az¨²cares y el exceso de sal, vaya a ganar m¨¢s tallas en los pr¨®ximos cuatro a?os. ¡°A nivel poblacional, nuestro peso aumenta cada a?o un kilo si comemos medianamente mal. Si se sigue el ejemplo de Trump, con alimentos superfluos de una alta densidad energ¨¦tica, 250 calor¨ªas por 100 gramos, como la boller¨ªa, los postres l¨¢cteos y las bolsitas de papas, no ser¨ªa desacertado indicar que se pueden ganar dos kilos al a?o. Pero tambi¨¦n est¨¢ el factor gen¨¦tico. Hay gente que, coma lo que coma, no engorda, por lo que a lo mejor Trump no engorda nada, o engorda ocho kilos en los pr¨®ximos cuatro a?os¡±, explica este nutricionista.
El plato favorito de Trump es el Big Mac, cuya raci¨®n aporta 509 calor¨ªas. ?Qu¨¦ le pasa a nuestro cuerpo si cenamos a diario esas hamburguesas? ¡°Si adem¨¢s hay patatas fritas, supone 350 calor¨ªas m¨¢s. Solo para cenar Trump digiere 850 calor¨ªas, de las cuales hay 43 gramos de grasa, una cantidad excesiva. Es probable que consuma 2.000 calor¨ªas a diario para cubrir sus necesidades, e ingiera la cantidad de calor¨ªas que consume. Si lo ha hecho durante 20 a?os, no es imposible que haya mantenido su peso sin ganar m¨¢s kilos. Aunque a nivel nutricional sea una dieta desequilibrada, debe de tomar suplementos nutricionales para facilitar su ritmo de vida. Pero no significa que no pueda petar aunque tenga ciertos niveles estabilizados. Pero una persona que de repente pase de una dieta mediterr¨¢nea a emular a la de Trump, puede aumentar cada mes medio kilo, es decir, alrededor de seis kilos al a?o¡±, estima el nutricionista ?lex P¨¦rez.
No solo lo que sobra, tambi¨¦n lo que falta
El hecho de no tomar los nutrientes que aportan las hortalizas, la fruta y el pescado, con su riqueza de antioxidantes, Trump castiga a su organismo al dejarlo sin protecci¨®n para sus funciones metab¨®licas, musculares y nerviosas: ¡°La falta de antioxidantes se relaciona con la protecci¨®n de la arterosclerosis. Las grasas saturadas y el colesterol elevado hace m¨¢s probable que las placas recubren las arterias hasta que se taponen impidiendo el riego sangu¨ªneo en una parte del coraz¨®n. Si la afectaci¨®n es muy grande, puede parar directamente el coraz¨®n, o puede provocar un ictus¡±, anota el nutricionista P¨¦rez.
Seg¨²n las escalas que predicen las posibilidades de tener un infarto o un ictus a diez a?os vista, en funci¨®n de si la persona fuma, su edad, colesterol y presi¨®n arterial, es posible cuantificar un patr¨®n de riesgo de Trump. Aunque la tabla llega hasta los 65 a?os, es posible extrapolar los datos a un paciente de 70 a?os como el presidente americano. ¡°Para un hombre de 70 a?os no fumador y con un poco elevado el colesterol y una presi¨®n arterial normal, el riesgo de padecer un infarto o un ictus en diez a?os se sit¨²a entre el 10 y 14%. El riesgo m¨¢s bajo est¨¢ en menos del 1% y el mayor est¨¢ por encima del 15%, por lo que Trump se encuentra en la parte alta, ya que una persona de su misma edad con todos los ¨ªndices normales tendr¨ªa un tercio del riesgo de Trump, entre el 3 y 4%. Es m¨¢s, el patr¨®n de Trump equivale al de un fumador de 50 a?os con la tensi¨®n y el colesterol un poco elevados, es decir, una bomba de relojer¨ªa¡±, explica el cardi¨®logo Alberto Esteban, de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca en el Hospital Cl¨ªnico Universitario San Carlos de Madrid.
Aunque el control m¨¦dico que recibe Trump le prevenga de padecer una enfermedad cardiovascular, seg¨²n Esteban, es posible no salvarse de sufrir un infarto por raz¨®n de su dieta, h¨¢bitos de trabajo y sedentarismo. ¡°Tiene todas las papeletas para un infarto de miocardio. Aunque no es obeso, su forma de vida competitiva y estresante son factores indirectos. Un marcador de riesgo tambi¨¦n se aprecia en los l¨®bulos de sus orejas. Se ha visto que las persona con mayor riesgo cardiovascular acumulan grasas en los l¨®bulos, adem¨¢s de la acumulaci¨®n en el abdomen¡±, indica este cardi¨®logo.
En cuanto a deportes, solo se conoce que el presidente practica golf, que la Fundaci¨®n del Coraz¨®n recomiendan por sus beneficios y una reducida tasa de lesiones. ¡°Lo hace por un tema social, por negocios, pero en realidad es una actividad f¨ªsica de muy baja intensidad, de muy bajo volumen. En su caso, apenas hace ejercicio porque suele ir en carrito de hoyo a hoyo, por lo que no es la actividad f¨ªsica recomendada para una persona con factores de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Adem¨¢s, como no practica ning¨²n otro deporte y tiene una vida sedentaria, hay que sumar las posibilidades de padecer problemas de articulaciones, osteoporosis o dolor de espalda¡±, se?ala Jorge Garc¨ªa Bastida, profesor de la Universidad Internacional de La Rioja y preparador f¨ªsico de la Selecci¨®n Espa?ola Femenina de Hockey.
Sumando a los factores que le predisponen a sufrir problemas de salud ¡ªsu edad, la falta de ejercicio, su dieta repleta de az¨²car y grasas saturadas y el estr¨¦s de ser un presidente controvertido¡ª los que parecen resguardarle de los sustos ¡ªsus sorprendentes buenos niveles de salud, sus controles m¨¦dicos y los medicamentos que toma¡ª, lo que parecen tener claro los expertos consultados es que la salud de Trump se agrava diariamente: no cumple ninguno de los par¨¢metros de la vida equilibrada, que son tan sencillos como ejercicio y dieta sana.
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