Vestir sudadera con capucha le puede meter en l¨ªos
Es lo que se desprende de un nuevo estudio sobre el modo en que los trajes condicionan la realidad
El h¨¢bito s¨ª hace al monje. Al menos, mientras lo lleva puesto, porque un estudio de la Universidad de McMaster (Canad¨¢) concluye que usar un uniforme de las fuerzas de seguridad cambia la forma en que el cerebro procesa la informaci¨®n. ¡°El de polic¨ªa re¨²ne el efecto de poder, de fuerza, de orden y de ley, aunque el mismo halo lo podemos ver en personas que acuden a trabajar en traje, cuando no es su prenda habitual de vestir¡±, explica Manuel Nevado, docente del Colegio Oficial de Psic¨®logos de Madrid.
El equipo de neurocient¨ªficos cognitivos que han publicado el estudio sugiere que el simple hecho de ponerse un uniforme afecta autom¨¢ticamente a la percepci¨®n que tenemos sobre los dem¨¢s, creando un sesgo hacia aquellos considerados de bajo estatus social. ¡°El doctor Philip Zimbardo ya realiz¨® algo similar con efectos realmente da?inos para todos los participantes en su c¨¦lebre estudio de la Universidad de Stanford (EE UU, 1971). En este experimento someti¨® a un grupo de estudiantes universitarios, cuya participaci¨®n fue voluntaria, y simul¨® una prisi¨®n en la que unos actuaban como presos (con la indumentaria propia) y otros como polic¨ªas (utilizando los uniformes correspondientes). Las humillaciones, el exceso de poder y las vejaciones por parte del segundo grupo hicieron que Zimbardo tuviera que parar el estudio a los pocos d¨ªas de iniciarse¡±, rememora Manuel Nevado.
En este sentido, el psic¨®logo Antoni Mart¨ªnez matiza que aunque los uniformes poseen un determinado simbolismo cultural, y condicionan a actuar de una manera, esta puede variar seg¨²n el individuo que lo porta: "Algunos relacionan el traje de la Polic¨ªa con un funcionario que vela por el bien com¨²n, mientras que otros lo pueden percibir como una parte del mecanismo opresor del Estado".?
Uniformes contra sudaderas
Los investigadores canadienses hilaron m¨¢s fino en su ensayo: al ponernos un traje de polic¨ªa, nos llaman m¨¢s la atenci¨®n los individuos vestidos con sudaderas. "Sabemos que la ropa transmite significado, y que el ch¨¢ndal con capucha se ha convertido hasta cierto punto en un s¨ªmbolo de menor nivel social y juventud", explica Sukhvinder Obhi, uno de los autores. "Hay un estereotipo que vincula las sudaderas con la delincuencia y la violencia, y se activa en mayor medida al ponerse el uniforme de polic¨ªa. Y estos prejuicios atencionales hacia ciertos grupos de personas pueden llegar a ser problem¨¢ticos".
¡°Los uniformes siempre cambian nuestra perspectiva, porque tenemos una memoria de fantas¨ªa com¨²n, seg¨²n la cual asignamos roles, valores y actitudes en funci¨®n de la vestimenta. ?C¨®mo nos influye ver a un director de banco con coleta y vaqueros? ?O a un mec¨¢nico en traje de Armani?? Los conocimientos y la sabidur¨ªa no dependen del vestuario, pero la concepci¨®n social predispone a dar por hecha una mayor o menor competencia laboral en funci¨®n al uniforme que luzca¡±, concluye Manuel Nevado.
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