Un hongo ¡®devorador de salamandras¡¯ diezma las poblaciones de esos anfibios en Europa
El pat¨®geno infecta y mata a los individuos adultos y sexualmente maduros
Un hongo llamado Batrachochytrium salamandrivorans, literalmente devorador de salamandras, est¨¢ diezmando algunas poblaciones de esos anfibios en Europa. El pat¨®geno, que lleg¨® al viejo continente gracias al comercio de mascotas, infecta y mata las salamandras adultas y sexualmente maduras, lo que ha llevado a una disminuci¨®n de ejemplares de esos animales en Pa¨ªses Bajos, Alemania y B¨¦lgica en los ¨²ltimos dos a?os, seg¨²n un estudio publicado el pasado mi¨¦rcoles en la revista Nature.?
An Martel, de la Universidad de Gante, y sus colegas estudiaron el "colapso r¨¢pido y sostenido" de una poblaci¨®n de salamandras belgas durante un per¨ªodo de dos a?os despu¨¦s de la infecci¨®n ¡ªque aparece en la forma de heridas en la piel de los animales¡ª y detectaron una tasa de mortalidad del 100%. Los cient¨ªficos sostienen que la gran capacidad de dispersi¨®n del hongo y el hecho de que los anfibios no desarrollan una resistencia a la infecci¨®n pueden desencadenar una tormenta perfecta capaz de extinguir las especies europeas. "Esa enfermedad no afecta solo a la biodiversidad, sino que tambi¨¦n tiene efectos derivados en el ecosistema, con el cambio demogr¨¢fico en las poblaciones", afirma Martel.?
Este pat¨®geno se suma a otro, el?Batrachochytrium dendrobatidis, descubierto en la d¨¦cada de los noventa, que tambi¨¦n se expande gracias a los medios de transporte de los humanos y que?ya ha causado el declive o la extinci¨®n de m¨¢s de 200 especies de anfibios y?supone ¡°la mayor amenaza para la biodiversidad causada por una enfermedad¡±, seg¨²n un estudio anterior del equipo de Martel. Como su antecesor, el nuevo hongo produce zoosporas que nadan activamente hacia las salamandras, pero tambi¨¦n tiene esporas enquistadas que flotan?en la interfaz agua-aire hasta llegar a la piel de esos anfibios. "Eso promueve la propagaci¨®n del hongo en grandes distancias espaciales", explica la responsable del estudio.?
La investigaci¨®n demuestra que las esporas permanecen infecciosas durante un mes en el agua y tambi¨¦n contaminan las especies de salamandra menos susceptibles (por ejemplo los tritones alpinos) y algunas especies de rana pueden servir como reservorio. Adem¨¢s, las esporas enquistadas han demostrado ser m¨¢s resistentes a la depredaci¨®n por el zooplancton, lo que, seg¨²n los cient¨ªficos, destaca su potencial para persistir en un ambiente acu¨¢tico.?
Las salamandras infectadas, por su parte, contaminan el suelo del bosque, donde el ADN f¨²ngico puede ser detectado incluso despu¨¦s de 200 d¨ªas. "En conjunto, la presencia de una espora capaz de resistir a las condiciones ambientales y transmitir la infecci¨®n a trav¨¦s del agua y del suelo, combinada con la aparici¨®n de hu¨¦spedes anfibios obstaculiza cualquier esfuerzo para erradicar el hongo de un ecosistema infectado", escriben los investigadores.?
Alternativas
El?Batrachochytrium salamandrivorans? ya estaba presente en espec¨ªmenes capturados en el siglo XIX en Asia, pero en pa¨ªses como Tailandia, Vietnam o Jap¨®n, el hongo no causa enfermedad, lo que indica que all¨ª los batracios han desarrollado inmunidad al pat¨®geno, probablemente tras convivir con ¨¦l durante miles de a?os. Los anfibios europeos est¨¢n lejos de desarrollar esa resistencia, seg¨²n los resultados de Martel y sus colegas: despu¨¦s de cinco ciclos de exposici¨®n a la infecci¨®n y tratamiento ¡ªy contrariamente a la teor¨ªa de que la exposici¨®n no letal al pat¨®geno podr¨ªa proporcionar oportunidades para montar una respuesta inmune protectora¡ª la resistencia contra la infecci¨®n no aument¨®.
El Parlamento Europeo ?financiar¨¢?un consorcio internacional para desarrollar un plan de acci¨®n contra la expansi¨®n del hongo
"La inhabilidad para crear la inmunidad excluye en gran medida la vacunaci¨®n como alternativa para mitigar el problema", explica Martel. La cient¨ªfica cree que la ¨²nica manera disponible para atajar el problema son los programas de conservaci¨®n ex situ (es decir, fuera del h¨¢bitat natural de los animales). La investigadora cuenta que el Parlamento Europeo "ha respondido al llamado a la acci¨®n" por parte de los cient¨ªficos y va a financiar un consorcio internacional para "desarrollar r¨¢pidamente" un plan de acci¨®n contra la expansi¨®n del hongo. La Universidad de Gante liderar¨¢ el proyecto, que contar¨¢ con siete socios, entre ellos el CSIC.?
Jaime Bosch, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), participar¨¢ en la iniciativa y comparte la opini¨®n de Martel sobre la conservaci¨®n ex situ. "Los centros de cautividad son solo un parche para el problema, pero son la ¨²nica alternativa", comenta Bosch, quien lleva aproximadamente 20 a?os estudiando (e intentando prevenir) la infecci¨®n de salamandras espa?olas por el B.?dendrobatidis. "Las esporas del primer hongo se mor¨ªan cuando se secaban, por eso hemos podido mitigar la situaci¨®n disecando las charcas y aplicando desinfectantes qu¨ªmicos", cuenta. Para afrontar a la nueva variedad del hongo, m¨¢s virulenta, el cient¨ªfico aboga por un cambio legislativo: "En Espa?a se pueden comprar tritones provenientes de China en tiendas de barrio, si ning¨²n tipo de control", lamenta. Bosch sostiene que los cambios en las leyes de comercio de mascotas deben ser parte de un "sistema de vigilancia temprana" para prevenir la llegada del pat¨®geno en otras zonas.
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