La mujer que quiere desvelar el misterio del comienzo de nuestra vida
Magdalena Zernicka-Goetz, investigadora de la Universidad de Cambridge, estudia la programaci¨®n que permite a un ¨®vulo convertirse en los m¨¢s de 200 tipos de c¨¦lula del cuerpo
Cuando ten¨ªa 44 a?os, la cient¨ªfica Magdalena Zernicka-Goetz dio a luz a su segundo hijo. Un test durante el embarazo le hizo creer que el beb¨¦ ten¨ªa muchas probabilidades de nacer con problemas de salud. ¡°El 30% de las c¨¦lulas en la placenta que un¨ªan mi beb¨¦ a mi cuerpo eran anormales¡±, explica. Sin embargo, el ni?o naci¨® sano. Inspirada por su propia experiencia, la investigadora de la Universidad de Cambridge llev¨® a cabo un estudio que mostraba c¨®mo las c¨¦lulas anormales en esas fases del desarrollo del embri¨®n se sustituyen por c¨¦lulas sanas. ¡°Me di cuenta de que no se entiende bien lo que les pasa a esas c¨¦lulas anormales cuando aparecen en las etapas tempranas de nuestro desarrollo¡±, se?ala. ¡°Para saber m¨¢s sobre ese proceso, desarrollamos un sistema modelo trabajando con embriones de rat¨®n generando esas c¨¦lulas anormales y se?al¨¢ndolas de manera que pod¨ªamos seguirlas. Esto nos permiti¨® ver que esas c¨¦lulas anormales son eliminadas en gran parte por muerte celular programada. Pero solo en esa parte del embri¨®n que va a dar lugar al cuerpo en el futuro, no en la parte que da lugar a la placenta¡±, contin¨²a. ¡°Este resultado me hizo mirar a los tests gen¨¦ticos de manera diferente, porque no entendemos bien los resultados que nos ofrecen¡±, a?ade.
La investigadora de la Universidad de Cambridge ha estado hace unos d¨ªas en Bilbao para participar en el 7? Congreso Internacional del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). En esa reuni¨®n, rodeada de cientos de expertos en los aspectos m¨¢s pr¨¢cticos de la reproducci¨®n humana, Zernicka-Goetz representaba a quienes indagan en lo que a¨²n tiene de misterioso ese proceso que, a partir de una c¨¦lula, produce un ser humano con m¨¢s de 200 tipos diferentes.
Solo sabemos las cosas triviales sobre c¨®mo comienza nuestra vida
¡°Los primeros d¨ªas de nuestra vida son a¨²n enigm¨¢ticos. Sabemos c¨®mo se dividen las c¨¦lulas y van produciendo m¨¢s c¨¦lulas y sabemos que esas c¨¦lulas van a tener destinos diferentes, que van a convertirse en partes distintas del embri¨®n. Pero solo una fracci¨®n acabar¨¢ formando parte del cuerpo futuro. Otra parte de esas c¨¦lulas servir¨¢ para sustentar al beb¨¦ dentro del cuerpo de la madre¡±, explica la investigadora polaca. Sin embargo, contin¨²a, ignoramos ¡°c¨®mo se producen estas decisiones sobre el destino de esas c¨¦lulas. Ese es uno de los mayores enigmas de mi vida. Intento averiguar c¨®mo esas c¨¦lulas deciden su destino en ratones y embriones humanos¡±, concluye.
Este a?o, la experta en biolog¨ªa del desarrollo lider¨® un equipo que logr¨® imitar parte de ese misterioso proceso. En un trabajo publicado en Science, replicaron esos primeros pasos hacia una nueva vida al producir un embri¨®n de rat¨®n a partir de un cultivo de c¨¦lulas madre. En el experimento, observaron c¨®mo fueron creciendo las c¨¦lulas en un gel. All¨ª se replicaron las estructuras que aparecen durante la gestaci¨®n en el ¨²tero y continuaron desarroll¨¢ndose durante siete d¨ªas, el equivalente a tres meses de un embarazo humano.
¡°Yo soy una cient¨ªfica b¨¢sica y mi inter¨¦s principal es comprender los mecanismos que est¨¢n en el origen de nuestra vida y c¨®mo nuestro embri¨®n arranca y c¨®mo estas c¨¦lulas deciden su destino. Pero cada investigaci¨®n b¨¢sica puede servir a los m¨¦dicos. Mi trabajo tiene una aplicaci¨®n pr¨¢ctica porque, por ejemplo, puede ayudar a seleccionar los embriones m¨¢s sanos para un trasplante¡±, indica. Adem¨¢s, sus investigaciones van a permitir conocer mejor el proceso del desarrollo embrionario. ¡°Hasta hace poco solo ¨¦ramos capaces de estudiar la primera semana de la vida del embri¨®n humano. En ese punto el beb¨¦ tiene que volver a la madre para sobrevivir, pero hemos desarrollado un sistema de cultivo para que estos embriones puedan estar fuera de la madre siete d¨ªas m¨¢s. Eso es extremadamente importante porque no sabemos qu¨¦ les sucede a esas c¨¦lulas individuales en esa fase de la aparici¨®n de la vida. Ahora somos capaces de estudiar esa fase del desarrollo y ver tambi¨¦n cu¨¢ndo pueden surgir anomal¨ªas¡±, afirma.
En Reino Unido, esta investigaci¨®n, que se public¨® en Nature, ha reabierto un debate sobre los l¨ªmites de la ciencia. All¨ª, no se puede mantener un embri¨®n vivo m¨¢s all¨¢ de los 14 d¨ªas, el doble de lo que permit¨ªa la t¨¦cnica antes de las aportaciones de Zernicka-Goetz. ¡°Conocer mejor esta fase del desarrollo de los embriones tendr¨¢ aplicaciones para mejorar la fecundaci¨®n in vitro, porque tendremos m¨¢s informaci¨®n sobre cu¨¢les tienen m¨¢s posibilidad de ¨¦xito cuando se implanten¡±, asegura. ¡°Pero tambi¨¦n es importante por nuestra propia mente, porque queremos saber c¨®mo comienza nuestra vida y c¨®mo nuestras c¨¦lulas son capaces de llegar a generar estructuras tan complejas como el ojo a partir de una sola c¨¦lula. Y esa c¨¦lula est¨¢ programada para crear todo eso y es incre¨ªble que a¨²n no entendamos c¨®mo se realiza ese programa. Sabemos las cosas triviales sobre c¨®mo comienza nuestra vida. Que las c¨¦lulas se dividen y empiezan a diferenciarse unas de otras, pero a¨²n no sabemos realmente c¨®mo se desarrolla todo este programa¡±.
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