La engorrosa infecci¨®n femenina que ni los ginec¨®logos terminan de entender
Afecta al 30% de las mujeres en EE UU y hasta al 14% en Europa, pero su desencadenante es a¨²n un misterio. La vaginosis bacteriana siempre vuelve
No es solo un incordio para muchas mujeres, sino tambi¨¦n una se?al de alarma: un olor vaginal demasiado intenso, junto con un flujo excesivo entre lo blanquecino y lo gris, indica que estamos ante una posible infecci¨®n vaginal. A falta de una confirmaci¨®n por parte de su ginec¨®logo, el cerco se estrecha en torno a la vaginosis bacteriana si, adem¨¢s, hay escozor y picor, incluso durante las relaciones sexuales. "?La vagiqu¨¦¡?", se preguntar¨¢. Y es que, en efecto, pese a su gran incidencia, este trastorno es a¨²n una inc¨®gnita para gran parte de la poblaci¨®n, y tambi¨¦n para la ciencia.
Tal y como la definen en el servicio de Microbiolog¨ªa del Hospital Universitario Puerto Real (C¨¢diz), ¡°la vaginosis bacteriana (VB) es la principal causa de flujo vaginal anormal o leucorrea en la mujer en edad de reproducci¨®n. Esta secreci¨®n vaginal anormal es el s¨ªntoma m¨¢s frecuente y se caracteriza por un desagradable olor y ausencia de signos inflamatorios¡±. Las cifras apuntan a que es un trastorno com¨²n, que afecta al 30% de las mujeres de entre 14 y 49 a?os en Estados Unidos, y a entre el 4 y el 14% del mismo grupo en Europa.
Pero la cuesti¨®n que plantean los expertos de este centro m¨¦dico es que "si bien dicha patolog¨ªa ha sido objeto de gran cantidad de estudios y trabajos desde hace d¨¦cadas, a¨²n en la actualidad sigue siendo una entidad pol¨¦mica y de resultados contradictorios¡±.
Un enemigo que siempre vuelve
El principal reto de los investigadores es comprender la alta incidencia en mujeres j¨®venes. Concretamente, Federico Velasco, ginec¨®logo del Hospital Vithas San Jos¨¦, apunta que ¡°la vaginosis bacteriana constituye hasta el 50% de los diagn¨®sticos de infecci¨®n vaginal. Y se produce por una alteraci¨®n compleja de la composici¨®n de la flora, en la que se da una sustituci¨®n del lactobacilo acid¨®filo por altas concentraciones de otras bacterias, en general, anaerobias¡±.
El experto aclara que no se trata de una enfermedad conocida porque ¡°la mitad de las mujeres afectadas, o incluso m¨¢s, son asintom¨¢ticas. Esta infecci¨®n suele resolverse espont¨¢neamente en la tercera parte de los casos, y en mayor proporci¨®n en mujeres embarazadas". Sin embargo, las hay menos afortunadas, y es que algunas de las pacientes no solo sufren de forma m¨¢s intensa los s¨ªntomas, sino que adem¨¢s tienden a ser reincidentes. ¡°Dado que es un proceso en el que influyen factores hormonales, inmunol¨®gicos, gen¨¦ticos, raciales, sexuales, h¨¢bitos nocivos, higiene ¨ªntima no adecuada y otros, no es infrecuente que se repita una y otra vez¡±, matiza Velasco.
El misterioso origen de la infecci¨®n
Uno de los grandes debates en torno a la vaginosis bacteriana son sus desencadenantes. Seg¨²n el ginec¨®logo del Hospital Vithas San Jos¨¦, ¡°la causa de dicha alteraci¨®n no es bien conocida. Los estudios realizados asocian la vaginosis bacteriana con las relaciones y h¨¢bitos sexuales, el tabaquismo, algunos productos de higiene ¨ªntima y los m¨¦todos anticonceptivos empleados¡±.
Teniendo en cuenta que es una enfermedad muy com¨²n en mujeres en edad de actividad sexual, el experto a?ade que ¡°no est¨¢ claro que la vaginosis bacteriana se produzca por la transmisi¨®n de un agente pat¨®geno por v¨ªa sexual, pero su aparici¨®n es rara en pacientes sin relaciones sexuales¡±. Por esa raz¨®n, ¡°se considera un factor de riesgo la relaci¨®n sexual, as¨ª como tener un elevado n¨²mero de parejas, tanto masculinas como femeninas¡±.
Incide en esta idea la sex¨®loga Ximena Gonz¨¢lez, que en primer lugar deja claro que ¡°la vaginosis bacteriana no es una enfermedad de transmisi¨®n sexual¡±. Esto quiere decir que no es infecciosa ni contagiosa, ¡°ya que se trata de un desequilibrio en el interior de la vagina y no de un agente que se transmite exclusivamente por v¨ªa sexual¡±. Sin embargo, la experta s¨ª que recomienda ¡°el uso del preservativo durante las relaciones sexuales para evitarla, ya que en algunos casos se cree que el semen puede ser un factor que acelere la infecci¨®n".
Otro de los retos de la vaginosis bacteriana es que debido a s¨ªntomas como el picor, muchas mujeres, al padecerla, creen tener una candidiasis, es decir, hongos vaginales, y deciden automedicarse de forma err¨®nea. A este respecto, el doctor Ventura S. S¨¢nchez, de la Asociaci¨®n Espa?ola de Ginecolog¨ªa y Obstetricia (AEGO), insiste en que ante cualquier sospecha es preferible acudir al ginec¨®logo, ya que ¡°siempre que se administra un tratamiento primero es necesario diagnosticar el agente v¨ªrico-bacteriano o f¨²ngico causante¡±. As¨ª, el abordaje habitual en estos casos es la aplicaci¨®n local de metronidazol o clindamicina, en forma de ¨®vulos vaginales o crema; a diferencia de la candidiasis, donde la infecci¨®n se produce por levaduras, y se trata con otro tipo de medicamentos. Confundir ambas vaginitis repercute, pues, en un tratamiento err¨®neo para la vaginosis bacteriana, de s¨ªntomas parecidos pero m¨¢s intensos y desagradables, seg¨²n detalla AEGO.
Factor de riesgo para la transmisi¨®n del VIH
Otra de las complicaciones de la vaginosis bacteriana es que, seg¨²n los ¨²ltimos estudios, se trata de un factor de riesgo en el contagio de infecciones de transmisi¨®n genital, sobre todo para el VIH, seg¨²n detect¨®, en 2012, una investigaci¨®n dirigida por la Universidad de California en San Francisco (UCSF).
Para ello, se realiz¨® un estudio prospectivo de 2.236 mujeres VIH positivas y sus parejas no infectadas, donde se observ¨® que aquellas f¨¦minas que tambi¨¦n ten¨ªan vaginosis bacteriana presentaban un potencial de contagio tres veces mayor que las que no. En las conclusiones, publicadas en PLoS Medicine, su autor principal, Craig R. Cohen, profesor de obstetricia, ginecolog¨ªa y ciencias reproductivas en la UCSF, se?alaba la importancia de seguir ahondando en la materia: "La relaci¨®n del riesgo de transmisi¨®n con la distribuci¨®n de la flora genital sigue siendo poco conocida, pero abre una importante v¨ªa de investigaci¨®n en el futuro¡±.
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