Un estudio sugiere que tres caf¨¦s al d¨ªa reducen la mortalidad prematura entre un 8% y un 18%
El an¨¢lisis, de medio mill¨®n de personas a lo largo de 16 a?os, es el mayor hasta la fecha
Beber tres caf¨¦s o m¨¢s al d¨ªa reduce la mortalidad prematura un 18% en hombres y un 8% en mujeres, seg¨²n sugiere el mayor estudio hasta la fecha. El trabajo, encabezado por cient¨ªficos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), ha analizado a 520.000 personas a lo largo de 16 a?os en una decena de pa¨ªses europeos, incluida Espa?a. Los resultados asocian el consumo de tan solo un caf¨¦ diario con una reducci¨®n de la mortalidad prematura del 3% en hombres y del 1% en mujeres. Disminuye la mortalidad por todas las causas, pero sobre todo por enfermedades cardiovasculares y del sistema digestivo.
El estudio es una buena noticia para los cafeteros, que cada d¨ªa beben 2.250 millones de tazas en todo el planeta. En 1991, la misma rama de la OMS ¡ªla Agencia Internacional de Investigaci¨®n sobre el C¨¢ncer¡ª clasific¨® el caf¨¦ como ¡°posiblemente carcin¨®geno para los seres humanos¡±, a causa de ¡°indicios limitados¡± que insinuaban un v¨ªnculo con el c¨¢ncer de p¨¢ncreas. El a?o pasado, la OMS borr¨® esa sospecha tras examinar m¨¢s de 1.000 estudios y concluy¨® que no hab¨ªa pruebas de la carcinogenicidad del caf¨¦. Incluso se observ¨® una reducci¨®n del riesgo de c¨¢ncer de h¨ªgado y del endometrio uterino.
Ahora, el nuevo macroestudio, financiado por la Comisi¨®n Europea, no solo indulta al caf¨¦, sino que sugiere efectos beneficiosos para la salud. Un segundo estudio, realizado con 185.000 estadounidenses de varias etnias, tambi¨¦n durante 16 a?os, llega a conclusiones similares. Ambos trabajos se publican hoy en la revista especializada Annals of Internal Medicine.
Los efectos beneficiosos se observan ya sea el caf¨¦ con cafe¨ªna o descafeinado
¡°En dos sociedades muy diferentes vemos resultados bastante concordantes: el caf¨¦ tiene un efecto saludable y reduce la mortalidad prematura en una cantidad no despreciable¡±, resume el epidemi¨®logo Antonio Agudo, coautor del estudio europeo. Agudo, del Instituto Catal¨¢n de Oncolog¨ªa, subraya que el caf¨¦ contiene sustancias como los polifenoles, con propiedades antioxidantes. Los efectos beneficiosos se observan ya sea el caf¨¦ con cafe¨ªna o descafeinado.
Esteve Fern¨¢ndez, expresidente de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, aplaude el trabajo europeo. El investigador, ajeno al nuevo estudio, recuerda que hace d¨¦cadas muchos an¨¢lisis encontraron v¨ªnculos entre el caf¨¦ y el c¨¢ncer simplemente porque los cafeteros fumaban m¨¢s. Era una falsa asociaci¨®n: lo que provocaba el c¨¢ncer era el cigarrillo que acompa?aba el caf¨¦.
Ahora, los autores han intentado eliminar estas conexiones err¨®neas, ajustando sus resultados a posibles variables de confusi¨®n, como el propio tabaco, la afici¨®n al alcohol, el consumo de carnes procesadas y rojas, la toma de frutas y verduras, el n¨²mero diario de calor¨ªas ingeridas y el uso de la p¨ªldora anticonceptiva. Los investigadores, sin embargo, no han tenido en cuenta el nivel de ingresos. La renta es un posible factor de confusi¨®n, ya que las personas con m¨¢s dinero suelen tener mejor salud y, a su vez, pueden permitirse beber m¨¢s caf¨¦, un producto caro en el mercado.
Los expertos creen que todav¨ªa es prematuro recomendar el consumo de caf¨¦ para prevenir enfermedades cr¨®nicas
Agudo reconoce esa posible limitaci¨®n, pero cree que es menor. Su equipo s¨ª ha ajustado sus resultados al nivel de estudios, habitualmente vinculado con los ingresos econ¨®micos. El epidemi¨®logo tambi¨¦n admite el llamado sesgo de causalidad inversa: podr¨ªa ocurrir que en el estudio participaran personas que no beben caf¨¦ precisamente porque el m¨¦dico se lo prohibi¨® tras un problema de salud. Agudo, de nuevo, quita peso a esta limitaci¨®n, ya que el observado efecto beneficioso del caf¨¦ es constante entre los consumidores y aumenta en ellos con el n¨²mero de tazas ingeridas. ¡°Estoy convencido de que esto es un efecto real, con una buena base biol¨®gica¡±, sentencia.
Otra de las limitaciones del estudio es que el concepto "taza de caf¨¦" var¨ªa por pa¨ªses. En Italia, bastan 138 mililitros para ser considerado un gran bebedor de caf¨¦, pero en Pa¨ªses Bajos la frontera son 750 mililitros. Los investigadores creen que estas diferencias se compensan porque all¨ª donde el caf¨¦ es m¨¢s fuerte, como en Italia, se toma en vol¨²menes m¨¢s peque?os. El efecto del az¨²car o de la leche se ha intentado eliminar al tener en cuenta el n¨²mero total de calor¨ªas ingeridas.
El estad¨ªstico David Spiegelhalter, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), subraya que el nuevo estudio es observacional: un tipo de an¨¢lisis que puede sugerir una relaci¨®n de causa y efecto entre dos factores, pero nunca demostrarla. Spiegelhalter, con cierta brocha gorda, ha echado cuentas para el portal Science Media Centre. Si se confirmase la relaci¨®n de causa y efecto, seg¨²n sus c¨¢lculos, una taza extra de caf¨¦ al d¨ªa extender¨ªa la vida unos tres meses en el caso de los hombres y alrededor de un mes en el de las mujeres. ¡°Prorrateando, es como si esa taza de caf¨¦ a?adiera, en promedio, unos nueve minutos a la vida de un hombre y unos tres minutos a la de una mujer. As¨ª que quiz¨¢ deber¨ªamos relajarnos y disfrutarla¡±, ha declarado Spiegelhalter.
La revista Annals of Internal Medicine incluye un editorial con consejos para la ciudadan¨ªa, elaborado entre otros por los espa?oles Eliseo Guallar y Elena Blasco-Colmenares, expertos en salud p¨²blica de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore (EE UU). ¡°Ser¨ªa prematuro recomendar el consumo de caf¨¦ para reducir la mortalidad o para prevenir enfermedades cr¨®nicas. Sin embargo, cada vez es m¨¢s evidente que un consumo moderado de caf¨¦, de hasta entre tres y cinco tazas diarias, no est¨¢ asociado con efectos adversos para la salud en adultos y se puede incorporar a una dieta saludable¡±, sostiene el editorial. Esteve Fern¨¢ndez coincide: ¡°El mensaje es claro: el caf¨¦ no es malo¡±.
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