Martin Margiela, el iconoclasta que invent¨® el lujo moderno
UNA LEGI?N de modelos, sobre cuyo cuerpo se hab¨ªan pintado a mano trampantojos, desfilaba por la estaci¨®n de metro de Saint-Martin en Par¨ªs, abandonada desde 1939. Martin Margiela (Genk, B¨¦lgica, 1957) hab¨ªa escogido este emplazamiento para presentar su colecci¨®n primavera-verano de 1992. De fondo reverberaba la m¨²sica de Fr¨¦d¨¦ric Sanchez, que cre¨® en el suburbano una atm¨®sfera m¨¢s propia de un happening de los sesenta. ¡°Lo recuerdo como una ?aut¨¦ntica provocaci¨®n; el alboroto a¨²n resuena en la cabeza de la gente¡±, explica Susannah Frankel, directora de la revista AnOther y experta en moda.
Cuando, cinco a?os despu¨¦s, Herm¨¨s anunci¨® el nombramiento de Margiela como nuevo director creativo de su divisi¨®n femenina, toda la industria del lujo arque¨® la ceja al un¨ªsono.
La exposici¨®n Margiela, The Herm¨¨s Years, que acoge hasta finales de agosto el Mode Museum (MoMu) de Amberes, muestra los grandes hitos creativos del dise?ador belga a trav¨¦s de un exhaustivo viaje por el archivo de la marca francesa y de Maison Martin Margiela, la ense?a que fund¨® en 1988 y que hoy capitanea John Galliano. La muestra, que ha dado lugar a un cat¨¢logo editado por Lannoo, pretende arrojar luz sobre la figura del belga, uno de los creadores m¨¢s influyentes y tambi¨¦n m¨¢s misteriosos de la moda contempor¨¢nea.
Hasta la fecha, solo hay constancia de un retrato oficial de Margiela y son contadas las entrevistas que ha dado. Cualquier declaraci¨®n del dise?ador se sol¨ªa recibir por fax y en primera persona del plural, como gesto de respeto hacia el trabajo creativo de su equipo.
¡°En Herm¨¨s, Martin Margiela quiso dar una imagen moderna, en la que primara la comodidad de las mujeres¡±, se?ala Kaat Debo, directora del MoMu. Como comisaria de la muestra, ha buscado subrayar uno de los inconfundibles sellos del autor durante esta ¨¦poca: la versatilidad de sus piezas.
El montaje del escen¨®grafo Bob Verhelst, que trabaj¨® con el dise?ador desde 1989, representa un di¨¢logo entre Herm¨¨s y Margiela, enfrentando en orden cronol¨®gico sus creaciones mediante un c¨®digo de colores binario: el c¨¦lebre naranja calabaza de Herm¨¨s frente al blanco absoluto que rigi¨® en Maison Margiela desde su creaci¨®n.
¡°El blanco simboliza la fortaleza de la fragilidad y la vulnerabilidad del paso del tiempo. Es una expresi¨®n de unidad, pureza y honestidad. No se trata del blanco sin m¨¢s: ?vamos m¨¢s all¨¢, apostamos por todos sus matices!¡±, son las palabras que recog¨ªa Cream, el libro que public¨® la firma en 2008 con motivo de su vig¨¦simo aniversario.
Entre las joyas de la exposici¨®n est¨¢ el reloj Cape Cod de Herm¨¨s. La pieza, creada por Henri d¡¯Origny en 1991 y completada seis a?os despu¨¦s por Martin Margiela con una correa de doble vuelta, es uno de los objetos m¨¢s falsificados del mundo.
En los cinco a?os que el belga estuvo al frente de la direcci¨®n creativa de Herm¨¨s, no se emple¨® ni un solo estampado; toda una declaraci¨®n de intenciones trat¨¢ndose de una firma cuyo mayor icono era el Carr¨¦, un pa?uelo cuadrado de vivos colores. Lo que prim¨® fue la sutil y a la vez revolucionaria investigaci¨®n del extenso archivo de la marca francesa, que data de 1837. Margiela transform¨® los historiados botones de la casa por otros m¨¢s sencillos, de seis agujeros, que al hilvanarse formaban una discreta H. La cl¨¢sica loneta en crudo de Herm¨¨s, conocida como toile H, dej¨® de usarse solo en maletas y bolsos y pas¨® a protagonizar las propuestas de pr¨ºt-¨¤-porter. Del Carr¨¦ tom¨® la parte por el todo: emul¨® el caracter¨ªstico ?hilado del dobladillo para rematar ?blusas y t¨²nicas.
En Herm¨¨s, el belga asent¨® tres principios: confort, calidad y atemporalidad. ¡°La prenda como forma de vida¡± era su lema.
¡°Le v¨ºtement comme mani¨¨re de vivre¡± (la prenda como forma de vida) fue el lema que marc¨® su trabajo desde su ingreso en los Seis de Amberes, rupturista grupo de dise?adores del que formaban parte Dries Van Noten o Ann Demeule?meester y que puso por primera vez a B¨¦lgica en el mapa internacional de la moda. Esta consigna, como apunta Debo, tambi¨¦n marc¨® su paso por Herm¨¨s, donde asent¨® su trabajo en tres principios: confort, calidad y atemporalidad. Es el caso del Vareuse, una especie de guardapolvo caracterizado por su cuello en uve, que pod¨ªa adquirir, tanto en Maison Margiela como en Herm¨¨s, la funci¨®n de camisa, t¨²nica o chaqueta.
Junto a otras creaciones como el Antipluie, una capa para protegerse de la lluvia que tambi¨¦n pod¨ªa convertirse en abrigo formal, Margiela defini¨® un nuevo lenguaje que Jean-Louis Dumas, entonces director general de Herm¨¨s, recibi¨® de buen grado y que se convirti¨®, junto a la introducci¨®n de prendas de noche ¡ªcomo el esmoquin o los guantes largos¡ª en contextos diurnos, en se?a de identidad de la maison. ¡°La creaci¨®n de este vocabulario constituye una expresi¨®n m¨¢s del inconformismo de Margiela. Los noventa fueron la era del logo, de los dise?adores celebrities, de los it bags. Y ¨¦l quiso ?reaccionar contra el sistema vigente proponiendo todo lo contrario¡±.
No fue un dise?ador al uso, en ninguno de los sentidos. Entre 1984 y 1987 trabaj¨® como asistente de Jean Paul Gaultier y ah¨ª surgi¨® su famosa fobia a la popularidad. ¡°En esos a?os, Gaultier no pod¨ªa pasear por Par¨ªs sin que una troupe de fot¨®grafos le siguiesen, y Martin era testigo de ello. Siempre tuvo claro que no quer¨ªa nada de eso para ¨¦l¡±, recuerda Debo. Este recelo hacia la imagen p¨²blica es una de las pocas cosas que se conocen sobre su vida. Martin Margiela se gradu¨® en la Real Academia de Bellas Artes de Amberes en 1980. Ocho a?os m¨¢s tarde fundar¨ªa su marca hom¨®nima con Jenny Meirens. Juntos convirtieron Maison Martin Margiela en una firma de vanguardia, financiera y creativamente independiente, cuyas prendas iban marcadas por una etiqueta blanca sin nombre y solamente reconocible por cuatro puntadas visibles desde el exterior. En diciembre de 2009 ¡ªtras la adquisici¨®n de la marca por parte del grupo OTB, que preside el due?o de Diesel, Renzo Rosso¡ª ?decidi¨® dejar la direcci¨®n creativa y retirarse de la vida p¨²blica.
Margiela extrapol¨® esa querencia por el anonimato a sus desfiles, cubriendo en repetidas ocasiones el rostro de sus modelos con un velo. Algo impensable en la era digital, donde las top models con millones de seguidores en Instagram adquieren tanta relevancia como los dise?os que visten sobre la pasarela. ¡°Hoy ser¨ªa impensable. Sus valores y los actuales distan enormemente¡±, afirma Rafa Bodgar, dise?ador y mitad creativa de la firma Chromosome, ejemplo espa?ol de la margielizaci¨®n que vive la moda actual y que en el ¨¢mbito internacional abanderan firmas como Vetements, Marques¡¯ Almeida o Jacquemus.
Demna Gvasalia, fundador de la primera y director creativo de Balenciaga, ha revolucionado la moda francesa con una camiseta con el logo de la empresa de transportes DHL. La conexi¨®n es comprensible, ya que Gvasalia dise?¨® para Maison Martin Margiela entre 2009 y 2012, periodo en el que comenz¨® a apostar por la deconstrucci¨®n y, al igual que el dise?ador belga, por el uso de materiales reciclados, cambiando radicalmente el modo de ?exhibir sus colecciones con el nacimiento de Vetements. ¡°Cualquier persona que sea consciente de lo que es vivir en el mundo contempor¨¢neo est¨¢ influenciada por Margiela¡±, declar¨® el dise?ador Marc ?Jacobs al semanario Women¡¯s Wear Daily en 2015. Dada su poderosa ascendencia en la moda actual, cabe preguntarse si no ser¨ªa un buen momento para que el dise?ador belga regresase a las pasarelas. ¡°No creo que eso suceda¡±, confiesa Debo. ¡°Pero yo no soy Martin. Deber¨ªas pregunt¨¢rselo a ¨¦l¡±.
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