La Uni¨®n Europea lucha contra los minerales de sangre
El fin de la impunidad de la financiaci¨®n a grupos armados parece estar un poco m¨¢s cerca
En una sentencia hist¨®rica conocida el 20 de julio, el Tribunal General de la Uni¨®n Europea (TGUE) condena a una empresa belga y a su filial centroafricana por el tr¨¢fico de diamantes que han servido para financiar a los grupos armados que luchan en la Rep¨²blica Centroafricana. La Corte ha confirmado la decisi¨®n del Consejo de la UE de inmovilizar todos los activos financieros de las dos compa?¨ªas y declarado ilegal hacer negocios con ellas. Es la primera vez que el alto tribunal europeo se pronuncia sobre los diamantes de sangre.
Esta resoluci¨®n se suma a la iniciativa aprobada en mayo de 2017 por el Parlamento Europeo por la que impone controles obligatorios en el suministro de los minerales procedentes de pa¨ªses en conflictos a partir de enero de 2021. Parece que por fin, la Uni¨®n Europea empieza a tomarse en serio la lucha contra las materias primas que financian los conflictos, principalmente en ?frica.
El caso juzgado por el TGUE viene de largo. En agosto de 2015, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas coloc¨® en la lista negra a Kardiam, una compa?¨ªa belga con sede en Amberes, y a su filial centroafricana, Badica, el mayor comerciante de diamantes en la Rep¨²blica Centroafricana, por violar la prohibici¨®n, impuestas en 2013, de negociar con estas piedras preciosas. Junto a ellas tambi¨¦n incluy¨® el nombre de tres centroafricanos ligados al conflicto que vive el pa¨ªs, sobre los que impon¨ªa la prohibici¨®n de viajar y el embargo de todos sus bienes: Alfred Yekatom, un anti-Balaka que responde al nombre de Coronel Rambo, Habib Sousou, otro comandante anti-Balaka, y Oumar Younous, un antiguo general Seleka y traficante de diamantes.
Estas no eran las primeras sanciones impuestas por la ONU en este conflicto
Estas no eran las primeras sanciones impuestas por la ONU en este conflicto. En mayo de 2014, el expresidente Fran?ois Boziz¨¦, Nourredine Adam, uno de los fundadores de los Seleka, y Levy Yakete, de los anti-Balaka, fueron incorporados a la lista negra.
El actual conflicto de la Rep¨²blica Centroafricana se inici¨® en marzo de 2013, cuando miembros del grupo rebelde Seleka se apoderaron del poder con el apoyo de Chad y Sud¨¢n. El presidente Fran?ois Boziz¨¦, que hab¨ªa llegado a la jefatura del Estado unas d¨¦cadas antes gracias a un golpe de Estado, huy¨®. Las milicias locales, conocidas como anti-Balaka, se organizaron para oponerse a los nuevos gobernantes y sus abusos sobre la poblaci¨®n civil. Ya estaba servida una nueva guerra en una naci¨®n que desde su nacimiento las ha sufrido peri¨®dicamente. Otro conflicto que emplea a miles de ni?as y ni?os como soldados.
En los ¨²ltimos a?os, se han firmado varios tratados de alto el fuego y acuerdos de paz en la Rep¨²blica Centroafricana. El m¨¢s importante fue el de 2014 que permiti¨® celebrar las elecciones en 2015 y 2016, que gan¨® el actual presidente, Faustin-Archange Touad¨¦ra. Sin embargo, eso no supuso el fin de la violencia en el pa¨ªs, sino que esta ha continuado y evolucionado con la incorporaci¨®n de nuevos grupos armados (son 14 los oficialmente reconocidos) a la ya ca¨®tica situaci¨®n reinante.
Estos grupos se financian con el tr¨¢fico de materias primas
Estos grupos, que en la actualidad luchan entre ellos por el control de las regiones m¨¢s ricas en materias primas, se financian con el tr¨¢fico de estas. De ah¨ª que el Consejo de Seguridad decidiese imponer sanciones a los principales responsables.
Tras la decisi¨®n de la ONU, Estados Unidos procedi¨® de igual modo y tambi¨¦n lo hizo la Uni¨®n Europea que embarg¨® las cuentas que Kardiam y Badica ten¨ªan en su territorio. Las dos recurrieron la decisi¨®n ante el TGUE con la alegaci¨®n de que no hab¨ªa pruebas de que sus actividades financiaran a los grupos armados.
Ahora, el Alto Tribunal europeo ha confirmado la decisi¨®n de la UE alegando que "al continuar comprando diamantes a los recolectores (mineros), Badica y Kardiam necesariamente brindaron apoyo a los grupos armados¡±. Estos diamantes fueron exportados fuera del pa¨ªs, acci¨®n que los cataloga como il¨ªcitos al no respetar la prohibici¨®n de exportaci¨®n establecida en el Proceso de Kimberley, un sistema de certificaci¨®n de diamantes en bruto para asegurar que su comercializaci¨®n no alimenta conflictos en los pa¨ªses de origen, que entr¨® en vigor en 2002. Igualmente, la sentencia afirma que los pagos realizados por Badica directamente a los Selekas en concepto de tasas de seguridad y aterrizaje, sirvieron para financiar al grupo armado.
Esta sentencia es un punto de inflexi¨®n en la pol¨ªtica mantenida hasta el momento por la Uni¨®n Europea
Esta sentencia es un punto de inflexi¨®n en la pol¨ªtica mantenida hasta el momento por la Uni¨®n Europea y, como se?al¨¢bamos, se une a la ley contra la importaci¨®n de minerales de sangre. Documento que aunque represente un gran avance en esta lucha, presenta m¨²ltiples carencias, al decir de las ONG, que pueden influir en futuras sentencias, tambi¨¦n.
La primera de ellas es que esta regulaci¨®n se centra solo en las materias primas, no en los productos acabados. De esta forma, las empresas que manufacturen sus productos fuera de la UE podr¨¢n importar minerales de sangre si ya son parte de ese art¨ªculo acabado, como tel¨¦fonos m¨®viles, por ejemplo. En este caso, la cantidad de minerales procedentes de pa¨ªses en conflicto que entre en la UE ser¨¢ desconocida y, por tanto, es una laguna que permitir¨¢ que todav¨ªa se financien conflictos armados. La Comisi¨®n Europea ha prometido que ¡°presionar¨¢ a los grandes fabricantes para que revelen detalles de los productos que podr¨ªan contener minerales procedentes de pa¨ªses en conflicto¡±. Pero est¨¢ por ver la eficacia de esta declaraci¨®n de buenas intenciones.
Otro punto d¨¦bil es la exenci¨®n que esta ley ofrece a los peque?os importadores, como dentistas o joyeros. Estos profesionales no estar¨¢n obligados a trazar el origen de los materiales que introduzcan en la EU, al considerarse el coste administrativo de esta actividad demasiado alto. ¡°Estos umbrales de volumen que eximen a las empresas de cumplir con la legislaci¨®n son peligrosas lagunas. Podr¨ªan dejar entrar minerales por valor de millones de euros en la Uni¨®n Europea libres de cualquier escrutinio¡±, declar¨® Nele Mayer, de Amnist¨ªa Internacional, cuando en marzo la ley se llev¨® ante el Parlamento.
Estos puntos demuestran que el alcance de esta nueva legislaci¨®n ser¨¢ bastante corto al excluir gran n¨²mero de empresas y art¨ªculos. Por ese motivo diversas organizaciones de la sociedad civil advierten desde hace tiempo que estas medidas no son suficientes y que no basta con fiscalizar solo las materias primas, sino que hay que ir mucho m¨¢s all¨¢. Opinan que para cubrir estas lagunas, el Ejecutivo de la UE debe poner en marcha un sistema de regulaciones voluntarias para las importaciones de productos manufacturados, como primer paso.
Finalmente, la ley tambi¨¦n ha sido criticada por referirse solo a cuatro minerales (esta?o, oro, tungsteno y tantalio), dejando fuera las importaciones de otros materiales que tambi¨¦n est¨¢ probado que financian conflictos armados como esmeraldas, carb¨®n, cobre, jade, rub¨ªes o, como en el caso de la Rep¨²blica Centroafricana, los diamantes. La excusa, en este caso v¨¢lida, para no incluir a estos es que su comercio ya est¨¢ regulado por el Proceso de Kimberley.
En los ¨²ltimos a?os, las justicias de B¨¦lgica y Holanda han dado tambi¨¦n pasos importantes para juzgar a nacionales suyos implicados en el comercio de materias primas que financian grupos armados. En mayo, un Tribunal de Apelaciones de Holanda condenaba a 19 a?os de prisi¨®n al comerciante maderero Guus Kouwenhoven por utilizar su negocio como tapadera para el contrabando de armas en ?frica Occidental, al desafiar el embargo y las medidas impuestos por la ONU durante la guerra civil liberiana (1986-2003).
Igualmente, en 2015, un tribunal belga imputaba a Michel Desaedeleer, detenido en M¨¢laga y extraditado a su pa¨ªs, por saqueo de diamantes de sangre y por esclavizar civiles para su obtenci¨®n durante la guerra de Sierra Leona (1991-2002). Desafortunadamente, su muerte en prisi¨®n condujo al archivo de la causa.
No cabe duda de que, aunque todav¨ªa quede mucho por hacer en este campo, la Uni¨®n Europea y algunos de sus Estados miembros, se est¨¢n tomando un poco m¨¢s en serio la lucha contra el contrabando de los minerales de sangre.
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