?Qu¨¦ se le regala a una reina?
Una exposici¨®n en Londres re¨²ne algunos de los obsequios m¨¢s especiales que la reina Isabel II ha recibido en actos oficiales o viajes de estado
El intercambio de regalos entre jefes de Estado en visitas oficiales es una costumbre diplom¨¢tica muy habitual, y en los 65 a?os que lleva en el trono, Isabel II, la reina de Inglaterra ha tenido ocasi¨®n de recibir ¡ªy dar¡ª infinidad de ellos. Adem¨¢s, tambi¨¦n suele aceptar presentes en diversos compromisos oficiales dentro y fuera de su pa¨ªs, lo que implica que la Royal Collection alberga en total varios miles de obsequios acumulados por la soberana durante su dilatado reinado. Reci¨¦n inaugurada en el Palacio de Buckingham, la exposici¨®n Royal Gifts (hasta el 1 de octubre) re¨²ne por primera vez unos 200 de esos regalos, provenientes de m¨¢s de cien territorios y que han sido cuidadosamente seleccionados por la comisaria Sally Goodsir ¨Cprevia aprobaci¨®n de la reina¨C por ¡°representar lo mejor de la artesan¨ªa de cada pa¨ªs¡±.
Entre los objetos elegidos hay algunos tan singulares como el pisapapeles de hueso de dinosaurio fosilizado que la ciudad de Drumheller, en Canad¨¢, le entreg¨® a la monarca en 1959; una coraza de oro precolombina que el l¨ªder paname?o Jos¨¦ Cantera le regal¨® en 1953; o un retrato de Isabel II realizado con hojas de pl¨¢tano con el que el presidente de Ruanda Paul Kagame la sorprendi¨® en el a?o 2006. El presidente Kennedy, sin embargo, no se rompi¨® tanto la cabeza; en una visita a Reino Unido en 1961 obsequi¨® a la soberana con un marco de Tiffany & Co. con una fotograf¨ªa dedicada.
?Y c¨®mo se decide qu¨¦ se le regala a una reina? Seg¨²n Goodsir, es un proceso que requiere reflexi¨®n y que puede llevar meses: ¡°El presente que se elige refleja la artesan¨ªa nacional, pero a menudo tambi¨¦n representa al donante y al receptor. Por ejemplo, en la exposici¨®n hay varios regalos que aluden al bien conocido amor de la monarca por los caballos, y otros apuntan al hecho de que es una jefa de Estado, con detalles como bolsos o piezas de joyer¨ªa¡±. Por su parte, la reina Isabel siempre tiene la ¨²ltima palabra a la hora de escoger qu¨¦ ofrecer¨¢ ella, y suele decantarse por ¡°libros encuadernados u objetos de artesan¨ªa brit¨¢nica en plata, cuero o madera¡±.
Tras la visita oficial de los Reyes de Espa?a a Reino Unido del 12 al 14 de julio, la comisaria decidi¨® incorporar en el ¨²ltimo momento los dos objetos que Felipe VI y do?a Letizia le trajeron a Isabel II: ¡°Representan dos momentos de la historia en los que la familia real brit¨¢nica y la espa?ola se unieron en matrimonio, y ambos son ejemplos brillantes de regalos diplom¨¢ticos. El primero es una copia del Libro de Horas de Felipe II (el original est¨¢ en El Escorial), que se cas¨® con la reina inglesa Mar¨ªa Tudor. El segundo es realmente conmovedor; se trata de una copia de las peque?as postales que se enviaron los bisabuelos de los reyes de Espa?a, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, que era nieta de la reina Victoria, durante su cortejo¡±. Isabel II eligi¨® para ellos un ¨¢lbum con fotos de la infancia de Victoria Eugenia en Windsor y Balmoral.
El valor econ¨®mico de todo lo congregado en esta muestra es literalmente incalculable; aunque muchos objetos est¨¢n realizados con materiales preciosos, la comisaria explica que ¡°la reina los guarda en fideicomiso en nombre de la naci¨®n y por tanto no se les aplica un valor monetario, lo que tambi¨¦n sucede con los obsequios diplom¨¢ticos¡±. A su juicio, su verdadera magnitud es cultural y simb¨®lica, tanto si hablamos de una lujosa caja de oro macizo de Brun¨¦i como de un abanico de rafia de la isla de Tuvalu. ¡°Se ha puesto la misma cantidad de cari?o en ellos¡±, concluye.
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