De vagabundo a leyenda del tatuaje y escritor de ¨¦xito

Un diente de oro refulge en la boca de Jonathan Shaw (Nueva York, 1953). ¡°Tengo muchos¡±, y ense?a una dentadura tachonada de piezas de oro. Hijo de la estrella de Hollywood Doris Dowling y de la leyenda del jazz Artie Shaw, est¨¢ promocionando la primera edici¨®n en espa?ol de Narcisa, un libro que le convirti¨® en 2008 en el escritor al que todo el mundo alababa: ¡°Una peque?a editorial de pop rock me pidi¨® el manuscrito antes de haber hecho un buen trabajo de edici¨®n. Me dijeron que les gustaba ese lenguaje salvaje, bruto. Publicaron 3.000 ejemplares que se agotaron enseguida. La gente hasta pagaba 400 d¨®lares por conseguir uno. Se convirti¨® en una obra de culto¡±.

Johnny Depp se enamor¨® de esa historia de sexo sucio, drogas y un R¨ªo de Janeiro a lo Mad Max y le convenci¨® para publicarlo en una editorial de prestigio. Shaw pas¨® mucho tiempo en la ciudad brasile?a deambulando por las favelas, relacion¨¢ndose con los puteros y con eso que llaman submundo. ¡°Pero lo describo con ojos de poeta, y por ser poeta soy un outsider. Disecciono un mundo apocal¨ªptico, porque as¨ª es mi visi¨®n de la vida, R¨ªo es una met¨¢fora de la sociedad actual¡±, aclara.

El escritor estadounidense refleja su vida en el libro. A los 14 a?os se larg¨® de su casa harto de bregar con una madre alcoh¨®lica (¡°mi casa era un manicomio y mi padre se fue cuando yo ten¨ªa un a?o¡±) y se convirti¨® en un chico de la calle. ¡°A los 18 estaba enganchado a todo tipo de drogas, pero mis amigos mor¨ªan de sobredosis y quise escapar de ese destino¡±. Huy¨® a M¨¦xico, se recuper¨®, vivi¨® como un vagabundo, y en el puerto de Veracruz descubri¨® los tatuajes .¡°En los setenta no eran algo aceptado. Si ten¨ªas muchos, o eras delincuente o puta o marinero¡±. Y esto hizo: recorrer medio planeta a bordo de todo tipo de barcos mientras perfeccionaba el arte de pintar el cuerpo, hasta que lleg¨® a ganarse la vida con ello. Hoy, Jonathan Shaw es una leyenda del tatu. ¡°En los ochenta, abr¨ª un estudio en Nueva York, donde ya era una moda. Me relacion¨¦ con gente como Iggy Pop, Marilyn Manson, Hubert Selby Jr o Jim Jarmusch¡±.

Fund¨® la primera revista de tatuajes de Nueva York y, poco a poco, aprendi¨® los secretos de la escritura a la vez que se alejaba de las agujas y los dibujos sobre el cuerpo. ¡°Tatuar se convirti¨® en otra cosa. Cuando el comercio se junta con el arte, el arte se va al carajo, y el comercio me da asco. Junt¨¦ dinero, me fui a R¨ªo de Janeiro y comenc¨¦ a escribir¡±. De nuevo en R¨ªo y vuelta a las drogas. ¡°Me proporcionaron un sentimiento de confort dentro de un mundo que me parec¨ªa muy cruel. Me callaban las voces de histeria dentro de mi cabeza¡±. Con 63 a?os reconoce que el camino creativo le salv¨® la vida. ?Tiene tatuajes? ¡°Claro, por todo el cuerpo¡±.