Inca, doctora y paladina del quechua
EN MARZO de 2017 la antrop¨®loga cuzque?a Carmen Escalante, profesora de la Universidad San Antonio Abad del Cusco, defendi¨® en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla la tesis doctoral Rugido alzado en armas. Los descendientes de incas y la independencia del Per¨². La noticia en s¨ª no tendr¨ªa mayor trascendencia de no ser porque la doctoranda era ella misma descendiente directa del inca Y¨¢war Hu¨¢caq, porque las fuentes de su investigaci¨®n eran documentos coloniales atesorados por su familia desde 1545 y porque defendi¨® su tesis en quechua, el antiguo runa simi de los incas.
As¨ª, ante un tribunal compuesto por profesores de las universidades de Murcia, La Sorbona y Loyola Andaluc¨ªa, Carmen Escalante pronunci¨® su discurso en quechua mientras proyectaba la traducci¨®n espa?ola del texto. Su gesto tuvo un enorme valor simb¨®lico por tres razones: primero, porque le dio visibilidad a un idioma que todav¨ªa hablan en los Andes 10 millones de personas; segundo, porque en su propia alma mater no habr¨ªa podido defender su tesis en la lengua de los incas y ¡ªtercero¡ª porque hablar en quechua en la vieja metr¨®poli era una suerte de justicia po¨¦tica para sus antepasados.
Hablar en quechua en la vieja metr¨®poli era una suerte de justicia po¨¦tica para sus antepasados.
En 1550 Francisca Pizarro Yupanqui ¡ªnieta del inca Huayna C¨¢pac e hija natural del conquistador Francisco Pizarro¡ª fue enviada a Trujillo de Extremadura y obligada a contraer matrimonio con un t¨ªo carnal. En la fachada del palacio de la Conquista todav¨ªa permanece una escultura de do?a Francisca, quien acab¨® convertida en personaje de Tirso de Molina. Por otro lado, en 1603 Ana Mar¨ªa de Loyola Coya ¡ªnieta del inca Sairy T¨²pac e hija del gobernador Mart¨ªn Garc¨ªa de Loyola¡ª fue enviada a Valladolid e instada a casarse con Juan Enr¨ªquez de Borja, con quien fund¨® el marquesado de Oropesa. Los hijos del matrimonio emparentaron as¨ª con los fundadores de los jesuitas y los incas del Cusco. Ambas mujeres fueron desterradas para que su descendencia nunca llegara a ser agente de conflicto, pero tambi¨¦n se fueron de los Andes hablando quechua, un idioma que desapareci¨® con ellas y que otra mujer inca no volvi¨® a usar en Espa?a hasta la defensa de la tesis doctoral de Carmen Escalante.
Seg¨²n el catedr¨¢tico Juan Marchena ¡ªdirector de tesis de la antrop¨®loga cuzque?a¡ª, la defensa de Rugido alzado en armas no s¨®lo ha supuesto la primera sustentaci¨®n doctoral en quechua de Europa, sino el comienzo de una serie de defensas que van a permitir que doctorandos americanos puedan sustentar sus doctorados en sus respectivas lenguas abor¨ªgenes. Juan Marchena se muestra exultante, pues para septiembre est¨¢ prevista la defensa de una tesis en aimara.
Mientras tanto, Carmen Escalante ha regresado a sus investigaciones cotidianas en Cusco, donde ha reeditado la Autobiograf¨ªa de Gregorio Condori Mamani (Ceques. Cusco, 2014), un cl¨¢sico quechua escrito al alim¨®n con su marido, Ricardo Valderrama, antrop¨®logo eminente, profesor de la San Antonio Abad del Cusco y ¨¦l mismo descendiente del inca T¨²pac Yupanqui. Los incas ya no combaten, pero se doctoran, ense?an en la universidad y defienden el quechua.
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