C¨®mo practicar ¡®running¡¯ con el carrito del beb¨¦
La clave para que el ejercicio sea eficaz es ser consciente de que el esfuerzo debe ser el mismo que cuando se corre solo
Cuando uno se convierte en padre, esta nueva responsabilidad no permite muchas veces mantener el mismo nivel de ejercicio, debido a la atenci¨®n que requiere el nuevo beb¨¦. Esto hace que muchos padres aumenten de peso o pierdan su buen estado de salud, lo que puede conllevar tristeza y que no se disfrute de la paternidad como es debido. Esta situaci¨®n ha sido vista como un fil¨®n por ciertas empresas que han creado un carrito para beb¨¦s con el que se puede practicar running, una moda, y ahora tendencia, que surgi¨® en Nueva York hace unos a?os y que se ha traslado a otras partes del planeta.
Como sucede con el resto de equipamiento para los m¨¢s peque?os, este tipo de carros tienen que tener unas caracter¨ªsticas especiales que garanticen la seguridad y el bienestar del peque?o, ya que ir¨¢ dentro de ¨¦l, y la del progenitor.
Seg¨²n los expertos, no es adecuado correr con los carritos convencionales. La estructura del carro adecuado es tipo triciclo, con una rueda delantera y dos traseras; ruedas anchas para soportar peso y velocidad; manillar ¨²nico con el fin de que se pueda agarrar con todas las garant¨ªas con una sola mano; lleva la bolsa con la que cuentan tambi¨¦n los carros convencionales; un arn¨¦s de sujeci¨®n con varios anclajes, para que la seguridad del beb¨¦ sea del 100%; un sistema de frenado en el manillar ser¨ªa lo ideal, pero si adem¨¢s cuenta con un freno de estacionamiento trasero es todav¨ªa mejor. Y un plus que se puede a?adir a estos carritos es la capa protectora, ya que muchos asiduos corredores salen a ejercitarse con lluvia o salen en medio de un d¨ªa nublado y la tormenta les pilla por el camino. El precio ronda los 700 euros.
Correr con el beb¨¦ puede tener un efecto muy positivo para los padres que no tienen por qu¨¦ dejar de hacer lo que m¨¢s les gusta, aparte de tener beneficios en su estado emocional -la autoestima se ve favorecida-, social -ya que siguen participando de actividades al aire libre- y f¨ªsico.? Sin duda, estos carros ofrecen a los progenitores la oportunidad de poder ejercitarse y sentirse bien con ellos mismos. Pero lo fundamental de estos productos, es su buen uso, de forma que, efectivamente, el deporte que se haga empujando el carrito tenga un beneficio claro en nuestra salud y sea seguro para nuestro beb¨¦, pero ?sabemos usarlos correctamente?
?C¨®mo usan los padres runners estos carros?
Esto es lo que pretende contestar la primera investigaci¨®n cient¨ªfica que se ha hecho al respecto, publicada en PLOS One y de la que se ha hecho eco The New York Times. Elaborada por la Universidad del Pac¨ªfico (Seattle) concluye que, tras medir el gasto de calor¨ªas y los datos biom¨¦dicos, ¡°lo importante es c¨®mo corres con el carrito y esto es lo que determinar¨¢ el beneficio f¨ªsico que se obtenga¡±, seg¨²n un comunicado.
Tras observar a varios corredores con estos carros por la calle, los investigadores se percataron que la mayor¨ªa de ellos lo hac¨ªa de tres maneras diferentes: sujet¨¢ndolo con una mano; con las dos o empujando y persiguiendo el carro en distintas repeticiones. Tras este an¨¢lisis, los autores eligieron a 16 hombres y mujeres en plena forma que no ten¨ªan experiencia empujando carritos de beb¨¦s. Tras medir sus constantes, ritmo cardiaco y respiraci¨®n, en condiciones normales, les pidieron que corrieran 800 metros de la forma que m¨¢s c¨®modos se sintieran.? A continuaci¨®n, se les dio un carrito para correr con un mu?eco que pesaba unos 15 kilos y se les pidi¨® que hicieran el mismo recorrido de 800 metros de las tres maneras que hab¨ªan observado anteriormente: con una mano, con las dos manos y empujando y persiguiendo el carro. Eso s¨ª, al mismo tiempo, se les inst¨® a que intentaran mantener el mismo ritmo y forma que cuando corr¨ªan solos. Ninguno lo consigui¨®
Concretamente, ¡°sus pulsaciones se vieron afectadas, sobre todo, cuando sujetaron el carro con una mano y cuando lo empujaban y persegu¨ªan simult¨¢neamente¡±. A pesar de que ahora estaban empujando un carrito de beb¨¦ -lo que conlleva m¨¢s peso- su gasto de energ¨ªa no aument¨® comparado con cuando corr¨ªan solos. Los que estuvieron m¨¢s cerca de sus objetivos cotidianos fueron aquellos que empujaron el carrito de beb¨¦ con las dos manos.
Los autores argumentan que la "¨²nica manera de obtener el resultado que se espera, ¨®sea que el ejercicio sea efectivo, es que los padres tienen que esforzarse lo mismo empujando el carrito del beb¨¦ que cuando corren solos". "Y pensar que cuando corra con el carrito de su beb¨¦, que sin duda va a ser m¨¢s dif¨ªcil, tiene que intentar conseguir su ritmo. Al igual que con la paternidad, se obtiene m¨¢s de ella, cuanto m¨¢s tiempo y esfuerzo se invierten", concluye.
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