Neal Goldsmith, el psic¨®logo psicod¨¦lico
NEAL GOLDSMITH no es un psic¨®logo al uso. Y le va muy bien. Es algo que puede corroborarse en su consulta, localizada en el apartamento en el que tambi¨¦n reside, en el barrio neoyorquino de Dumbo. Un piso luminoso en un edificio de lujo con vistas al puente de Brooklyn. Es una persona singular como tambi¨¦n lo son sus mascotas, dos gatos esfinge que producen una extra?a sensaci¨®n al rozarse insistentemente contra las piernas.
Goldsmith ten¨ªa un doctorado en Psicolog¨ªa antes de cumplir 30 a?os, y trabaj¨® durante mucho tiempo como ejecutivo en una multinacional. Estaba casado y ten¨ªa un hijo. Su vida dio un vuelco, cuenta, cuando a los 40 a?os, en plena crisis existencial, volvi¨® a probar los psicod¨¦licos. ¡°Llen¨¦ la casa de post-it con frases que pudieran tranquilizarme en caso de sufrir un ataque de p¨¢nico¡±, dice, pero recuerda la experiencia como la m¨¢s potente de su vida. ¡°Llor¨¦ mi infancia¡±. Pudo observar las decisiones vitales que hab¨ªa tomado y tuvo revelaciones contundentes; comprendi¨® que nunca deb¨ªa haberse casado con su esposa y que la vida corporativa no le hac¨ªa feliz. Fueron esos viajes psicod¨¦licos en soledad los que le ayudaron a ver su vida desde otra ¨®ptica y los que le dieron la fuerza para cambiar. A ra¨ªz de aquello se divorci¨® y se centr¨® exclusivamente en la psicolog¨ªa cl¨ªnica.
Sus consultas tienen la particularidad de durar 90 minutos y cuestan 300 d¨®lares. Goldsmith tiene la agenda llena; no es f¨¢cil encontrar un psic¨®logo con 25 a?os de experiencia en drogas alucin¨®genas, y ese es sin duda el gran aliciente. Los clientes no pueden asistir a la consulta drogados, ya que tratarlos en esas circunstancias es ilegal, pero Goldsmith es partidario de recibirlos el d¨ªa despu¨¦s de que hayan consumido sustancias alucin¨®genas (ya sean hongos, LSD¡). ¡°La integraci¨®n es lo primordial. Uno no obtiene los beneficios de los viajes alucin¨®genos mientras est¨¢ afectado por ellos, sino cuando es capaz de integrar el aprendizaje a la vida cotidiana¡±. Goldsmith ha creado un grupo de ¡°integraci¨®n psicod¨¦lica¡± como parte del programa de la organizaci¨®n Brooklyn Society for Ethical Culture y tambi¨¦n imparte talleres de ¡°sanaci¨®n psicod¨¦lica¡±.
¡°Yo no hablo de malos viajes, sino de experiencias dif¨ªciles, porque en retrospectiva acaban convirti¨¦ndose en situaciones clave en la existencia de cada uno¡±. Seg¨²n Goldsmith, cuando alguien atraviesa por una de esas ¡°experiencias dif¨ªciles¡± no hay que juzgar, ni tratar de solucionar sus problemas o de convencerlo de que haga algo de forma diferente; hay tan solo que acompa?ar y apoyar, estar presente.
Neil Goldsmith asegura que no solo no se siente rechazado ni juzgado por la comunidad de psic¨®logos, sino que sus compa?eros de profesi¨®n ¡°lo admiran¡±. ¡°El hecho de tener un doctorado hace que se me tome m¨¢s en serio, tanto a m¨ª como a los alucin¨®genos¡±.
Con el fin de difundir informaci¨®n relacionada con el uso terap¨¦utico de los psicotr¨®picos, desde el a?o 2007 Goldsmith codirige el congreso anual Horizons: Perspectives on Psychedelics (horizontes: perspectivas sobre los psicod¨¦licos), en el que cient¨ªficos, acad¨¦micos, doctores y activistas se re¨²nen en Nueva York para compartir impresiones sobre estas sustancias.
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