Doble cosecha en el entorno urbano
En el barrio de Campanar, Valencia, personas inmigrantes y desempleadas crean huertos ecol¨®gicos en terrenos cedidos por sus propietarios
A Ana Maria Bindang Obiang ya no le supone una molestia que alguien se sorprenda al descubrir que su apellido es el mismo que el del jefe de Estado de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang. ¡°Somos del mismo pa¨ªs, por casualidad lo salud¨¦ una vez en la casa de mi t¨ªo, pero no tenemos ninguna relaci¨®n de parentesco o similitud respecto al estilo de vida¡±, confiesa entre carcajadas y con la presunci¨®n de quien conoce toda la trayectoria pol¨ªtica del jefe de Estado africano con casi cuatro d¨¦cadas en el poder.
Pese a las condiciones de incertidumbre que ha dejado en Espa?a la crisis financiera de 2008, desde el pasado mes de mayo de 2016 la situaci¨®n, por fin, ha cambiado no solamente para Ana Maria Obiang, sino tambi¨¦n para otras personas provenientes de Mali, Ecuador, Colombia, Turqu¨ªa, Guinea Ecuatorial, y tambi¨¦n de Espa?a, que est¨¢n involucradas en Agrosolidaris, un proyecto solidario y de econom¨ªa social formulado por la ONG Fundaci¨®n por la Justicia y que cuenta con el apoyo de la agencia de colocaci¨®n de Ayuntamiento de Valencia. Su objetivo principal consiste en la formaci¨®n de personas desempleadas en agricultura ecol¨®gica, ense?anza de t¨¦cnicas empresariales y posteriormente la creaci¨®n de una cooperativa.
Ana Mar¨ªa sali¨® de su pa¨ªs por sugerencia e insistencia de su t¨ªa cuando ten¨ªa 15 a?os. Adem¨¢s de las maletas, trajo consigo un sue?o y la promesa de continuar sus estudios en Espa?a para as¨ª conseguir un buen trabajo. ¡°En Guinea era muy coqueta y una de las preferidas de mi profesor, iba siempre por delante de los dem¨¢s alumnos¡±, recuerda con una mirada de resignaci¨®n y anhelo. Sin embargo, al llegar a Valencia todo cambi¨® de forma inesperada, pues descubri¨® que su t¨ªa la hab¨ªa tra¨ªdo para que cuidara de sus sobrinos y se responsabilizara de la casa. El no haber alcanzado su sue?o de ser polic¨ªa nacional le supuso acabar trabajando en el cuidado de personas mayores, enfermos en los hospitales y como conductora de carretilla en grandes almacenes de supermercados.
Al igual que Ana Maria Obiang ha recorrido un largo camino cargado de dificultades, sus compa?eros de estudio y trabajo, en su mayor¨ªa inmigrantes, tambi¨¦n han atravesado situaciones como la exclusi¨®n del mercado de trabajo, aceptaci¨®n de empleos precarios y algunas privaciones. Tuvieron que posponer proyectos, recorrer direcciones con muchas barreras y, como cualquiera que no encuentra alternativa para un cambio en su vida, aceptaron los inesperados desaf¨ªos que la vida les ha impuesto. ¡°Con la crisis financiera, el desempleo ha llegado para todos: espa?oles, inmigrantes, blancos y negros¡±, recuerda Willian Morales, natural de Colombia, con un m¨¢ster en Desarrollo Rural y una larga experiencia en la implantaci¨®n de huertos y cooperativismo.
Agrosolidaris supuso una dosis de esperanza en la vida de esas personas desempleadas, algunas ya rondando la situaci¨®n de vulnerabilidad social. Se trata de una idea que naci¨® bajo la atenta mirada de un profesor de secundaria, Jose Roig Ocerin, a los problemas sociales que suelen padecer sus alumnos, en su mayor¨ªa hijos de inmigrantes. ¡°La situaci¨®n de los que vienen a Espa?a no es nada buena. Despu¨¦s de analizar las carencias que suelen acompa?ar a este colectivo, y d¨¢ndole vueltas a la cabeza con mi mujer en busca de una soluci¨®n, decidimos dar un uso social del terreno que fuera de mi padre¡±, dice con el sentimiento de quien ha cumplido su gran misi¨®n.
Otros propietarios de terrenos ociosos y colindantes los han donado a Agrosolidaris
El proyecto comenz¨® con la donaci¨®n a la ONG de un terreno de m¨¢s de 8.000 metros cuadrados para la creaci¨®n del huerto ecol¨®gico, sin cualquier inter¨¦s econ¨®mico o divisi¨®n de los rendimientos de las cosechas. Este hecho ha facilitado su desarrollo, ya que la entidad no ha tenido que recurrir a fuentes de financiaci¨®n privada para adquirirlo. A la hora de poner en marcha el proyecto, se ha tenido en cuenta la posibilidad de que ¨¦ste perdure en el tiempo y su elaboraci¨®n se ha basado en enfoques transversales, algunos de ellos similares a los empleados en el comercio justo, como el respeto al medio ambiente, la igualdad de g¨¦nero, las pr¨¢cticas comerciales justas o el desarrollo de capacidades, entre otros.
¡°Agrosolidaris es un proyecto sostenible que consta de tres etapas, todas ellas elaboradas y desarrolladas con la participaci¨®n activa de sus beneficiarios, que va desde la formaci¨®n te¨®rica y la pr¨¢ctica en agricultura ecol¨®gica, producci¨®n, hasta la creaci¨®n de la cooperativa para hacer efectiva la comercializaci¨®n. ?sta ultima, debido a su grado de complejidad, ha requerido estudios de mercado y formaci¨®n m¨¢s espec¨ªfica en como emprender un negocio¡±, refuerza Javi Vilalta, director de formaci¨®n y sensibilizaci¨®n de Fundaci¨®n por la Justicia.
La idea de hacer uso de terrenos ociosos para la constituci¨®n de huertos es una pr¨¢ctica exitosa que viene siendo desarrollada en varios pa¨ªses, a ejemplo de Estados Unidos, Pa¨ªses Bajos, Alemania y Reino Unido. En Espa?a, cuyos beneficios son compartidos y la producci¨®n, en su mayor¨ªa ecol¨®gica, est¨¢ destinada exclusivamente al autoconsumo de sus productores. En el caso de Agrosolidaris, la divisi¨®n de la cosecha, en la fase inicial, se ha destinado exclusivamente a sus beneficiarios, ya que el terreno ha sido donado y las verduras, frutas, legumbres, conservas y las hierbas ser¨¢n comercializadas. En algunas ocasiones es posible exponerla en ferias de productos ecol¨®gicos de la ciudad de Valencia. ¡°Los beneficiarios ya dieron los primeros pasos creando la cooperativa Tot al Natural el pasado mes de julio. Est¨¢n haciendo sus propios estudios de mercado. Ellos se encargan de observar a la competencia y en algunos casos regalan un poco de la producci¨®n a restaurantes y a peque?as empresas de alimentaci¨®n con el deseo de que, en el futuro, puedan suministrarles lo que han plantado¡±, a?ade Enric Cervera, encargado de la formaci¨®n.
A ra¨ªz de esta iniciativa, otros propietarios de terrenos ociosos y colindantes con el proyecto Agrosolidaris ya se han mostrado sensibles al plan de la ONG y decidieron tambi¨¦n donarlos con la misma finalidad. No siempre es f¨¢cil mantener un huerto con las caracter¨ªsticas que tiene el proyecto Agrosolidaris, principalmente cuando este es ecol¨®gico. En diversas ocasiones ha sido necesario implementar medidas de sensibilizaci¨®n junto a los dem¨¢s propietarios de terrenos vecinos debido a que ¨¦stos utilizan productos agroqu¨ªmicos en la plantaci¨®n.
Alrededor del barrio de Campanar, d¨®nde se ha establecido el proyecto Agrosolidaris, as¨ª como en el ¨¢rea metropolitana de la ciudad de Valencia y de municipios vecinos, se encuentran diversos huertos urbanos que, para suerte de muchos propietarios, no han desaparecido a ra¨ªz del boom inmobiliario que se ha producido en esta regi¨®n para la construcci¨®n de viviendas. Conservar estos espacios durante varias d¨¦cadas se ha convertido en una batalla con repercusiones pol¨ªticas y medi¨¢ticas. Durante los ¨²ltimos a?os han surgido diversas iniciativas de apoyo a la conservaci¨®n de este espacio, con el fin de proteger uno de los paisajes valencianos m¨¢s aut¨®ctonos. A esta proposici¨®n se suman asociaciones, partidos pol¨ªticos, municipios, agricultores e incluso el propio Gobierno auton¨®mico.
El proyecto Agrosolidaris, adem¨¢s de insertar personas en riesgo de exclusi¨®n social en el mercado de trabajo, viene apoyando de forma directa diversas iniciativas que promocionan la producci¨®n agr¨ªcola de proximidad en Valencia, una ciudad que ha sido sido elegida para el a?o 2017 por la Organizaci¨®n de Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO), como anfitriona para albergar el pr¨®ximo encuentro de m¨¢s de cien ciudades adheridas al Pacto de Milan sobre pol¨ªtica alimentaria urbana. Una iniciativa que, seg¨²n la organizaci¨®n, tiene como objetivo la b¨²squeda de soluciones locales para poner fin a la pobreza extrema y la malnutrici¨®n, reducir el desperdicio alimentario, porteger la biodiversidad y adapatarse al cambio clim¨¢tico.
Hoy, ya con 52 a?os, Ana Mar¨ªa Obiang ha aprendido a mirar la vida con otra perspectiva y establecer nuevas prioridades. Pese a tener la nacionalidad espa?ola, cree que nada ha cambiado en su vida. ¡°La ¨²nica cosa que me ha facilitado la nacionalidad es que ya no tengo miedo de que me pare la polic¨ªa pidi¨¦ndome los papeles¡±, refuerza con un aire de alivio y pertenencia.
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