Pl¨¢stico en el agua potable ?Qu¨¦ riesgos tiene para la salud humana?
El pl¨¢stico pasa al medio ambiente con mucha frecuencia en forma de basura
Las micropart¨ªculas de pl¨¢stico se est¨¢n abriendo paso hasta el agua potable. Ya sab¨ªamos que hab¨ªa fragmentos min¨²sculos de este material que llegaban a los mares, donde pod¨ªan ser ingeridos por la fauna marina yendo as¨ª a parar a los alimentos que consumimos los humanos. Pero ahora resulta ¨Clo cual quiz¨¢ sea m¨¢s alarmante¨C que un estudio reciente ha dado a entender que tambi¨¦n es habitual que las part¨ªculas o las fibras de pl¨¢stico se encuentren en el agua potable.
?Hasta qu¨¦ punto deber¨ªamos preocuparnos? El estudio lo llevaron a cabo varios investigadores universitarios, pero en vez de ser revisado por otros investigadores en una revista cient¨ªfica, lo encarg¨® y lo public¨® una empresa de medios de comunicaci¨®n. Esto quiere decir que necesitamos m¨¢s estudios antes de que podamos estar seguros de que las micropart¨ªculas de pl¨¢stico en verdad est¨¢n tan extendidas como indica el nuevo trabajo.
Desde luego, cabe la posibilidad de que muchas muestras de agua potable contengan pl¨¢stico, dado que se trata de un material de lo m¨¢s com¨²n que pasa al medio ambiente con mucha frecuencia en forma de basura as¨ª como de las fibras procedentes de las prendas de vestir confeccionadas con materiales artificiales. Seguramente los tratamientos potabilizadores no consiguen eliminar las part¨ªculas. Por ejemplo, las t¨¦cnicas de sedimentaci¨®n consisten en permitir que las motas de arcilla, limo o materia org¨¢nica se depositen en el fondo de un tanque de purificaci¨®n. Muchas micropart¨ªculas de pl¨¢stico son menos densas que el agua, as¨ª que flotan y no se pueden eliminar.
Pero lo que tampoco sabemos es qu¨¦ ocurre con esos microfragmentos una vez que est¨¢n en el intestino. Podr¨ªa ser que pasasen a trav¨¦s del cuerpo sin ser absorbidos, igual que la fibra no digerible de los alimentos. Sin embargo, cuanto m¨¢s peque?os sean, m¨¢s probable es que lleguen al torrente sangu¨ªneo e incluso a las c¨¦lulas.
El estudio en cuesti¨®n buscaba part¨ªculas de pl¨¢stico mayores de 2,5 micras, que son unas 10 veces m¨¢s peque?as que las c¨¦lulas que revisten el intestino. Las nanopart¨ªculas de 0,1 micras o menos es m¨¢s probable que penetren en las c¨¦lulas, pero no sabemos si est¨¢n presentes en el agua potable porque los investigadores no las buscaron.
Las sustancias artificiales llevan introduci¨¦ndose en el cuerpo humano por lo menos 400.000 a?os
Las sustancias artificiales llevan introduci¨¦ndose en el cuerpo humano por lo menos 400.000 a?os, cuando los moradores paleol¨ªticos de las cavernas inhalaban la part¨ªculas de holl¨ªn de las primeras hogueras que se encendieron en las cavidades. Pero hay muchos casos de corp¨²sculos con efectos nocivos para la salud. Por ejemplo, las motas de arcilla provocan podoconiosis (una forma de elefantiasis) a alrededor de 1,5 millones de africanos. En cuanto a la inhalaci¨®n de part¨ªculas de asbesto, es la causa de una forma muy agresiva de c¨¢ncer de pulm¨®n.
Tambi¨¦n tenemos pruebas fehacientes de que la exposici¨®n a las part¨ªculas en suspensi¨®n es perjudicial, y de que estos corp¨²sculos llegan a la sangre. Los investigadores han encontrado part¨ªculas procedentes de los motores de combusti¨®n en cerebros humanos. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) calcula que cada a?o se producen m¨¢s de seis millones de muertes relacionadas con la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica. Es decir, hay toda una serie de posibles efectos nocivos para la salud que tienen que ver con la exposici¨®n a las part¨ªculas.
No hay pruebas concluyentes de que las micropart¨ªculas de pl¨¢stico descubiertas en el estudio sobre el agua potable puedan llegar a la sangre ni de que sean perjudiciales para la salud humana, pero tienen varios efectos da?inos en potencia. Como ocurre con otros corp¨²sculos, como los que se encuentran en la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, pueden provocar inflamaci¨®n, una respuesta inmunitaria a cualquier elemento que se reconozca como ¡°ajeno¡± al cuerpo, la cual, a su vez, puede ser da?ina.
Los investigadores han encontrado part¨ªculas procedentes de los motores de combusti¨®n en cerebros humanos
Otro posible problema es que las micropart¨ªculas de pl¨¢stico pueden convertirse en veh¨ªculos de entrada de otras toxinas al cuerpo. Por lo general, esta clase de fragmentos microsc¨®picos repelen el agua y se combinan con toxinas insolubles. Por ejemplo, pueden combinarse con compuestos que contengan metales t¨®xicos, como el mercurio, y con contaminantes org¨¢nicos como algunos pesticidas y la sustancia qu¨ªmica conocida como dioxina, de la que sabemos que provoca c¨¢ncer y problemas reproductivos y de desarrollo. Si las micropart¨ªculas se introducen en el cuerpo, las toxinas pueden acumularse en los tejidos grasos.
Actualmente no disponemos de pruebas inequ¨ªvocas de que los fragmentos microsc¨®picos de pl¨¢stico presentes en el agua potable tengan efectos perjudiciales para la salud, pero, dado que pueden tener otra clase de corp¨²sculos, es urgente que mejoremos nuestro conocimiento de lo que ocurre con las micropart¨ªculas de pl¨¢stico en el cuerpo.
Rachel Adams es catedr¨¢tica de Ciencias Biom¨¦dicas de la Universidad Metropolitana de Cardiff
Cl¨¢usula de divulgaci¨®n: Rachel Adams no trabaja para ninguna empresa u organizaci¨®n que pueda beneficiarse de este art¨ªculo, no las asesora, no posee acciones en ellas ni recibe financiaci¨®n. Tampoco declara otras vinculaciones relevantes aparte del cargo acad¨¦mico mencionado.
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en ingl¨¦s en la web The Conversation.
Traducci¨®n de News Clips.
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