De los creadores del detox llega el 'clean eating'
La alimentaci¨®n limpia promete ayudar a controlar el peso, pero m¨¢s que una dieta es una filosof¨ªa. ?En qu¨¦ consiste?
Una de las precursoras de la filosof¨ªa de comer limpio es la nutricionista canadiense Tosca Reno, autora de varios libros de salud y fitness, que en el a?o 2007 public¨® The eat-clean diet. Otro de sus promotores m¨¢s visibles es Alejandro Junger, un m¨¦dico estadounidense de origen uruguayo cuya obra Clean (Harper One) permaneci¨® los seis primeros meses de 2011 en la lista de los 15 m¨¢s vendidos de The New York Times. A lo largo de estos a?os, el clean eating ha sido un tema recurrente en los medios de comunicaci¨®n de todo el mundo.
Solo alimentos ecol¨®gicos y sin procesar. Las l¨ªneas maestras del m¨¦todo (que cuenta hasta con su propia revista, cleaneatingmag.com) se basan en el consumo de alimentos poco o nada procesados; evitar az¨²cares a?adidos y utilizar sustitutos naturales para endulzar; consumir grasas saludables; beber agua; cocinar con t¨¦cnicas tradicionales poco agresivas (cocci¨®n, guisos, plancha)¡ Dicho de otra forma: es un regreso al pasado de la alimentaci¨®n.
¡°Surge de la creciente preocupaci¨®n por la salud y la forma de alimentarnos hoy en d¨ªa, que est¨¢ provocando un aumento de enfermedades cr¨®nicas¡±, comenta la farmac¨¦utica y nutricionista Eli¨¢n S¨¢nchez. Un primer paso para unirse al movimiento es, afirma, ¡°ser m¨¢s conscientes de lo que comemos, mirar mejor el etiquetado de los alimentos (hay mucha publicidad enga?osa), aumentar el consumo de frutas y verduras y practicar deporte diariamente¡±.
La receta es aparentemente simple pero supone hacer importantes cambios en el estilo de vida de la sociedad actual, empezando por prescindir de alimentos tan habituales en nuestras despensas como los carbohidratos refinados (pan blanco, pastas, cereales del desayuno) y sustituirlos por productos integrales y granos enteros que, entre otros efectos, ayudan a prevenir la diabetes, el h¨ªgado graso y la obesidad.
Con todo, Rub¨¦n Bravo, nutricionista en IMEO, asegura que ¡°la tendencia es positiva¡±, y que cada vez son m¨¢s las personas que acuden a la consulta ¡°muy bien informadas, no tanto del concepto de clean eating, pero s¨ª de los beneficios de comer lo m¨¢s natural posible¡±. Gracias a ese conocimiento, el consumidor est¨¢ forzando a la industria alimentaria a introducir cambios en la composici¨®n de sus productos. Cabe recordar la beligerancia contra el aceite de palma o los aditivos qu¨ªmicos, un mensaje que reciben los supermercados y ¡°deciden retirar alimentos con ingredientes no saludables¡±, explica Bravo, ¡°y esto es un motivo de felicidad para los nutricionistas que llevamos a?os luchando por una alimentaci¨®n sana¡±.
Sus seguidores invitan a cocinar como se hac¨ªa anta?o (cocer, guisar y asar). Y a comer alimentos ecol¨®gicos, que, en general, no han demostrado ser mejores para la salud. Con alguna excepci¨®n: las naranjas bio tienen un 10% m¨¢s de vitamina C; la leche entera, un 50% m¨¢s de ¨¢cidos grasos y un 74% menos de yodo que la industrial; y la carne de ternera y pollo se conserva m¨¢s tiempo.
Para S¨¢nchez, la principal ventaja del clean eating es que ¡°no es una dieta, no vamos a estar sometidos a contar calor¨ªas ni a pesar alimentos. Es una filosof¨ªa en la que la preocupaci¨®n es mantener una dieta equilibrada, con sentido com¨²n a la hora de elegir los alimentos. Y todo ello conduce a incorporar m¨¢s nutrientes y productos m¨¢s naturales, lo que a la larga se traduce en beneficios para la salud¡±. Adem¨¢s contribuye a mantener el peso gracias al alto contenido en fibra, que regula el tr¨¢nsito intestinal y los niveles de az¨²car en sangre e incrementa la sensaci¨®n de saciedad (con agua cuadriplica su volumen en el est¨®mago, por lo que es un excelente regulador del apetito).
Se le acusa de inducir trastornos de la alimentaci¨®n. La duda es si se puede mantener en el tiempo una alimentaci¨®n limpia. Para los nutricionista consultados, la respuesta es afirmativa dado que promueve un estado de bienestar y mayor energ¨ªa. Hasta aqu¨ª, la balanza se inclina claramente a favor del clean eating. Pero tampoco faltan las voces cr¨ªticas, como la del bioqu¨ªmico de la Universidad de Cambridge Giles Yeo, que en el documental Alimentaci¨®n limpia: la sucia verdad, emitido hace unos meses en la cadena de televisi¨®n BBC, analiza la deriva que est¨¢ experimentando esta filosof¨ªa y los peligros que puede acarrear llev¨¢ndola a sus extremos.
En el programa, la bloguera y gur¨² de la comida vegana Ella Woodward, califica de moda esta corriente y sostiene que ha perdido la idea original de natural y no procesado (un argumento que se sostiene con el ejemplo de la argentina Rocio Engstfeld, autora del libro Eatclean (Planeta), que cuenta con el considerable n¨²mero de 290.000 seguidores en Instagram y en el que publica fotos de comidas que, a simple vista, no parecen ajustarse a los requisitos del clean eating. El sensacionalista The Sun ha publicado otro reportaje en el que acusa a la corriente de inducir a la anorexia, adem¨¢s de ser una bomba de relojer¨ªa para la salud ¨®sea. Y los cr¨ªticos tambi¨¦n alertan de que est¨¢ llevando a muchos consumidores a prescindir de alimentos con gluten o lactosa aunque no tengan ning¨²n problema que impida su consumo, o incluso a evitar alimentos suplementados con vitaminas o minerales que a veces resultan ¨²tiles.
S¨¢nchez, que tambi¨¦n es especialista en trastornos de la conducta alimentaria, admite que esta filosof¨ªa (como cualquiera llevada al extremo) puede provocar obsesi¨®n y que est¨¢n aumentando los casos de ortorexia (preocupaci¨®n exagerada por comer sano) y vigorexia (obsesi¨®n por un cuerpo musculado). Por eso, aconseja ¡°hacer un 80% de alimentaci¨®n limpia y el resto normal¡±, y esto incluye ¡°poder ir un d¨ªa a un restaurante sin obsesionarse de si es ecol¨®gico o natural¡±. Para otros expertos, los beneficios de la comida natural en t¨¦rminos de salud y bienestar prevalecen sobre los aspectos negativos. Esta convicci¨®n lleva a la farmac¨¦utica a afirmar que ¡°es la alimentaci¨®n que deber¨ªamos seguir¡±.
Men¨² tipo
Eli¨¢n S¨¢nchez propone, como men¨² tipo, desayunar pan integral de centeno, de espelta o de trigo integral, con medio aguacate machacado y unas semillas de s¨¦samo, un huevo ecol¨®gico a la plancha y un kiwi. A media ma?ana, una pieza de fruta y un pu?ado de anacardos (crudos y sin sal). Para comer: quinoa salteada con verduras y ensalada verde; una rebanadita de pan de centeno o trigo integral y una fruta o un yogur natural.
De merienda, yogur griego con frambuesas y almendra picada o palitos de zanahoria con humus. Y para cenar, prote¨ªna (ecol¨®gica) con algo de verdura o ensalada. Por ejemplo, pescado blanco salvaje o azul peque?o (sardinas, arenques) con calabac¨ªn a la plancha. O huevos con esp¨¢rragos trigueros.
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