Preocupa Alemania

Tras las elecciones generales celebradas el domingo ¡ªcaracterizadas por el ascenso de la ultraderecha y el castigo a los socialdem¨®cratas¡ª y a la espera de conocer el desenlace de las negociaciones para la formaci¨®n de Gobierno que dirigir¨¢ la canciller Merkel, se extiende la preocupaci¨®n sobre su impacto a corto y medio plazo. Desde el punto de vista de la pol¨ªtica interna alemana, la anunciada ruptura de la coalici¨®n entre democristianos y socialistas dejar¨ªa a Angela Merkel en una dif¨ªcil posici¨®n, pues tendr¨ªa que gobernar con el apoyo de dos partidos ¡ªliberales y verdes¡ª esencialmente incompatibles entre s¨ª en pol¨ªtica econ¨®mica, social y europea.

Internamente, preocupa la traducci¨®n de los resultados electorales en una debilidad pol¨ªtica que impida tomar decisiones necesarias, hasta ahora aplazadas por el ciclo electoral, tal y como los planes de inversi¨®n p¨²blica en infraestructuras f¨ªsicas y digitales o las pol¨ªticas destinadas a fortalecer el mercado laboral y reducir su precariedad.

Internacionalmente, el nuevo Gobierno podr¨ªa resultar m¨¢s d¨¦bil a la hora de hacer frente a las presiones estadounidenses para reducir el super¨¢vit comercial. Y no est¨¢ muy claro si podr¨ªa lograr el apoyo de los Verdes para continuar la senda de incremento presupuestario en materia de seguridad y defensa iniciada ya hace unos a?os, lo que abrir¨ªa una nueva brecha de conflicto con la Administraci¨®n de Trump, que ha hecho del aumento de los gastos de defensa de sus aliados en la OTAN y una cuesti¨®n central para las relaciones transtl¨¢nticas.

Pero sobre todo preocupan las repercusiones para el resto de Europa. Claramente, la irrupci¨®n en el Bundestag de la formaci¨®n Alternativa para Alemania (AfD), con un marcado car¨¢cter xen¨®fobo y antieuropeo, aspira a condicionar dos de los principales pilares de la integraci¨®n europea: la libre circulaci¨®n de personas y la moneda com¨²n.

Los socios m¨¢s europe¨ªstas y m¨¢s importantes de la UE ¡ªentre ellos Francia, Italia y Espa?a, pero tambi¨¦n la Comisi¨®n Europea y el Parlamento¡ª esperaban que despu¨¦s de estas elecciones se pudiera poner en marcha una profundizaci¨®n sustancial de la integraci¨®n europea, especialmente en materia econ¨®mica, lo que inclu¨ªa la puesta en marcha de un presupuesto espec¨ªfico para la eurozona, la creaci¨®n de un Fondo Monetario Europeo, o la posibilidad de completar la Uni¨®n Bancaria, coordinar mejor las pol¨ªticas econ¨®micas de los Gobiernos de la eurozona y concretar la Uni¨®n de Mercados de Capitales.

Ahora, sin embargo, temen mayores presiones sobre Mario Draghi y el Banco Central Europeo para que ponga fin a sus programas de est¨ªmulo, menor solidaridad entre los miembros de la UE y presiones sobre el tipo de cambio del euro.

Por desgracia, tras el domingo Alemania se suma al bloque de pa¨ªses de la UE que tienen que hacer frente a partidos y sectores de la opini¨®n p¨²blica sumamente cr¨ªticos con la construcci¨®n europea y sus principales pol¨ªticas. Frente a la tentaci¨®n de tirar la toalla, los l¨ªderes europeos deben entender que una Europa cohesionada y que funcione es la mejor receta contra el populismo y el nacionalismo.