La paradoja de Teseo
?Cu¨¢l ser¨ªa la identidad de un ser construido con trozos de varias personas?
Habl¨¢bamos las dos ¨²ltimas semanas de la idoneidad de la aritm¨¦tica y la geometr¨ªa para establecer un primer contacto con hipot¨¦ticas inteligencias alien¨ªgenas. Hace 400 a?os, ya dijo Galileo que el libro del universo est¨¢ escrito con el lenguaje de las matem¨¢ticas, y parece razonable pensar que otros seres pensantes, si existen, tambi¨¦n hayan descubierto y desarrollado ese lenguaje b¨¢sico.
Y antes de abandonar el tema, un acertijo final: en su fascinante libro Comunicaci¨®n extraterrestre, Martin Gardner propone el siguiente mensaje:
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?Alguien se atreve a descifrarlo?
La nave de Teseo
El tema de la comunicaci¨®n con otras inteligencias surgi¨® porque los robots de Asimov nos llevaron a los de Lem, y es imposible hablar de Stanislaw Lem sin mencionar Solaris, uno de los hitos de la ciencia ficci¨®n y una de las novelas m¨¢s singulares e inquietantes del siglo XX. Y en alg¨²n momento se habl¨®, de pasada, de su relato ?Existe verdaderamente Mr. Smith?, en el que, en clave de humor, se plantea el problema de la identidad de un hombre -o m¨¢s bien un c¨ªborg- al que demandan por no pagar una deuda. A primera vista, se podr¨ªa pensar que la identidad reside en el cerebro, pero la cosa no est¨¢ tan clara. ?Es la criatura de Frankenstein la persona que aport¨® su cerebro al estremecedor puzle humano?
Esto nos remite a la famosa paradoja de Teseo, pues ni siquiera en el caso de los objetos inanimados est¨¢ clara la cuesti¨®n de la identidad. Dejemos que Plutarco nos introduzca en el tema:
"La nave en la que regresaron de Creta Teseo y los j¨®venes atenienses ten¨ªa treinta remos, y en Atenas se conservaba desde la ¨¦poca de Demetrio, remplazando las tablas estropeadas por otras nuevas y m¨¢s resistentes, de modo que se hab¨ªa convertido entre los fil¨®sofos en un ejemplo de la identidad de las cosas que crecen; algunos dec¨ªan que la nave segu¨ªa siendo la misma, mientras que otros aseguraban que no lo era".
El propio cuerpo humano es una nave de Teseo que al cruzar el mar de la vida se transforma sin cesar: cada siete a?os aproximadamente se renuevan las c¨¦lulas de nuestro organismo, e incluso las que permanecen, como las neuronas, se renuevan a nivel molecular. La materia de la que est¨¢bamos hechos hace siete a?os ha desaparecido, est¨¢ en otra parte, tal vez en otros cuerpos, y sin embargo eso no afecta a nuestra identidad¡ ?O s¨ª?
Carlo Frabetti es escritor y matem¨¢tico, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado m¨¢s de 50 obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica para adultos, ni?os y j¨®venes, entre ellos Maldita f¨ªsica, Malditas matem¨¢ticas o El gran juego. Fue guionista de La bola de cristal.
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