Las personas que duermen mejor sufren menos dolor de cuello
Un estudio sugiere que tratar el sue?o podr¨ªa mejorar el dolor cervical, pero no el lumbar
?Duermo mal porque me duele la espalda o me duele la espalda porque duermo mal? Esta es la pregunta que se han planteado los expertos de la Red Espa?ola de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE). Mediante un estudio de 883 pacientes con dolencias cervicales (de cuello) o lumbares (de espalda baja), han demostrado que la calidad de sue?o predice la evoluci¨®n del dolor cervical, pero no del dolor lumbar. Esto sugiere que tratar a pacientes con problemas de cuello para que duerman mejor podr¨ªa disminuir su dolor, independientemente del tratamiento espec¨ªfico para la cervicalgia que se les prescriba.
En todo el mundo, la lumbalgia es la principal causa de dolor que restringe la actividad cotidiana, y la cervicalgia, la cuarta. Aunque el 80% de los casos son de dolor agudo, estos ¡°no presentan un gran problema¡± para la salud p¨²blica, dice el doctor Francisco Kovacs ¨Cdirector de la REIDE y autor principal del estudio¨C ya que tienden a curarse de manera espont¨¢nea. El problema, explica, es el dolor cr¨®nico: el que persiste en el tiempo.
El equipo de la REIDE, compuesto por profesionales m¨¦dicos y cient¨ªficos, reclut¨® a 422 pacientes con dolor cervical y 461 con dolor lumbar, para hacer un seguimiento de su dolor y de su calidad de sue?o durante tres meses. Los participantes proven¨ªan de distintos lugares de Espa?a, padec¨ªan dolencias subagudas o cr¨®nicas y estaban siguiendo tratamientos distintos, desde rehabilitaci¨®n y f¨¢rmacos analg¨¦sicos hasta cirug¨ªa.
Las dolencias cr¨®nicas son las m¨¢s problem¨¢ticas, seg¨²n el doctor Francisco Kovacs
Los resultados de la investigaci¨®n aparecen en dos estudios: uno sobre la cervicalgia y otro sobre la lumbalgia, publicados en las revistas cient¨ªficas Clinical Journal of Pain y European Journal of Pain, respectivamente. Se emplearon cuestionarios detallados para evaluar el dolor y la calidad de sue?o percibidos por los pacientes al principio y al final del per¨ªodo de prueba. ¡°Este m¨¦todo incrementa la utilidad del estudio en la pr¨¢ctica cl¨ªnica rutinaria pues no requiere usar aparatos complejos de medici¨®n¡±, se?ala Jes¨²s Seco, investigador de la Universidad de Le¨®n y uno de los autores del estudio. Aunque los cuestionarios no permiten comparar datos entre pacientes ¨Cquienes pueden tener percepciones distintas del dolor o del sue?o¨C, s¨ª son robustos para el seguimiento de cada individuo.
Los investigadores encontraron una proporci¨®n similar de pacientes con cervicalgia que dorm¨ªan mal y de pacientes con lumbalgia que dorm¨ªan mal: aproximadamente seis personas por cada 10. Sin embargo, solo en el caso del cuello pudieron demostrar que una mala calidad de sue?o al comienzo del estudio se asociaba con peor evoluci¨®n del dolor a lo largo de los tres meses.
¡°Lo importante es transmitirle estos resultados a los profesionales m¨¦dicos¡±, dice Elena Mart¨ªnez, m¨¦dico rehabilitador del Hospital Ram¨®n y Cajal y autora del estudio. ¡°A los pacientes que acudan con cervicalgia a nuestras consultas hay que valorarlos la calidad de sue?o. Si la tratamos, con mucha probabilidad va a mejorar el dolor y no se volver¨¢ cr¨®nico¡±, afirma. Los investigadores indican que el siguiente paso es dise?ar ensayos cl¨ªnicos para comprobar si el tratamiento de la calidad de sue?o efectivamente mejora la evoluci¨®n del dolor cervical. Es decir, queda por demostrar una relaci¨®n causa-efecto.
Tratar la calidad de sue?o tiene "mucha probabilidad" de disminuir el dolor cervical, dice la investigadora Elena Mart¨ªnez
El estudio no profundiza en los posibles motivos de la asociaci¨®n, pero los investigadores sugieren varios mecanismos plausibles: puede ser que dormir mal excite los centros neurol¨®gicos encargados de procesar el dolor o tambi¨¦n es posible que los mecanismos de coordinaci¨®n entre distintos grupos musculares se vean afectados por la mala calidad de sue?o, contribuyendo a la persistencia de contracturas.
El investigador Javier Zamora, que no particip¨® en este estudio y es director del Grupo de Epidemiolog¨ªa y Bioestad¨ªstica Cl¨ªnica del Hospital Ram¨®n y Cajal, considera que es importante entender bien los mecanismos de cualquier intervenci¨®n cl¨ªnica antes de ponerla en pr¨¢ctica. Aunque, en este caso, el tratamiento recomendado por los autores ¨Cmejorar la calidad de sue?o¨C es inocuo y probablemente beneficioso, ¡°si el mecanismo de acci¨®n es com¨²n para la cervicalgia y para la lumbalgia, podr¨ªa ser v¨¢lido [tratar la calidad de sue?o] para ambas patolog¨ªas¡±, explica.
Lo cierto es que a¨²n no se sabe si hay una diferencia en el mecanismo de influencia del sue?o sobre cada tipo de dolor, aunque los estudios, con m¨¦todos id¨¦nticos, demuestran grados de asociaci¨®n distintos. Kovacs opina que la diferencia podr¨ªa deberse a que el dolor lumbar se ve influido por otros factores mec¨¢nicos fuertes que no afectan tanto al dolor cervical, como el soporte de cargas pesadas. Si existen otras causas de dolor potentes como esta, podr¨ªan diluir la influencia aparente del sue?o sobre el dolor lumbar, aunque quiz¨¢ siga los mismos procesos biol¨®gicos que influyen al dolor de cuello.
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