Aliento a la oposici¨®n venezolana

El premio S¨¢jarov del Parlamento Europeo a la libertad de conciencia es un bal¨®n de ox¨ªgeno para una oposici¨®n venezolana que atraviesa una crisis profunda. A la arrogancia y la indecente represi¨®n del r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro se ha a?adido una corrosiva divisi¨®n interna; alentada, eso s¨ª, por las grotescas maniobras antidemocr¨¢ticas del presidente venezolano. De ah¨ª la oportunidad del premio europeo, de gran contenido simb¨®lico, para la oposici¨®n, representada en la figura poco discutida del presidente de la Asamblea Nacional Julio Borges, y en todos los presos pol¨ªticos.

El Parlamento Europeo es la instituci¨®n comunitaria que m¨¢s firme se ha mostrado hasta ahora contra el autoritarismo del r¨¦gimen chavista de Venezuela. Este premio deber¨ªa ser el preludio inmediato de las prometidas sanciones europeas para las que ya hay un preacuerdo. Es esencial que la Uni¨®n Europea, cuyos cimientos se sustentan en los valores democr¨¢ticos y la libertad de expresi¨®n, se apresure en tomar las medidas adecuadas contra el oficialismo venezolano. En todo caso, sus sanciones llegar¨¢n tarde, una vez que Estados Unidos y Canad¨¢ han puesto en marcha las suyas; muy parecidas, por cierto, a las que baraja Bruselas.

En contra del criterio de la oposici¨®n radical, la MUD (Mesa de Unidad Democr¨¢tica) decidi¨® participar en las elecciones regionales, el pasado 15 de octubre. Para aquella, las elecciones no solo no ser¨ªan limpias, sino que eran una trampa del oficialismo. El resultado del voto proclamado por el r¨¦gimen, la ausencia de control internacional alguno y la decretada obligaci¨®n de los gobernadores de la oposici¨®n a jurar su cargo en una Asamblea Constituyente carente de legitimidad dan en parte la raz¨®n a los cr¨ªticos.

La situaci¨®n pol¨ªtica venezolana no deja de degradarse. El r¨¦gimen ha quedado aislado a escala internacional y el premio S¨¢jarov resalta y suscribe ese aislamiento. Nicol¨¢s Maduro cuenta con muy pocos aliados. El supuesto ¨¦xito del oficialismo en las ¨²ltimas elecciones motiv¨® el apoyo expreso del boliviano Evo Morales, el cubano Ra¨²l Castro, el nicarag¨¹ense Daniel Ortega y el futbolista argentino Diego Armando Maradona. A ellos se sigue uniendo Podemos de manera indirecta y contra toda l¨®gica. A esta izquierda radical espa?ola ha unido su voz el propio Nicol¨¢s Maduro calificando de presos pol¨ªticos al presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi S¨¤nchez, y de ?mnium Cultural, Jordi Cuixart.

Este nuevo ataque de Maduro a la democracia espa?ola no es solo un flaco favor a Podemos. Es, en realidad, una demostraci¨®n de una sorprendente comuni¨®n de ideas porque ni Maduro ni Pablo Iglesias y los suyos reconocen la existencia de presos pol¨ªticos en Venezuela. La ONG Foro Penal habla de 400 opositores en la c¨¢rcel. En contraposici¨®n, la Euroc¨¢mara menciona a siete en su galard¨®n y el presidente Antonio Tajani ha insistido en dedicarlo a ¡°los encarcelados injustamente¡± en Venezuela ¡°solo por haber expresado su opini¨®n¡±. ?A qu¨¦ espera Podemos para alinearse con las fuerzas democr¨¢ticas?