Los ¨²ltimos abetos del Mediterr¨¢neo, amenazados por el cambio clim¨¢tico
El calor y la sequ¨ªa llevar¨¢n al l¨ªmite a la mayor¨ªa de los bosques milenarios de esta con¨ªfera
A medida que avance el siglo, las olas de calor y los periodos de sequ¨ªa como el actual ser¨¢n m¨¢s extremos y habituales. Es una de las consecuencias que el cambio clim¨¢tico tiene preparadas para las regiones de clima mediterr¨¢neo. Ahora, un estudio muestra que otro de sus efectos ser¨¢ la mengua, cuando no desaparici¨®n, de los ¨²ltimos bosques de abetos que quedan en la cuenca mediterr¨¢nea.
Son reliquias del pasado. Aguantaron como pocas especies el fr¨ªo de la ¨²ltima glaciaci¨®n hasta hace unos 10.000 a?os. Se refugiaron en zonas que, por su ubicaci¨®n geogr¨¢fica, orientaci¨®n o su orograf¨ªa, permitieron la subsistencia de los abetos y otras muchas especies. Con la retirada del hielo, mientras que otros muchos seres vivos medraron por toda Europa, los abetos se quedaron en estas islas biol¨®gicas. Son la sierra de Grazalema o la de las Nieves en Espa?a, el Rif en Marruecos, los montes m¨¢s altos de L¨ªbano o las monta?as del Atlas argelino. Algunas especies, como el Abies alba, cuentan por millares sus hect¨¢reas de bosque. De otras, como el Abies?nebrodensis, no quedan m¨¢s de 20 ¨¢rboles en Sicilia. A todas, el cambio clim¨¢tico las est¨¢ sometiendo a una nueva prueba.
Investigadores de varios pa¨ªses europeos, liderados por ec¨®logos espa?oles, han echado la mirada atr¨¢s para ver el futuro de siete de las especies de abetos presentes en la regi¨®n mediterr¨¢nea. Leyeron la anchura de los anillos de troncos de ejemplares de 30 bosques diferentes, desde Espa?a hasta Turqu¨ªa, pasando por Italia o Grecia. En condiciones normales, el crecimiento anual queda reflejado en la regularidad del ancho de cada anillo. Pero los eventos clim¨¢ticos extremos, como las olas de calor o las sequ¨ªas, tambi¨¦n dejan su rastro en los troncos.
Se trata de bosques que sobrevivieron a la ¨²ltima glaciaci¨®n
"Observamos una bajada del crecimiento a medida que avanzamos en la segunda mitad del siglo XX", dice el ingeniero de montes del Instituto Pirenaico de Ecolog¨ªa-CSIC y coautor de este estudio, Ra¨²l S¨¢nchez-Salguero. "Una bajada previa a la mortandad", a?ade J. Julio Camarero, investigador de IPE-CSIC. Cada vez es m¨¢s frecuente ver abetos marrones o grises (muertos) entre el verde de los dem¨¢s ¨¢rboles. Con esos datos del pasado de cada especie y de cada bosque pudieron proyectar el futuro de los abetos en un escenario en el que habr¨¢ m¨¢s y prolongadas olas de calor y periodos de sequ¨ªa cada vez m¨¢s largos.
Seg¨²n los resultados de su trabajo, publicados en PNAS, buena parte de abetales mediterr¨¢neos sufrir¨¢n contracciones del crecimiento de sus ¨¢rboles de entre el 20% y el 50% para la segunda mitad de este siglo. Al cronificarse lo que antes era excepcional (sequ¨ªa y olas de calor), los bosques de abetos situados m¨¢s al sur, como los de Andaluc¨ªa, Marruecos, Turqu¨ªa, Siria o Grecia podr¨ªan desaparecer. Mientras, los abetales situados en el norte de Italia, los Pirineos o m¨¢s all¨¢, en general formados por abeto com¨²n, prosperar¨¢n. "Seguir¨¢n teniendo lluvia y suelos h¨²medos, pero con unas temperaturas m¨¢s suaves", recuerda Camarero.
Para sus autores, esta investigaci¨®n permitir¨¢ determinar la vulnerabilidad clim¨¢tica de cada bosque, generando mapas globales o continentales y estableciendo el posible impacto de futuras sequ¨ªas y otros eventos extremos clim¨¢ticos sobre los bosques. "El objetivo futuro ser¨¢ mejorar estos modelos emp¨ªricos de vulnerabilidad para ampliar el an¨¢lisis a otras especies de ¨¢rboles y otros tipos de bosques en la cuenca mediterr¨¢nea y Europa", indica S¨¢nchez-Salguero.
Para el ec¨®logo de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) y tambi¨¦n coautor del estudio, Juan Carlos Linares, si desaparecen los bosques de abetos, con ellos podr¨ªan desaparecer los ecosistemas que sustentan. "Estas zonas han servido de refugio para infinidad de especies, no solo para los abetos. Buena parte de la biodiversidad europea tiene ahora distribuciones geogr¨¢ficas mucho mayores, pero se refugi¨® aqu¨ª durante las glaciaciones", recuerda.
A pesar de los peligros que se ciernen sobre los bosques de abetos del Mediterr¨¢neo, Linares es, sin embargo, optimista: "Todas estas especies viven al l¨ªmite. Habr¨¢ extinciones locales, pero no podemos subestimar su capacidad de adaptaci¨®n. El pasado nos muestra que si estas especies de abetos han subsistido durante cientos de miles de a?os, seguir¨¢n haci¨¦ndolo".
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