Las 15 preocupaciones sexuales que el hombre solo se atreve a confesar en consulta (y c¨®mo solucionarlas)

Los primeros minutos en la consulta de un terapeuta sexual el paciente hombre los pasa mirando al suelo. Pocos levantan la cabeza. El lenguaje no verbal y el silencio reinan en la sala. Pasado este tiempo, las primeras frases que se cruzan el especialista y paciente son de tanteo. Inocuas. ?A qu¨¦ te dedicas? ?Cu¨¢les son tus aficiones? ?Tienes pareja? Para mitigar los nervios primero hay que crear una atm¨®sfera de confianza que permita empatizar. El hombre que acude a la consulta de un sex¨®logo est¨¢ a punto de confesar sus desvelos m¨¢s ¨ªntimos a un completo desconocido. Es una situaci¨®n extra?a.

Acudir a consulta es gastar la ¨²ltima bala que queda en la rec¨¢mara. Una vez roto el hielo llega el momento de la verdad. ?Qu¨¦ lleva a un hombre a pedir ayuda? "Los varones que acuden a consulta solos lo hacen para hacer preguntas que no se atreven a plantear a nadie m¨¢s, menos a su pareja", explica el sex¨®logo y antrop¨®logo Carlos Horrillo. La consulta del especialista cuenta con un div¨¢n -al que se recurre en los casos donde es necesaria una terapia m¨¢s profunda y retrospectiva-, un escritorio donde se sientan frente a frente paciente y sex¨®logo, y un espacio di¨¢fano donde desarrolla actividades que ayudan a los hombres a?desinhibirse durante la sesi¨®n. "Mis sesiones cuestan 50 euros y duran entre hora y media y dos horas. Nunca miro el reloj, depende de las necesidades del paciente en ese momento", informa Horrillo.

Tres terapeutas sexuales, Ruth Ousset, Leire M¨¦ndez y Carlos Horrillo, cuentan de primera mano cu¨¢les son las dudas que m¨¢s les plantean los hombres en consulta.

?C¨®mo s¨¦ si mi pareja ha llegado al orgasmo?

"Este es un tema que cada vez preocupa m¨¢s a los hombres. El ego masculino les genera la necesidad de saber que su pareja disfruta con ellos", explica Ruth Ousset. Lo ideal ser¨ªa tener la confianza para preguntarlo, pero si no es el caso se puede encontrar la respuesta fisiol¨®gica del cuerpo de la mujer. "Cuando la mujer llega al orgasmo se producen una serie de contracciones r¨ªtmicas y la respiraci¨®n se acelera. Estar atento a estas se?ales puede darnos la respuesta sin necesidad de llegar a preguntarlo verbalmente", a?ade Ousset. No hay que perder de vista que cada orgasmo es ¨²nico: "Hay personas que r¨ªen despu¨¦s de un orgasmo, otras que lloran e incluso las hay que arquean tanto la espalda que parece que se van a romper en dos".

Mi eyaculaci¨®n precoz le preocupa a mi pareja

"La eyaculaci¨®n precoz se puede dar en hombres de todas las edades", se?ala el especialista Carlos Horrillo. Durante mucho tiempo se ha considerado normal que la relaci¨®n se diera por finalizada cuando el hombre llegaba al orgasmo, sin dar importancia al placer de la mujer. De cara a la galer¨ªa, las relaciones sexuales eran un mero tr¨¢mite para procrear.

El sex¨®logo explica que la mayor¨ªa de los hombres que acuden a consulta por problemas de eyaculaci¨®n precoz lo hacen porque su pareja se lo pide. "El hombre cumple todas las etapas del ciclo sexual, muy r¨¢pido pero las cumple. Por lo tanto no ve la necesidad de reparar esto hasta que no se queja su pareja. Rara vez acude un hombre solo que piense que tiene un problema si nadie se lo ha hecho ver antes", informa Horrillo.

Quiero conocer el pasado sexual de mi pareja

?Para qu¨¦ quiero saberlo? Es la primera pregunta que se deber¨ªa hacer un hombre antes de indagar en el pasado sexual de su pareja. La respuesta, en la mayor¨ªa de los casos, es que esperan encontrarse con que el pasado de sus parejas es soso y, por lo tanto, pueden competir con ¨¦l sin problemas. El conflicto llega cuando descubren que no es as¨ª. "Muchas veces, al conocer este pasado y encontrarse con que no es lo que esperaban o¨ªr, aparecen las inseguridades, los miedos y los complejos. Esto puede llegar incluso a provocar disfunciones. En la mayor¨ªa de los casos, la relaci¨®n se ve afectada de manera negativa", asegura Ruth Ousset. Conclusi¨®n: no sirve para mucho conocer el pasado sexual de tu pareja.

C¨®mo llegar al orgasmo al mismo tiempo que mi pareja

En las pel¨ªculas porno, los actores llegan al orgasmo al mismo tiempo la mayor¨ªa de la veces. Sin embargo, en la vida real en raras ocasiones se llega el orgasmo simult¨¢neo. Esto frustra a muchos hombres que idealizan el hecho de llegar al cl¨ªmax juntos. "No hay que perder la perspectiva. El sexo est¨¢ para pas¨¢rselo bien y no se tiene que convertir en una carrera de fondo, para eso ya est¨¢n las maratones.? El esfuerzo que supone controlar el orgasmo puede bloquear el disfrute, generar frustraci¨®n e incluso disminuir el deseo sexual", advierte Ousset.

?Mi pareja se masturba?

La sex¨®loga Ruth Ousset afirma que es una de las inquietudes m¨¢s habituales en sus pacientes masculinos. Imaginarse a su pareja d¨¢ndose placer en soledad excita e intriga a los hombres a partes iguales. "Yo siempre les digo lo mismo: la mejor manera de saberlo es preguntando. Adem¨¢s, es importante descriminalizar la masturbaci¨®n y recordar que la mayor¨ªa de las personas la practica a¨²n estando en pareja", explica Ousset.

?C¨®mo puedo aguantar m¨¢s en la cama?

Una vez m¨¢s, ?para qu¨¦? Una relaci¨®n sexual no tiene por qu¨¦ acabar cuando el hombre alcanza el orgasmo. Existen otras pr¨¢cticas que se pueden llevar a cabo hasta que ambos est¨¦n satisfechos. Sin embargo, un porcentaje muy alto de los hombres consideran que cuanto m¨¢s tiempo dura el coito m¨¢s calidad tienen las relaciones sexuales. "Es algo que les preocupa m¨¢s a ellos que a ellas. La mayor¨ªa de los hombres quieren aguantar m¨¢s en la cama sin tener en cuenta que es algo que las mujeres no necesitan para tener relaciones sexuales satisfactorias", se?ala Ousset.

?Qu¨¦ les gusta a las mujeres en la cama?

Acertar con la respuesta a esta pregunta es tan probable como adivinar el n¨²mero del euromill¨®n. De ah¨ª que la ¨²nica soluci¨®n posible sea preguntar directamente a la persona a la que queremos satisfacer. "Cada mujer es ¨²nica al igual que sus gustos. Es muy importante fomentar la comunicaci¨®n. En la cama todo vale siempre y cuando est¨¦ consensuado", explica Ruth Ousset.

No s¨¦ si mi pareja est¨¢ disfrutando

Es l¨®gico que un hombre quiera que la persona con la que est¨¢ manteniendo un encuentro sexual disfrute tanto como lo est¨¢ haciendo ¨¦l. Se trata de una de las inquietudes m¨¢s naturales. Y en este punto es mejor no dar nada por hecho. Lo que pensamos que puede gustar a lo mejor puede incomodar. En este sentido, mejorar la comunicaci¨®n con la pareja y observar su lenguaje no verbal siempre lleva por el buen camino. "Si te han apartado varias veces la mano, plant¨¦ate que justo donde est¨¢s tocando no es el sitio d¨®nde m¨¢s placer siente. La mejor opci¨®n es preguntar o probar a tocar en otra zona", aconseja Ousset.

Por su parte, Leire M¨¦ndez se?ala los beneficios de lo que en sexolog¨ªa se conoce como "ego¨ªsmo positivo". "Cada uno ha de encargarse de su propio placer. De esta forma, se consigue mayor beneficio para ambos durante la relaci¨®n sexual, pues si estamos preocupados de si el otro est¨¢ disfrutando o no, no nos centramos en nuestras propias sensaciones y, al final, ninguna de las partes disfruta de la relaci¨®n", se?ala.

No me sale desabrochar el sujetador

Hay tantos expertos a la hora de desabrochar el sujetador como personas a las que les cuesta un mundo. Y es importante ponerle remedio porque a muchas mujeres les gusta que las desvistan. "Hay mujeres que me cuentan que les corta el rollo que su pareja tarde mucho en quitarle el sujetador", asegura Ousset. Para que eso no ocurra lo mejor es practicar. "Hacerse con un sujetador y probar a abrocharlo y desabrocharlo en soledad, sin nervios y sin frustraci¨®n", afirma.

Me preocupa el tama?o de mi pene

"Muchos hombres vienen a consulta porque les preocupa el tama?o de su pene, pensando que no satisface por este motivo a su pareja. Sin embargo, todav¨ªa no me he encontrado a la mujer que me diga en consulta que le importa el tama?o del pene de su pareja", comenta Ruth Ousset.

Los hay, incluso, que acuden exigiendo tratamientos que han encontrado en foros misteriosos para agrandar el pene, explica la sex¨®loga. "Lo m¨¢s preocupante es que en la mayor¨ªa de los casos el tama?o de sus penes est¨¢ dentro de la normalidad. Las inseguridades aparecen cuando empiezan a comparar sus genitales con los de otros hombres o con los que ven en una pel¨ªcula porno. A trav¨¦s de la terapia vemos que el tama?o no es tan importante. La calidad y el disfrute sexual no entienden de tama?os de pene", afirma Ousset.

Leire M¨¦ndez coincide: "Ni el tama?o ni la forma del pene influye de manera considerable a la hora de dar placer a una mujer. Esto se debe a que el cl¨ªtoris se encuentra fuera de la vagina y, por tanto, la forma de estimularlo no depende del pene durante la penetraci¨®n. Adem¨¢s, el placer en la relaci¨®n, m¨¢s que del tama?o del pene, depende del nivel de excitaci¨®n previo y eso se consigue dando mucha importancia a los preliminares".

Tengo miedo a no dar la talla con alguien que me importa

"Me encuentro a muchos hombres que no tienen ning¨²n tipo de problemas de erecci¨®n cuando est¨¢n con mujeres de una noche y, sin embargo, cuando se van a acostar con una mujer con la que quiere una relaci¨®n estable, aparecen unas inseguridades que les impiden disfrutar de esa relaci¨®n sexual que tanto deseaban mantener", asegura Ruth Ousset.

?Puedo tomar viagra?

?Qu¨¦ hombre no se ha sentido atra¨ªdo, sin importar la edad que tenga, por los efectos de la viagra? La mayor¨ªa de los hombres tiene la idea preconcebida de que con estas pastillas su vida sexual va a mejorar notablemente, algo que los expertos desmienten categ¨®ricamente. "Muchos, sin ning¨²n tipo de disfunci¨®n que me piden que les recete viagra. No la necesitan, pero la quieren tomar porque creen que as¨ª disfrutar¨¢n m¨¢s del sexo. Nada que ver. La viagra solo deber¨ªa emplearse cuando hay alg¨²n problema de erecci¨®n", afirma Carlos Horrillo.

No s¨¦ c¨®mo plantear mis fantas¨ªas a mi pareja

Quien diga que no ha tenido nunca una fantas¨ªa er¨®tica no est¨¢ siendo un ejemplo de sinceridad. Las fantas¨ªas constituyen un est¨ªmulo sexual efectivo de origen psicol¨®gico que enriquece la vida en pareja. Sin embargo, seg¨²n Ousset, se trata de algo que algunas veces est¨¢ mal visto: "Hablar abiertamente de las fantas¨ªas est¨¢ casi criminalizado. No es de extra?ar que haya gente que se sienta culpable solo por tenerlas".

Hay que huir de la mala fama de las fantas¨ªas y aceptar que son parte esencial del erotismo del ser humano. "Yo invito a todos mis pacientes a trabajarlas", asegura Ruth Ousset.

Tengo miedo a perder la erecci¨®n al ponerme el preservativo

Aqu¨ª es importante ir al origen del problema y saber qu¨¦ provoca la p¨¦rdida de excitaci¨®n y por lo tanto de la erecci¨®n. "Muchos hombres pierden la erecci¨®n al ponerse el preservativo. Hay quienes simplemente se ponen nerviosos, otros tienen miedo a embarazos no deseados, otros tienen una disfunci¨®n er¨¦ctil y lo achacan al preservativo...", explica Ousset.

Para perder el miedo, lo mejor es incorporar el preservativo en la masturbaci¨®n habitual. Esta pr¨¢ctica ayuda a normalizar su uso durante una situaci¨®n sexual y placentera.

?Tengo que mirarme la pr¨®stata?

La pr¨®stata, a pesar de ser un ¨®rgano que tienen todos los hombres, es un enigma para la mayor¨ªa de ellos. Oyen hablar de ella, se informan en Internet y el resultado es un batiburrillo de informaci¨®n que normalmente no saben c¨®mo gestionar. "Todo lo relacionado con la pr¨®stata crea confusi¨®n. La propia pregunta es un tema tab¨² que inquieta al 90 % de mis pacientes. No tienen claro si se trata de un tema de salud o de una fuente de placer sexual y la realidad es que ambas cosas van unidas", reconoce Carlos Horrillo.

Estimular la pr¨®stata con un masaje, adem¨¢s de ayudar a detectar posibles patolog¨ªas, produce placer. Y aqu¨ª surgen las dudas con respecto a la virilidad. "Est¨¢n convencidos de que disfrutar de este masaje de pr¨®stata pone en duda su masculinidad. Lo que m¨¢s les preocupa es, '?y si me gusta?". ?Hay que responder? La estimulaci¨®n de la pr¨®stata le puede gustar tanto a homosexuales como a heterosexuales.